Adicionalmente la firma canadiense desembolsará una millonaria inversión en un proyecto que aumenta la capacidad de molienda del yacimiento y reduce la vida útil de 25 a 18 años
VALERIA IBARRA
Con sus US$ 7.750 millones de inversión, Quebrada Blanca 2 (QB2), el mayor proyecto minero en construcción en Chile y uno de los más grandes del mundo, ya está en sus últimas etapas. Según señala Teck, la empresa canadiense que lo desarrolla, “estamos comisionando la Línea 1 en la concentradora y realizando los preparativos finales para alimentar los molinos con mineral”.
Según la empresa canadiense, la construcción está esencialmente completada en las áreas de desalinización, gasoductos, energía y minería.
Eso implica que se alcanzará su plena capacidad a fines de 2023, produciendo este año hasta 180.000 toneladas de cobre fino en este ejercicio, para que en el período entre 2024 y 2026 se llegue a 285.000 a 315.000 toneladas anuales.
Considerando la producción actual de Quebrada Blanca, de 11.600 toneladas, y la de Carmen de Andacollo, de 45.000 toneladas, con QB2 la capacidad de Teck Chile se quintuplicará al 2026 y se duplicará la capacidad productiva de Teck Metals.
Con ello, si actualmente está entre las 20 mayores productoras de cobre del mundo, con la nueva operación tiene el potencial de situarse entre las 10 más grandes.
“El proyecto Quebrada Blanca Fase 2 es el proyecto minero de cobre más grande y relevante de Teck. Significa la transformación de la compañía en uno de los actores más importantes de la industria del cobre y es la piedra angular para desarrollar el portafolio de proyectos a futuro que tiene Teck”, señaló Amparo Cornejo, vicepresidenta de Teck Sudamérica.
Esto porque la expansión se da en un contexto de mayor demanda de cobre y pocos incrementos productivos a nivel global, según detalló Teck en presentaciones a inversionistas.
Teck, que recientemente anunció la separación de la empresa en dos, dejando en otra firma el negocio del carbón, tiene los activos de cobre ahora Teck Metals.
“Teck Resources se convierte en Teck Metals, el productor de metales básicos de alta calidad y bajo costo en las Américas”, señaló la empresa en una presentación corporativa, donde se destaca además que posee “una cartera de crecimiento de cobre bien financiada y líder en la industria, que está significativamente infravalorada en relación con sus pares”. Ello en un escenario, resaltó la empresa, en que sus pares casi no han aumentado producción.
Uno de los puntos que destaca de QB2 es sus bajos costos. Según Teck, el costo unitario neto en efectivo es de US$1,40 a US$ 1,60 por libra de cobre, situándose en el segundo cuartil de costos.
“SÓLIDAS RELACIONES LOCALES”
La firma también resalta que entre sus activos se encuentran “acuerdos comunitarios vigentes y sólidas relaciones locales”.
De hecho, Teck ha sido una de las pocas mineras destacadas por el Presidente Boric. El 16 de agosto y por una hora se reunió el mandatario con la plana mayor de Teck, donde hablaron de la inversión en QB2 y la visión de la empresa del país.
Pero no fue la única vez que el mandatario mencionó a la minera, también hizo alusión a ella -y a quien fuera después nombrada vicepresidenta de Teck Sudamérica- durante la cena de la minería organizada por Sonami semanas más tarde.
En cuanto a su historia, QB2 da continuidad operacional a Quebrada Blanca, un yacimiento de la Región de Tarapacá que está terminando su vida útil y que explota mineral superficial en forma de cátodos.
Y aunque oficialmente QB2 es una extensión de la vida útil del mencionado yacimiento, en la práctica es casi un proyecto greenfield, que tiene la gracia de haber construido toda la infraestructura -desde la planta concentradora, el mineraducto, la desaladora, entre otros- en paralelo, de allí lo alto de la inversión.
“Con QB2 como piedra angular, tenemos uno de los mejores perfiles de crecimiento de producción de cobre en la industria”, señaló la empresa en una presentación a inversionistas en febrero pasado.
LA EXPANSIÓN QUE ACELERA LA PRODUCCIÓN
El 17 de enero pasado, Teck ingresó una declaración de impacto ambiental para la construcción de un nuevo molino para QB2, que acelera el nivel de procesamiento del mineral y con ello se adelanta la explotación. Implicará una inversión de US$ 3.000 millones y el proyecto se llama QBME.
QBME implicaría un aumento en el rendimiento de la concentradora de aproximadamente 50%, con la adición de una línea de molienda semiautógena idéntica y capacidad adicional de almacenamiento y desalinización.
“Esperamos que QBME contribuya significativamente a nuestra cartera de crecimiento del cobre a corto plazo, con una primera producción prevista para 2026”, dijo la empresa.
El aumento de la tasa de procesamiento implica reducir la vida útil de 25 a 18 años (los cuatro primeros años operando a la tasa de QB2 y entre los siguientes 14 años operando a la tasa ampliada).
La iniciativa considera incorporar equipos mineros adicionales y construir o habilitar una segunda planta de chancado primario, tercera línea de molienda y flotación, nueva planta de chancado de pebbles, y nueva planta de producción de concentrado de molibdeno.