En base a información pública en torno a las inversiones, la producción y su gobierno corporativo, entre otras cosas, CESCO analizó los principales resultados de Codelco, concluyendo que, de mantener la actual trayectoria, el alza de la deuda de la estatal podría llevar a la empresa a una potencial insolvencia.
Considerando su rol estratégico para el desarrollo del país -el que debe mantenerse-, el centro de estudios convoca a una reflexión profunda en conjunto para enfrentar esta situación e impulsar el futuro de la empresa de todos los chilenos.
Con un nivel de endeudamiento que alcanzó durante el primer semestre del año los US$ 18.000 millones -y que podrían alcanzar más de US$ 30.000 a 2027 y, probablemente, US$ 35.000 millones al comenzar la siguiente década-, y un sobrecosto de un 54% en sus proyectos estructurales que alcanzan los US$ 15.000 millones, Codelco enfrenta un complejo escenario para lograr mantener sus niveles de producción.
Las razones que estarían llevando a la estatal a estos niveles de endeudamiento son múltiples, señala el documento “Las interrogantes del presente y futuro de Codelco”, elaborado por el Centro de Estudios del Cobre y la Minería (CESCO).
Entre estas, se menciona la baja en su producción por, entre otras cosas, la disminución de la calidad de sus depósitos por el envejecimiento de sus yacimientos y las caídas en las leyes de mineral. A esto se sumaría la gestión de la estatal y de sus 6 divisiones, que han pasado por una alta rotación de sus directores y altos ejecutivos, además de su política de financiamiento.
“Reiteramos que un Codelco sólido y eficiente es clave para el desarrollo de la minería en Chile y esto obliga a todos los estamentos de la Corporación, y a quienes apoyamos el rol estatal, a alinearnos en trabajar proactiva y positivamente para poner lo antes posible a Codelco en la posición de liderazgo que ha tenido por más de 50 años”, señalan desde CESCO, y añaden que es “clave convocar a una reflexión profunda sobre el futuro de Codelco, plantear opciones distintas de gobernanza, incluida su organización, sus sistemas de control y fiscalización, y un replanteamiento de objetivos”.
PRODUCCIÓN, COSTOS Y DEUDA
Para entender la profundidad de la caída en la producción de Codelco, se analizaron los presupuestos productivos de la estatal informados a DIPRES entre 2010 y 2022, respecto a las producciones reales de dichos años, donde se observa una pérdida productiva acumulada de alrededor de 607 mil toneladas.
Asimismo, y recogiendo los últimos resultados de la estatal, si se extrapola al cierre de este año, “el déficit productivo acumulado podría llegar a valores entre 679 a 769 mil toneladas, comparado con el presupuesto productivo informado a DIPRES a fines de 2022”, señala el documento.
“Contradictoriamente -con dicha caída en la producción-, Codelco ha incrementado sistemática y significativamente el monto anual en inversiones, lo que nos lleva a profundizar en la evaluación de la eficiencia de dicho gasto”, se lee en el documento.
El análisis señala además que el costo neto a cátodo de la estatal se ha incrementado significativamente, donde “el costo C3 ha pasado de 128,1 cUSD/lb en 1990 (en dólares constantes de diciembre 2022) a 282,5 cUSD/lb en 2022 y a 395 cUSD/lb en el primer semestre de 2023, un aumento real de más de 300%, mientras que la ley mineral ha caído un 51% en el mismo periodo”.
Al cierre de 2022, la estatal llevaba una deuda financiera en torno a los US$ 17.369 millones, y de US$ 18.459 millones a fin de el primer semestre de 2023, la que ha ido en aumento desde 2008.
“Lamentablemente este incremento de la deuda no está correlacionado con un aumento de la producción, ya que, si bien la deuda ha aumentado un 18% en los últimos cincos años, la producción de Codelco ha caído en torno al 17%”. Desde la empresa han informado que esta seguirá cayendo hasta el 2025.
PROYECTOS ESTRUCTURALES
Con el propósito de extender la vida útil de sus operaciones, Codelco impulsó hace más de una década una serie de proyectos estructurales. Es así como entre 1993 y 2003 la estatal invertía US$ 571 millones anuales, cifra que aumentó significativamente a US$ 1.836 millones anuales entre 2003 y 2012. Por último, entre 2013 y 2022, la inversión anual alcanzó los $3.560 millones.
En el caso particular de los “Proyectos Estructurales”, y de acuerdo con lo declarado en enero de 2023, de los US$ 15.000 millones que representan la inversión de Chuquicamata subterránea, Traspaso Andina, Rajo Inca y Nuevo Nivel de El Teniente, aproximadamente US$ 5.000 millones se explican por sobrecostos, “lo que sumado a la menor producción asociada a retrasos y otros problemas operacionales, presentan un panorama preocupante en cuanto a la capacidad de autofinanciarse al mediano plazo”.
PRINCIPALES CONCLUSIONES
Desde CESCO reflexionan en torno al sentido de seguir forzando a la empresa a llegar a una producción de 1,8 millones de toneladas con el objetivo de seguir siendo la mayor productora de cobre del mundo. “Tal vez sea mucho más interesante transformarse en ser la mejor y más rentable para todos los actores involucrados”.
Asimismo, señalan que es urgente revisar su política de endeudamiento, dado que si las promesas de valor en cuanto a producción no se cumplen, se “puede llevar a una situación de insolvencia de la empresa poniendo en peligro su viabilidad financiera”.
Añaden que las capitalizaciones realizadas por el Estado no han sido suficientes, por lo que se debe “pensar en nuevas formas de financiamiento donde se pueda explorar la asociación con privados con pactos de accionistas que protejan el interés de la Corporación”, como la reciente alianza para la exploración y desarrollo de Agua de la Falda con Rio Tinto.
“Considerando que con US$ 18.000 millones de una creciente deuda y un capital de US$ 11.700 millones, existe un serio riesgo de pérdida de valor de la principal empresa de Chile”.
Asimismo, se señala que es necesario analizar “la estructura monolítica con un directorio que debe ser capaz de cubrir en la práctica las 8 divisiones y sus correspondientes proyectos, con los desafíos técnicos, ambientales y sociales de cada uno pareciera ser insuficiente y es imperante analizar si es la forma óptima de administrar la empresa”.
El análisis concluye que es necesario “cuestionar el riesgo de la pérdida de foco que puede significar diversificar sus operaciones hacia el litio, en un momento donde sus operaciones y proyectos viven uno de los momentos más complejos de sus 52 años de historia y donde las proyecciones de demanda de cobre para las siguientes décadas imponen una oportunidad única para Codelco y para el país”.