El mediano plazo no se ve tan halagüeño para esta actividad. ¿Qué pasa con el sector?
El Banco Central de la República de Perú presentó la Encuesta Mensual de Expectativas Macroeconómicas con una expectativa de inflación para 2023 de 4,90 a 6%
Según las cifras oficiales, para 2024, se mantuvo entre 3 y 4%. Para 2025, los analistas económicos ubicaron sus expectativas dentro del rango meta, y el sistema financiero en el límite superior de dicho rango. De acuerdo al BCR, la inversión privada descendió en 12% durante el primer trimestre de 2023 tanto por la contracción en términos reales de la inversión minera (-23.2%), como por la caída de la inversión proveniente de otros sectores (-11%).
Este resultado se atribuye a paralizaciones y menor confianza empresarial como consecuencia de los conflictos sociales, así como a la ausencia de nuevos megaproyectos mineros, según informó la entidad monetaria.
Según todos los agentes consultados mantuvieron sus expectativas de crecimiento de PBI para 2023. Así, dicha variable se mantuvo en un rango de 1,9 y 2,3 por ciento. Para 2024, los analistas económicos revisaron al alza sus expectativas de crecimiento del PBI; y el sistema financiero, a la baja, por lo que la referida variable se mantuvo en un rango de 2,5 y 3,0 por ciento. Para 2025 se espera un crecimiento entre 2,9 y 3,0 por ciento.
En lo que respecta al tipo de cambio, todos los agentes redujeron sus expectativas de tipo de cambio para cada horizonte de proyección, con excepción de las empresas no financieras para fines de 2023. Así, la expectativa de tipo de cambio para el cierre de 2023 se redujo a un rango de S/3,70 a S/3,80 por dólar, mientras que para el cierre de 2024 se redujo a un rango de S/3,75 y S/3,80 por dólar. Para fines de 2025, los agentes esperan que el tipo de cambio se sitúe entre S/3,70 y S/3,85. A 12 meses, para el promedio de analistas económicos y del sistema financiero, pasó de S/3,82 por dólar en marzo a S/3,76 por dólar en abril.
La expectativa de la tasa de interés de referencia para fines de 2023 se mantuvo entre 6,50 y 6,75 por ciento. Para 2024, los analistas económicos incrementaron sus expectativas sobre esta variable, que pasó a un rango de 4,50 y 5%. Para 2025, los agentes esperan que la tasa de interés de referencia se ubique en 4,00 por ciento.
En mayo, los indicadores de situación actual registraron resultados mixtos. Mientras que el nivel de producción, la demanda respecto a lo esperado y los días de inventarios no deseados se recuperaron, se registraron deterioros en ventas y órdenes de compras. Por su parte, la mayoría de los indicadores de expectativas se recuperaron. En particular, las expectativas a 12 meses registraron mayor recuperación que aquellas a 3 meses, con excepción de las previsiones de inversión. En el mes, 8 indicadores de un total de 18 se ubicaron en el tramo optimista, mientras que dicha cifra fue de 7 en el mes previo. Los indicadores de expectativas de precios de insumos y de venta a 3 meses se redujeron respecto al mes previo
MINERÍA E HIDROCARBUROS
Las expectativas de la minería e hidrocarburos sobre la economía a 12 meses bajó a 46.9 puntos en mayo, es decir se colocó en tramo pesimista (menos de 50 puntos es terreno negativo). La expectativa sobre su sector a 12 meses sigue la misma tendencia: la minería e hidrocarburos es el único pesimista (bajó de 50 a 40.6 puntos).
Según el Ministerio de Energía y Minas (Minem) informó que, entre enero a marzo, la inversión en el sector minero ascendió a US$ 835 millones, monto inferior en US$ 198 millones a lo registrado en el primer trimestre del año previo.
A pesar de ello, la caída interanual de la inversión minera se debió principalmente a desembolsos más bajos en planta beneficio, infraestructura y desarrollo y preparación. También este descenso responde a la ausencia del efecto de Quellaveco. Este proyecto minero entró en operación a finales del tercer trimestre de 2022.
Manufactura y construcción, por el contrario, mejoraron, y son optimistas; mientras que comercio y servicios cayó o se mantuvo, respectivamente, pero se mantuvieron en de terreno positivo.
Tampoco hay optimismo para la inversión (40.6) y la contratación (43.8) a 12 meses en el caso de la minería e hidrocarburos. En estos dos indicadores, los otros sectores también registraron algunas caídas, pero se mantienen ‘en azul’.
Esta actividad extractiva fue una de las más golpeados en los dos primeros meses del 2023: en enero se contrajo 3.61% principalmente como consecuencia del golpe de la crisis política y de convulsión social, con acciones colectivas de protesta, lo que impactó en la producción; y en febrero creció solo 0.27%. Pero en marzo se inició su recuperación, creció 9.28%, y en abril se incrementó 17.41%.
En el caso de la inversión minera, los resultados siguen ‘en rojo’. Después de crecer en el primer y segundo trimestre del 2022, esta inversión cayó los tres trimestres siguientes. Entre enero y marzo de este año, la contracción fue de 23.2%.
Solo cuando hablamos de demanda, la minería e hidrocarburos se destaca. Todos los sectores son optimistas en este indicador, principalmente servicios.