Al primer trimestre de 2023, el Producto Interno Bruto (PIB) del sector petróleo y gas reportó una variación del -2,5%, pues se ubica en el último lugar de las 12 principales actividades económicas del país, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Especialistas consideran que el decrecimiento en este sector estratégico se explica por la disminución de la producción y las exportaciones de gas natural. Advierten que esta tendencia se mantendrá hasta que el gobierno modifique la Ley de Hidrocarburos.
Según destacó Josue Hinojosa en Los Tiempos, durante la presentación del informe sobre el crecimiento económico, el ministro de Planificación, Sergio Cusicanqui, destacó que el PIB nacional creció en 2,3% al primer trimestre de 2023, impulsado por sectores como servicios, transporte y almacenamiento, electricidad, construcción, establecimientos financieros, servicios de administración pública, comercio, agropecuaria, entre otros.
“Todos los sectores, a excepción del sector de petróleo y gas natural, han registrado cifras positivas”, dijo el ministro.
En opinión del economista Luis Fernando Romero, el decrecimiento del sector petróleo y gas se explica por la disminución de los volúmenes de exportación de gas natural, además de la disminución del precio internacional del petróleo en comparación al año pasado.
Romero indicó que esta disminución se observa desde el año 2014, cuando los precios comenzaron a bajar. También a partir de ese año, la producción de gas natural descendió por una declinación natural de los campos.
“Si un sector económico está produciendo y exportando menos, está aportando menos a la economía”, dijo, a tiempo de mencionar que el aporte del sector petróleo y gas sigue siendo importante pese al decrecimiento demostrado en el primer trimestre de 2023.
El decrecimiento de este sector también se explica en los valores de exportación de gas natural. El último reporte del INE señala que, entre enero y junio de 2023, las ventas externas de gas natural cayeron en 25,1% en comparación a similar periodo del año pasado, pues bajaron de 1.430,5 millones de dólares a 1.070,9 millones (ver infografía).
Del mismo modo, las exportaciones de GLP experimentan un considerable descenso. En el mismo periodo disminuyeron de 43,6 millones de dólares a 14,7 millones, es decir, una caída del 66,2%.
Por otra parte, respecto al contrato de compra-venta de gas natural entre Bolivia y Argentina, "tiene los años contados", según la secretaria de Energía de Argentina, Flavia Royon, quien ratificó que Bolivia está planteando “finalizar” el contrato antes de 2026.
Según la funcionaria, en las negociaciones que se sostienen con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para nuevas adendas al contrato, la petrolera boliviana sostuvo que ya no “está en condiciones” de cumplir el acuerdo.
“Estamos negociando la adenda de ese contrato, y Bolivia manifiesta no estar en condiciones de cumplirlo como estaba previsto hasta 2026. Ellos están pidiendo de hecho finalizar antes el contrato”, aseveró Royon.
En la segunda quincena de julio, a través de la Resolución 606/2023, la Secretaría de Energía del Ministerio de Economía de Argentina informó que YPFB notificó a Energía Argentina (Enarsa) que no garantiza los despachos de gas natural a ese mercado desde 2024 y que el servicio “pasará a condición de interrumpible en su totalidad”.
Por este motivo, el gobierno argentino tomó sus previsiones y determinó garantizar los fondos necesarios para ejecutar el “Proyecto de Reversión del Gasoducto Norte-Obras Complementarias al Gasoducto Presidente Néstor Kirchner”.
Las autoridades bolivianas, entre ellas el presidente Luis Arce, ministros, viceministros de Estados y petroleras reconocieron que Bolivia atraviesa una declinación en la producción de gas porque durante las gestiones pasadas no se realizaron inversiones en exploración de nuevos campos.
