“La Unión Europea es uno de nuestros principales socios internacionales, no sólo en términos comerciales, sino también culturales y políticos”, dijo el presidente de Chile, Gabriel Boric
Con una inversión de 25 millones de euros (unos US$ 243 millones), la Unión Europea promoverá el desarrollo del hidrógeno verde en Chile a través del fondo Team Europe.
Luego de los acuerdos firmados en Argentina, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen suscribió, junto al presidente de Chile, Gabriel Boric, dos nuevas instancias de cooperación entre la Unión Europea y Chile, que contribuirán al desarrollo de la industria del hidrógeno renovable en Chile.
La mayor parte de los recursos que recibirá Chile procederán del “Fondo Team Europe de Hidrógeno Renovable en Chile” que combina una subvención de 16,5 millones de euros de Instrumento para Inversiones en América Latina, 100 millones de euros en créditos por parte del Banco Europeo de Inversiones y otros 100 por parte del Banco de Desarrollo Alemán (KfW), y será gestionado por la Corporación chilena de Fomento de la Producción (CORFO).
"El mercado del hidrógeno verde es 'sky rocketing', tiene tremendas potenciales y Chile es uno de los países mejor posicionados para tomar el liderazgo", indicó Boric, que aplaudió que sus socios europeos "reconozcan este liderazgo" y apoyen al país en su plan para transformarse en "los productores de hidrógeno verde más competitivos del planeta de cara al 2030".
El proyecto cuenta con un presupuesto de 4 millones de euros de la Unión Europea, complementado con otros 4 millones de euros por parte del Ministerio Federal Alemán de Economía y Protección Climática (BMWK). Mientras que el Fondo combina una subvención de 16.5 millones de EUR de la Facilidad de Inversión para América Latina y el Caribe de la Unión Europea —EU LACIF— y 200 millones de euros en créditos por parte del Banco Europeo de Inversiones y KfW (donde aportan 100 millones de euros cada uno).
"Esta industria va a aportar una cadena de valor que incluye conocimiento, capacitación de trabajadores, tecnologías de primer nivel y, además, respeto y cuidado por la naturaleza. Es un proyecto con sentido", precisó el presidente chileno.
Ambas iniciativas son parte de la plataforma Team Europe para el Desarrollo de Hidrógeno Renovable en Chile, que apoyará la industria chilena del hidrógeno renovable para fomentar la cooperación con el país suramericano en el desarrollo de esta economía y contribuir a alcanzar el objetivo de 100 % de energías limpias para 2050.
Según la Estrategia Nacional del Hidrógeno (ver documento relacionado) del país trasandino, en 6 años, Chile ha quintuplicado su capacidad de generación de esas fuentes y se proyecta que, al 2030, hasta el 70% de su matriz eléctrica sea renovable. La creciente inversión en estas energías, así como en almacenamiento y en infraestructura de transmisión, es una señal inequívoca de una transición decidida a un sistema eléctrico más sostenible.
Según el informe elaborado junto a McKinsey, el hidrógeno verde producido en el Desierto de Atacama y en la Región de Magallanes tendría el costo nivelado de producción* más bajo del mundo al 2030. La calidad de los recursos renovables de esas zonas habilitarán una producción competitiva a gran escala.
Chile es uno de los mayores beneficiarios de las financiaciones del Banco Europeo de Inversiones (BEI) en América Latina. Desde 1994, cuando la UE comenzó a trabajar en el país suramericano, ha aportado más de US$ 835 millones.
"Hemos dado un paso más en el camino importante en la cooperación y el multilateralismo entre la Unión Europea (UE) y Chile mediante la firma de dos instrumentos que impulsan la industria del hidrógeno verde en nuestro país, cuyo desarrollo va a aportar una mejor calidad de vida a las y los chilenos", dijo Boric.
“Son buenas noticias para nuestros compatriotas, pero también para el mundo porque la industria del hidrógeno verde ofrece grandes oportunidades de avanzar más rápido hacia una matriz energética verde. Son dos instrumentos que impulsarán la industria del hidrógeno verde en nuestro país, cuyo desarrollo, sin duda, va a aportar a mejorar la calidad de vida de las y los chilenos”, explicó.
Von der Leyen apuntó que la UE, cuarto socio comercial y principal inversor de Chile, ha decidido para el año 2030 "no solo producir hidrógeno verde, sino importar 10 millones de toneladas por año".
La ventajosa posición geográfica, las condiciones climatológicas y una competitiva producción de energía solar y eólica necesaria para obtener el hidrógeno verde sitúan a Chile como uno de los líderes en el mercado del llamado "combustible del futuro".
LAS ETAPAS PARA EL HIDRÓGENO EN CHILE
Etapa 1 2020-2025. Activar la industria doméstica y desarrollar la exportación.
Se iniciará una industria local mediante esfuerzos y regulación que incentiven la producción y que fomenten la demanda de este elemento limpio y sus derivados. El foco estará en las aplicaciones que se encuentren más cerca de mercado y/o que presenten una demanda establecida, concentrada y de gran escala. Así, se generará conocimiento, escala, infraestructura y cadenas de suministro que permitirán a Chile acceder a mercados de exportación.
Etapas II y III: 2025-2030 y 2030. Escalar para conquistar mercados globales.
Etapa II: Apalancar la experiencia local para entrar con fuerza en mercados internacionales. Se levantará una industria de producción y exportación de amoniaco verde mediante la atracción y promoción de consorcios de escala de GW. Sse establecerán acuerdos para acelerar el desarrollo de la exportación de hidrógeno.
Etapa III: Explotar las sinergias y economías de escala para avanzar como proveedor global de energéticos limpios. A medida que otros países refuercen sus iniciativas de descarbonización y se desarrollen nuevas tecnologías, el mercado de exportación escalará y se diversificará. Las nuevas aplicaciones incluirán el uso amoniaco verde en el transporte marítimo y los combustibles sintéticos en la aviación.
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