“El cobre y el oro están más caros. Como país deberíamos perseguir proyectos porque nos van a ayudar a una planificación fiscal más amplia”, dijo
Víctor Gobitz lidera una de las grandes mineras del sector y preside uno de los principales gremios empresariales del país, la SNMPE. Bajo ese contexto, el expresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú conversó con Perú21 y adelantó una propuesta para destrabar inversiones en el corto plazo.
- Algunos dicen que la minería ha salvado el PBI en marzo. ¿La ausencia de conflictos y bloqueos de carreteras ha demostrado el potencial de la minería?
- Creo que, en general, se ha demostrado que la minería tiene una capacidad operativa que le permite manejar una crisis climatológica como la que sufrimos. Eso creo que es lo que ha hecho la diferencia: hemos podido mantener la producción y restablecer la logística vial en el país.
- En el trimestre sí hubo un impacto. ¿De qué forma esto podría repercutir en lo que resta del año?
- En las operaciones siempre hay una especie de holgura operativa y todos van a tratar de desarrollar acabado el periodo de lluvias. Porque, acabado ese periodo, el equipo que opera en superficie se desplaza a mayor velocidad. En minas subterráneas es un poco distinto, pero todos van a tratar de recuperar el impacto por el fenómeno climático.
- En el informe de la CIDH se mencionaba que los recursos de la minería como actividad extractivista no estaban llegando a las regiones. ¿Cómo lo toma usted?
- Somos un grupo tolerante. Esa opinión es peyorativa, por decir que es extractivista. Da la impresión de que el cobre y el oro están para recogerlos de la tierra y no es así. La actividad (minera) es más compleja que eso. Está claro también que la robustez macroeconómica del país se explica por la actividad minera.
La transferencia de fondos es un hecho, vía canon minero, pero no se está dando el cierre de brechas. Y, más allá del diagnóstico, tenemos que trabajar todos. Es una opinión que no es vinculante (el informe de la CIDH), que refleja una opinión que la respeto, pero no la comparto.
- ¿Cuál sería el camino para que los recursos que se generan desde la minería lleguen al ciudadano?
- En el largo plazo tenemos que lograr que todos los ciudadanos, y me incluyo, votemos mejor. No votemos por caudillos, sino por programas de trabajo y por personas o políticos que tengan una visión de Estado.
En el corto plazo, ¿qué hacemos? Creo que todos estamos haciendo el esfuerzo de acompañar a los gobiernos regionales o locales para que sean más robustos en la planificación y en la ejecución de proyectos. Va a tomar tiempo.
- Desde el MEF se ha dicho que quieren coordinar con el Minem para destrabar proyectos y atraer la inversión. ¿Siente que es parte de los mensajes de confianza que dan los gobiernos de turno o hay una acción que se está trabajando de manera detallada para atraer la inversión?
- El discurso siempre está presente, pero la acción concreta en el corto plazo es que las diferentes entidades opinantes como Senace, ANA y Senarp tengan los suficientes recursos humanos para atender con agilidad los requerimientos y las revisiones. Creo que eso se puede hacer rápido desde el lado del Ministerio de Economía.
En el mediano o largo plazo hay que ver cómo, a través de esas mesas ejecutivas, se logra consenso en simplificar. Y simplificar no es bajar el estándar, sino que es ganar agilidad en los trámites y diferentes opiniones que tienen diferentes entidades que opinan sobre un mismo proyecto. Eso es algo más a mediano plazo, pero tenemos que hacer ese esfuerzo en las mesas ejecutivas también.
- ¿Entonces el MEF debería permitir que entidades como el ANA o Senace tengan temporalmente más personal para destrabar la inversión?
- Sí, eso es lo más inmediato. Cualquier otra solución (a corto plazo) va a ser más compleja y va a tomar más tiempo. Lo concreto es que tengan los presupuestos para tener personal calificado que resuelva de forma ágil los diferentes expedientes en trámite (…). Lo hemos conversado con el ministro (de Economía) Alex Contreras.
- El proyecto Zafranal ya recibió su EIA. ¿Esto muestra celeridad en el avance de proyectos mineros o, bajo una mirada a mediano plazo, estamos más bien fuera de tiempo?
- Es un reflejo de lo que ya se había empezado, pero no hay que olvidar que el Perú es el segundo productor de cobre. Este año podría llegar a 2.8 millones de toneladas y esa producción ya alcanzada, a través de varias empresas, necesita una inversión de sostenimiento para ampliar la vida y tener mejoras productivas.
Ahí el gobierno podría poner foco porque esos proyectos maduran más rápido y van a impactar en la economía. En cuanto a los proyectos nuevos, salvo Zafranal, Tía María y Magistral, no se ve nada de la dimensión de un Quellaveco.
Hay que hacer una reflexión de cómo ganar eficiencia y que los proyectos comiencen a verse no como algo aislado, sino como un conjunto. Hay una suerte de clúster en el norte: Conga, Michiquillay y Galeno son un distrito minero. Ganarían sinergia si siguieran de forma conjunta o si tuvieran infraestructura como empresas distintas, pero con una estructura común o como un solo gran proyecto que integre a las tres minas.