ERNEST SCHEYDER
Las gigantes de la minería del cobre buscan atraer y retener trabajadores, sobre todo en Estados Unidos, ante la creciente demanda mundial del metal rojo para la transición a la energía verde.
Si bien la resistencia normativa y el suministro de agua han sido algunos de los retos históricos de la industria minera, el acceso al talento ha surgido como otra preocupación.
Dado que los trabajadores optan por empleos menos exigentes físicamente y no en lugares remotos, atraer talento minero es ahora un problema clave para la industria, que enfrenta una oleada de jubilaciones en la próxima década.
Se necesitan trabajadores con aptitudes para construir y dirigir minas que produzcan litio, níquel, cobre y otros metales para alimentar la transición a la energía verde.
La producción de cobre estadounidense de Freeport-McMoRan cayó a finales de 2022 y la empresa espera que baje un 1% este año debido a la falta de talento en un momento de aumento de la demanda de cobre.
La empresa con sede en Phoenix, que tiene más de 1.000 vacantes de empleo en Estados Unidos, ha aumentado los salarios ya lucrativos y ofreció bonos por única vez para atraer y retener a los trabajadores, pero ha comenzado a utilizar contratistas para explotar al menos una mina en el país, dijo el jefe ejecutivo Richard Adkerson.
"Está afectando a nuestras operaciones en cierta medida y a nuestros planes de expansión. Estamos intentando que nuestro trabajo sea lo más atractivo posible para la gente. Pero no es un problema insalvable", explicó Adkerson.
Freeport ha impulsado sus actividades de divulgación entre los estudiantes universitarios y ha renunciado a los requisitos de bachillerato para algunos puestos de supervisión minera, dijo.
También ha ampliado sus contactos con las mujeres, destacando que varias de las mayores minas norteamericanas de la empresa están dirigidas por mujeres.