LUCIANA PAZ
Con una inflación del 744,7%, en los cuatro años de Alberto Fernández y una pobreza del 38,9%, según el informe de la UCA, Argentina pasó las elecciones generales y en noviembre elige entre fijar al actual ministro de economía como presidente o fijar al polémico Javier Milei y su propuesta "libertaria".
Hasta la mañana del lunes con el 98,51% de las mesas escrutadas, Sergio Massa, (36,68%) y Javier Milei (29,98%) se perfilan como las opciones para la segunda vuelta de noviembre, atrás quedaron Patricia Bullrich con 23,83%, Juan Schiaretti con 6,78% y Myriam Bregman con 2,70%.
Con una llegada al voto joven con propuestas tan novedosas como inciertas, Milei pasó de ser un personaje de televisión a ser la segunda mayor fuerza política del país. Con una campaña focalizada en redes sociales, para mostrarle a aquellos que no vivieron la hiperinflación y el corralito pero que buscan un país diferentes, el líder de la Libertad Avanza impuso su rugido con un proyecto político que tiene como premisa la reducción del Estado -incluyendo salud y educación- para incentivar la llegada de inversiones a través de capitales extranjeros.
Haciendo frente a una economía en picada y a un presidente ausente, Massa se despegó de la figura de Cristina Kirchner y mostró su capacidad de imponerse a lo nuevo y a un JxC que no logró ser una opción viable de cambio. Con un discurso moderado, más cerca de un peronismo conciliador que de un kirchnerismo combativo y un "plan platita" para sostener la economía a diciembre, habrá que ver a quién le estalla la bomba, Massa logró revertir una mala elección de las PASO.
La Libertad Avanza le sacó a JxC la característica de ser una opción distinta al kirchnerismo. Patricia Bullrich no logró consolidar su imagen como una opción viable y ordenada para una Argentina mejor, sus planes se quedaron entre la contención de Sergio Massa y el extremismo de Javier Milei.
Según el editorial de Carlos Pagni en La Nación, "Sergio Massa tuvo un doble triunfo en las elecciones generales. Salió primero, contra casi todos los pronósticos. Y, lo más importante, corroboró su hipótesis maestra: la irrupción de Javier Milei tenía como destino principal dividir el frente opositor. Es decir, cumplir el rol que él mismo, Massa, desempeñó entre 2013 y 2017 frente al kirchnerismo y que fue determinante de la llegada de Mauricio Macri al poder. Olvidar esta configuración electoral haría perder de vista un mensaje importante de las urnas: el peronismo tuvo una muy mala performance".
Las elecciones generales dejaron la evidencia que una Argentina pobre, donde llegar a fin de mes es una tarea difícil -y hasta imposible-, los yates y la corrupción no importan mientras haya propuestas para llenar los bolsillos y las bocas todos los días. Los videos de Martín Insaurralde ostentando el uso del dinero público quedaron en el historial de las redes sociales pero no llegaron a las urnas, de hecho en el municipio de Lomas de Zamora su partido consiguió más del 50% de los votos.
¿Y ahora? Y ahora resta esperar, reflexionar y pensar, no sólo en el país que queremos que le queden a las generaciones futuras sino en el que queremos vivir en el corto plazo.