DANIELA MORALES SOLER

La Asociación Colombiana de Energías Renovables, Ser Colombia, señaló que hay 66 proyectos de estas tecnologías que podrían entrar en 2024.

De estos, 65, es decir, la mayoría corresponden a obras solares fotovoltaicas y una es de almacenamiento de energía con baterías. La inversión que podrían requerir es de US$ 2.200 millones para unos 3.040 megavatios.

"Somos optimistas sobre el futuro de las renovables, pero también somos realistas. Queremos llamar a poner metas realistas para hacer lo que podemos", afirmó Alexandra Hernández, presidente del gremio.

Apuntó que los proyectos que ya están en pruebas y casi listos para iniciar su operación comercial son 13 parques y otros nueve están en construcción.

Estos suman 1.280 megavatios que están ad portas de iniciar a operar. A estos se le suma 1.800 megavatios de 44 proyectos que están a la espera de que se les aprueben algunos trámites, como las licencias ambientales para que puedan arrancar la construcción.

Además, Hernández apuntó que al desagregar los proyectos por su ubicación se encuentra que 15 departamentos que aportarán energía y el Caribe es la región líder. Por ejemplo, Atlántico podría poner 964 megavatios, incluyendo los proyectos que están listos, en construcción y a la espera de trámites.

El segundo departamento con más energía en parques renovables es Tolima que podría agregar 403 megavatios.

RETOS
Las entradas de los proyectos renovables se enfrentan a temas como los retrasos en los trámites con las diferentes entidades.

Un ejercicio del gremio mostró que los proyectos que ya han recibido todos sus permisos se han demorado entre 3,4 y 6,4 años para cumplirlos. A esto se suma que si requieren licencia ambiental, estos tiempos incrementan en unos 18 meses en promedio.

El ejercicio también encontró que en caso de que se hubieran seguidos los plazos máximos establecidos para cada trámite, los tiempos se podrían reducir a la mitad.

Por este motivo, la presidente del gremio llamó a que se agilicen los trámites y que se acoten los permisos a los impactos ambientales reales de los proyectos.