JP Morgan destronado. Royal Bank of Canada se ha convertido en "prestamista de último recurso" de esta industria
MARTA GONZÁLEZ
A finales de diciembre del año pasado, Canadá fue noticia por comprometerse a poner fin a los subsidios a los combustibles fósiles para cumplir con los objetivos fijados durante la COP26 ( la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático) celebrada en Glasgow en 2021.
Siguiendo esa estela, el gobierno canadiense ha destinado en el presupuesto federal de este año US$ 80.000 millones en forma de nuevos créditos fiscales para impulsar el desarrollo de las energías renovables. En última instancia, el objetivo del país norteamericano es convertirse en una economía verde global.
Sin embargo, no todos los actores implicados están remando en la misma dirección. El ejemplo más claro es el Royal Bank of Canada (RBC), que el año pasado se convirtió en el mayor financiador de esta industria tras robándole el puesto a JP Morgan por primera vez desde 2019.
En los últimos tiempos, los bancos canadienses han asumido cada vez más el papel de "prestamistas de último recurso" de los proyectos relacionados con los combustibles fósiles rechazados por sus homólogos europeos.
En el caso del RBC, eso se tradujo en 2022 en la concesión de US$ 42.100 millones para financiar empresas y actividades altamente contaminantes, entre ellas la extracción de arenas bituminosas y la de gas y petróleo mediante presión hidráulica (técnica conocida como fracking), según se desprende del informe anual Banking on Climate Chaos elaborado por Rainforest Action Network.
En total, las entidades bancarias de Canadá han proporcionado más de US$ 860.000 millones a esta industria desde la firma del Acuerdo de París en 2015.
No obstante, son los bancos de EE.UU. los que siguen dominando este ámbito al otorgar el 28% de toda la financiación que recibieron los combustibles fósiles el año pasado. En ese país, el rey absoluto es JP Morgan. Durante estos siete años, la entidad que dirige Jamie Dimon ha compartido el top 5 de principales prestamistas con Citi, Wells Fargo y Bank of America.
Desde que cientos de países firmasen el Acuerdo de París y se comprometiesen a limitar el calentamiento mundial a muy por debajo de 2 -preferiblemente a 1,5 grados centígrados-, en comparación con los niveles preindustriales, los 60 mayores bancos privados del mundo han otorgado cerca de US$ 5,5 billones a la industria de los combustibles fósiles.
En 2022, fueron más allá y, aunque la financiación se redujo un 16% con respecto al año anterior, siguieron dando dinero a algunas petroleras que ni siquiera lo había solicitado, pues habían obtenido beneficios históricos, destaca el informe.
Cabe señalar que, de los 60 bancos prestamistas de los combustibles fósiles, 43 forman parte de la Alianza Bancaria Cero Emisiones Netas, entre ellos Royal Bank of Canada y JP Morgan. Además, casi 50 de esas entidades se han comprometido a alcanzar la neutralidad de carbono para luchar contra el cambio climático, pero muchas no cuentan con políticas en materia de financiación de industrias altamente contaminantes como esta.
RBC ha respondido a este informe señalando que "no mide el progreso en el cumplimiento de nuestros objetivos climáticos".
Asimismo, la entidad asegura haber establecido una serie de metas provisionales para reducir las emisiones de los préstamos en tres sectores clave y la creación del Instituto de Acción Climática RBC, destinado a investigar y actuar ante la crisis climática, según recoge el Financial Times.