La minería metálica creció 7,3% en el primer cuatrimestre del año, pero las inversiones se retraen 19,2% ante ausencia de grandes proyectos
JORGE FALEN Y CHRISTIAN SILVA
Entre enero y abril de este año, la minería ha sido uno de los sectores con mayor dinamismo en PBI nacional; sin embargo, la inversión total en este rubro va mostrando un retroceso respecto a períodos anteriores. Mientras la actividad minera creció un 20,8% en abril y en los cuatro primeros meses acumuló una expansión de 7,3% respecto al mismo período del año anterior, las nuevas inversiones en este lapso sumaron US$1.170 millones, cifra menor en casi 19,2% respecto al primer cuatrimestre del 2022.
La divergencia entre ambos indicadores también continuaría en los siguientes años. La puesta en marcha del proyecto Quellaveco (Moquegua) ha impulsado el PBI minero, el cual registraría este año una expansión de 8,3%, cifra mayor a la caída de casi 1% del año anterior, y se expandiría 2,4% en el 2024, según proyecciones del Banco Central de Reserva (BCR).
En contraste, la ausencia de nuevos proyectos mineros de gran escala ocasionaría dos caídas anuales sucesivas de la inversión minera, de casi 19% en el 2023 y de 8,7% en el 2024, y por debajo de la inversión privada total, la cual caería 2,5% este año, pero crecería 1,8% en el 2024.
Teodoro Crisólogo, economista senior del Instituto Peruano de Economía (IPE), apuntó a que, en términos reales, la inversión minera viene cayendo por once meses consecutivos.
“La inversión minera en términos reales ya acumuló su mes número once en terreno negativo. En abril cayó alrededor de 22% en términos reales respecto al mismo mes del año previo. Y esto básicamente se explica por la ausencia de grandes proyectos de inversión que sustituyan la envergadura de Quellaveco, en un entorno donde todavía se tienen precios de los minerales relativamente atractivos para poder generar inversión minera, pero que lamentablemente es contrarrestado por un deterioro en el clima de negocios en el sector minero peruano”, acotó.
A su vez, Carlos Gálvez, ex presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), explicó que aún continuarán las inversiones de mantenimiento para prolongar la vida de las minas, así como otras para aumentar la producción minera. Sin embargo, apuntó que en este último caso hay demoras en los permisos para la construcción de proyectos, como en el caso de la Ampliación de Toromocho.
“Si el Perú necesita algo es inversión, aumento de la productividad, creación de empleo, más impuestos y más recaudación fiscal para poder resolver los problemas sociales que nos agobian. En eso debería estar el Gobierno y la presidenta Dina Boluarte, deberían estar hablándole a la población de la necesidad de que esto se ejecute”, indicó.
Si bien el BCR proyecta que la inversión minera se va a contraer el 2023 y 2024, aún el panorama para el 2025 es incierto, sostuvo Crisólogo, aunque consideró que por efecto estadístico se comenzaría a moderar la caída de este indicador.
Asimismo, añadió que una menor inversión minera puede limitar al Perú, que es el segundo productor mundial de cobre, en su consolidación como un jugador relevante en el proceso de la transición energética a nivel internacional.
POR REGIONES
La producción de minerales presentan una marcada diferenciación según el metal y la zona geográfica. De enero a abril de este año, la producción de cobre tuvo el repunte más alto, superando los niveles previos a la pandemia, según el último Boletín Estadístico Minero elaborado por el MINEM.
En este período, el procesamiento del metal rojo -que representa la mitad del valor de la exportaciones mineras- superó las 837.514 toneladas, cifra mayor en 16% al primer cuatrimestre del 2022 y en 4,5% al del 2019.
Tanto Gálvez como Crisólogo explicaron que este aumento se debe a la producción de Quellaveco, sumado a que otras minas ya no se ven paralizadas como sucedió el año pasado, como fue en el caso de Las Bambas, Cuajone, Toquepala, entre otros.
“[Con las operaciones cupríferas tradicionales] deberíamos llegar a producir 2,4 millones de toneladas de cobre al año. Si a eso le agregamos las 300.000 toneladas que aportaría Quellaveco, deberíamos apuntar a producir 2,7 millones de toneladas. Ese es el objetivo que deberíamos cumplir”, indicó Gálvez.
Justamente, la producción en Quellaveco representa el 9,8% del total de cobre que se produjo en el país entre enero a abril, cerca al 10% de Las Bambas. La operación minera de Anglo American ha colocado a Moquegua en la disputa por el segundo lugar en la producción cuprífera nacional, cerca a los niveles registrados por Áncash. Arequipa aún sigue siendo la principal región productora.
Sin embargo, Gálvez apunta a que sin inversión en nuevos proyectos mineros, la producción cuprífera peruana oscilaría entre los 2,5 millones y los 2,7 millones de toneladas. En ese sentido, sostuvo que el Perú continúa con una producción de 2,4 millones de toneladas del metal rojo desde antes de pandemia “y nosotros ya deberíamos estar acercándonos a las 5 millones de toneladas”.
En tanto, la producción aurífera aún no recobra los montos registrados antes de la pandemia. En los primeros cuatro meses del 2023, el procesamiento de oro solo alcanzó los 29,5 millones de gramos finos, un 2,4% menos que el 2022 y en 30% respecto al primer cuatrimestre del 2019. En el arranque del año, La Libertad se mantiene como el primer productor nacional del metal, mientras que la participación de Cajamarca ha disminuido y ahora ocupa la cuarta posición. En el 2019 esta región disputaba el primer lugar con su par del norte.
Crisólogo señaló que esta caída se debe a que hay menores leyes en minas ubicadas en departamentos como La Libertad. A su vez, Gálvez explicó que la producción aurífera continuará disminuyendo, dado que no se han permitido la construcción de nuevos proyectos, siendo aprovechado ello por la minería ilegal, mencionando el caso de Tambogrande, en Piura.
HORIZONTE INCIERTO
Si bien la cartera de inversiones mineras actualizada por el Ministerio de Energía y Minas (MINEM) asciende a US$ 53.715 millones, solo el 17% (US$9.006 millones) tiene una fecha estimada de inicio.
En este grupo está Yanacocha Sulfuros (Cajamarca), el proyecto más importante a mediano plazo con una inversión de US$2.500 millones, pero cuya inversión se ha aplazado nuevamente según la empresa encargada, Newmont Mining. El martes pasado, esta empresa anunció que la decisión de ejecutarla se determinará en dos años, cuando antes estaba previsto su inicio para mediados del 2024.
La falta de inversiones a gran escala impactará la producción de los principales metales de exportación. Tal es el caso del cobre, donde el monto extraído a nivel local (que actualmente es el segundo más grande del mundo después de Chile) está cerca de ser alcanzado por la República Democrática del Congo.
Según estimaciones del banco central de la nación africana, en el 2022 se habrían producido 2.360 miles de toneladas métricas, cifra inferior en solo 3,6% a las 2.445 miles de toneladas reportadas por el MINEM.
En los últimos cinco años, la producción del país africano creció a una mayor velocidad que la peruana. Mientras este indicador creció en más de 115% en el país africano, a nivel local se mantuvo estancando, expandiéndose solo 0,2% en dicho período.