AXEL MANCINI
En el marco del "Seminario Europeo sobre la cadena de valor del Litio: Oportunidades y Desafíos", Ignacio Celorrio, vicepresidente ejecutivo en Lithium Argentina, abordó los desafíos de llevar proyectos de litio adelante en el país.
Litium Argentina, inicialmente conocida como Lithium Américas, en mayo se dividió en dos empresas de litio nuevas: una enfocada en Argentina (Lithium Argentina) y otra en América del Norte (Lithium Americas -que por el momento no tiene definición específica).
Lithium Argentina se quedó con los activos de litio en el país, incluida la participación del 44,8% en Caucharí-Olaroz, el proyecto Pastos Grandes y el interés en el proyecto Sal de la Puna.
Mientras que Lithium Americas se mantuvo como propietaria del proyecto Thacker Pass en el condado de Humboldt, Nevada, así como de las inversiones de la empresa en Green Technology Metals y Ascend Elements.
LOS DESAFÍOS DEL LITIO EN ARGENTINA
La construcción de Cauchari Olaroz, en Jujuy presentó múltiples desafíos, según explicó Celorrio. El proyecto, operado por Minera Exar (y conformado por Lithium Americas, Ganfeng Lithium y JEMSE) sufrió cambios y modificaciones durante cuatro años.
"Fueron por lo menos cuatro años de construcción, con muchos cambios en la planta y muchos desafíos en el túnel, con un CAPEX que pasó de US$ 500 millones a US$ 1.000 millones, y con el objetivo de producir 40.000 toneladas. Fueron un montón de desafíos que se iban acumulando para poder hacer realidad este proyecto", comentó el directivo.
En este sentido, Celorrio destacó un fenómeno único en Argentina, donde varios proyectos de litio comenzaron a construirse simultáneamente, superando las barreras típicas de la exploración minera. Sin embargo, advirtió sobre la complejidad de la producción de carbonato de litio, especialmente en la Puna, y la necesidad de abordar desafíos logísticos y de insumos.
"La Puna no es fácil. Son siete horas de rutas casi intransitables para poder construir un emprendimiento industrial, con performance de equipos muy complejas y necesidades de logísticas muy grandes", informó, aunque también destacó "una fuerte capacidad de adaptarse a las necesidades pese a los riesgos".
A pesar de los precios fluctuantes del litio, subrayó que la inversión en el mercado aún no está consolidada. Argentina ha superado las etapas de exploración y construcción, pero ahora se enfrenta al desafío de ser un productor confiable en un mercado en evolución. También destacó la importancia de la diversificación de inversiones y la necesidad de mantener costos eficientes.
"Una de las características que ha tenido la inversión de litio en Argentina es un poco colorblind respecto a nacionalidad, con lo cual uno tiene Norteamérica, Europa, Asia o Australia. La tiene bastante diversificada", dijo.
Aunque agregó que "esto no debe ser algo complaciente, sino enfocar cómo esto se hace de una manera tan eficiente que el bloque de seguridad, es decir, el piso sobre el cual yo quiero armar mi edificio, esté seguro".
Para finalizar, el directivo dijo que "encontrar litio no es tan complicado" y que "ser un productor confiable es muy importante y es lo que hace la base de, no es solo producir 200.000 toneladas, sino saber que al que se lo vendemos puede confiar toda su transformación energética en esa cadena, con una fluidez de insumos y logísticas que pueda soportar ser un productor confiable, y un sistema eléctrico que lo pueda bancar".
"Son muchísimos desafíos que tienen que ser concentrados y aislados para que esta oportunidad argentina realmente funcione. Es importante entender las necesidades del sector, ser fuertes donde podemos ser fuertes, y obviamente soñar a más, pero con sueños juntos", completó.