El metal es un componente crucial de las baterías de los vehículos eléctricos
MITCHELL FERMAN
Exxon Mobil está experimentando con la extracción de litio de las aguas residuales producidas en el proceso de fracturación hidráulica (fracking), mientras la mayor petrolera estadounidense explora vías para introducirse en el mercado de este metal para baterías.
Aunque sus actividades con el litio se encuentran en una fase inicial, la producción del metal a gran escala sería un gran negocio incluso para una empresa del tamaño de Exxon.
El metal es un componente crucial de las baterías de los vehículos eléctricos y las proyecciones a largo plazo apuntan a un inminente déficit de suministro mundial.
El litio se ha producido tradicionalmente a partir de minas de roca dura en Australia y agua salada en Sudamérica, pero las perspectivas alcistas de la demanda han espoleado varios intentos de extraerlo de recursos no convencionales, como yacimientos petrolíferos y salmueras geotérmicas.
Exxon está estudiando cómo aprovechar su experiencia en la fracturación de petróleo y gas a partir de roca de esquisto, que implica el uso de grandes volúmenes de agua.
"Una de las ventajas del litio procedente de las salmueras del subsuelo es que consume mucha menos energía y produce menos emisiones que, por ejemplo, la extracción de roca dura que es habitual hoy en día", dijo Matt Crocker, vicepresidente de la división de soluciones con bajas emisiones de carbono de Exxon.
"De hecho, tiene asociados algunos beneficios ESG bastante buenos", agregó Crocker.
Exxon ha mantenido conversaciones con fabricantes de automóviles, entre ellos Tesla, para suministrarles litio, según dijeron en julio personas familiarizadas con el asunto.
La empresa también ha adquirido derechos de perforación en partes de Arkansas con vistas a producir litio, según informó en mayo el Wall Street Journal.