El Reino Unido, Francia y Suecia anunciaron el año pasado ambiciosos planes de expansión de la energía nuclear
FELICITY BRADSTOCK
Varias potencias europeas están avanzando rápidamente en sus planes para ampliar sus sectores de energía nuclear, a pesar de la falta de apoyo de grandes potencias de la UE, como Alemania.
El Reino Unido anunció recientemente planes para su mayor expansión nuclear en 70 años, así como planes para ampliar la vida útil de varias instalaciones existentes.
Francia, por su parte, sigue apostando por la energía nuclear, con planes para construir varios reactores nuevos en los próximos años. Por otro lado, Suecia votó recientemente a favor de la expansión de su sector nuclear, y Hungría avanza en la construcción de una enorme central nuclear.
Este mes, el gobierno del Reino Unido anunció planes para llevar a cabo la mayor expansión de la energía nuclear en el pais en 70 años, con el objetivo de mejorar la seguridad energética, reducir la factura energética de los consumidores y crear miles de puestos de trabajo.
Esta medida llega después de que el Reino Unido experimentara una mayor volatilidad energética tras la invasión rusa de Ucrania en 2022 y las subsiguientes sanciones a la energía rusa.
La Hoja de Ruta Nuclear Civil del Gobierno esboza las ambiciones de energía nuclear del país, incluidos los planes para el importante desarrollo de la nueva central nuclear Sizewell C y su estrategia de reactores modulares pequeños (SMR).
El Reino Unido espera multiplicar por cuatro la generación de electricidad a partir de fuentes nucleares, hasta alcanzar los 24 gigavatios (GW) en 2050, lo que cubriría una cuarta parte de las necesidades eléctricas del país.
Los grandes proyectos a escala de gigavatios, como Sizewell en Suffolk o Hinkley en Somerset, podrían proporcionar electricidad suficiente para abastecer a unos 6 millones de hogares cada uno una vez terminados.
El Gobierno también se comprometió a invertir hasta US$ 379 millones en la producción nacional del combustible HALEU (Uranio poco enriquecido de alto ensayo) necesario para los reactores nucleares avanzados, con lo que dejaría de depender de Rusia para obtenerlo.
Esto podría convertir al país en el primero de Europa en producir HALEU. El Gobierno tiene previsto invertir otros US$ 12,6 millones en el desarrollo de las capacidades de los trabajadores que gestionen las nuevas instalaciones de combustible.
Además del desarrollo de nuevos emplazamientos, la energética francesa EDF ha anunciado recientemente sus planes de invertir otros US$ 1.600 millones de aquí a 2026 para prolongar la vida útil de sus ocho instalaciones nucleares británicas. EDF también podría explotar la nueva central de Sizewell B, de 1,2 GW, durante 20 años más de lo previsto inicialmente, hasta 2055.
"La energía nuclear es el antídoto perfecto para los retos energéticos a los que se enfrenta Gran Bretaña: es ecológica, más barata a largo plazo y garantizará la seguridad energética del Reino Unido a largo plazo", dijo el Primer Ministro británico, Rishi Sunak.
"Esta es la decisión correcta a largo plazo y es el siguiente paso en nuestro compromiso con la energía nuclear, que nos sitúa en la senda para alcanzar la energía neta cero en 2050 de una manera mesurada y sostenible", agregó Sunak.
"Esto garantizará nuestra futura seguridad energética y creará los puestos de trabajo y las cualificaciones que necesitamos para nivelar el país y hacer crecer nuestra economía", completó.
FRANCIA TAMBIÉN AVANZA
Francia, la potencia europea en energía nuclear, también planea ampliar su capacidad nuclear, a pesar de las presiones de Alemania para que invierta en energías renovables en vez de en proyectos nucleares. En marzo del año pasado, el Parlamento francés votó a favor del plan de inversión nuclear del gobierno, con planes para construir seis nuevos reactores nucleares.
Este mes, el Parlamento debatirá la posibilidad de aumentar esa cifra a 14 nuevos reactores, para satisfacer la creciente demanda de electricidad del país. De este modo se apoya el objetivo de Francia de reducir su dependencia de los combustibles fósiles del 60% al 40% para 2035.
El gobierno sueco también respalda la expansión nuclear, ya que su parlamento aprobó en noviembre un proyecto de ley que contempla la construcción de reactores adicionales.
El gobierno del Primer Ministro Ulf Kristersson espera construir dos nuevos reactores nucleares convencionales para 2035. Anteriormente existía un tope de 10 reactores nucleares, que ya se ha suprimido.
Además, se permitirá la construcción de nuevos reactores en emplazamientos situados más allá de donde se encuentran las actuales instalaciones de Ringhals, Forsmark y Oskarshamn.
"El Riksdag comparte la valoración del Gobierno de que la energía nuclear libre de fósiles seguirá desempeñando un papel central en la combinación energética sueca", comentaron desde el Parlamento.
"Las principales razones para ello son el aumento previsto de la demanda de electricidad y la necesidad de eliminar gradualmente los combustibles fósiles, sobre todo por razones climáticas", agregaron.
Mientras tanto, Hungría prosigue la construcción de su proyecto de energía nuclear Paks-2. Los vínculos energéticos del país con Rusia han suscitado numerosas críticas, que han presionado a varias empresas europeas, como la alemana Siemens o la francesa Framatome, para que abandonen el proyecto.
Sin embargo, el desarrollo de Paks es actualmente el mayor proyecto nuclear de Europa, y varias empresas han firmado contratos vinculantes para participar en el desarrollo y explotación de la instalación, que se espera contribuya a la transición ecológica del país.
Mientras algunos países europeos se alejan de la energía nuclear en favor de alternativas renovables, varios consideran que la expansión de la capacidad nuclear de la región es clave para la descarbonización y la consecución de una transición verde.
El Reino Unido, Francia y Suecia anunciaron el año pasado ambiciosos planes de expansión de la energía nuclear, y Hungría está desarrollando rápidamente su enorme central nuclear, en colaboración con varias potencias europeas. Se espera que esto aumente sustancialmente la cantidad de electricidad limpia que se producirá en toda Europa en las próximas décadas.