Argentina, Chile, Bolivia y Brasil apuntan a la industrialización del mineral blanco para el desarrollo de la electromovilidad
El litio sigue estando a la vanguardia de las materias primas necesarias para lograr la transición, mientras los minerales críticos entran en escena. América Latina es poseedora del Triángulo del litio, donde, juntas, las reservas de Argentina, Chile y Bolivia son las más grandes del mundo pero aún falta un paso más: la industrialización.
La posibilidad de crear un cartel del litio entre los tres países es una idea que viene sobrevolando las noticias, el objetivo está en la fabricación de baterías para la industria automotriz, ahora se le suma Brasil.
Según información de la agencia Bloomberg, el grupo emularía esquemas similares a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), en términos de coordinación de flujos de producción, precios y buenas prácticas, dijeron representantes de la delegación argentina en la Convención anual de la PDAC, celebrada esta semana en Toronto, Canadá.
Argentina, Chile y Bolivia negocian desde julio del año pasado, cuando los cancilleres de cada país se reunieron en la conferencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en Buenos Aires.
Los tres países forman el llamado triángulo del litio, que posee cerca del 65% de los recursos mundiales conocidos de litio y alcanzará el 29,5% de la producción mundial en 2020.
Según datos de Fastmarkets, agencia de estimación de precios de materias primas, el carbonato de litio alcanzó su pico máximo a finales de noviembre de 2022, cuando cada tonelada se situaba en torno a unos 597.500 yuanes (81.389 euros), cifra desde la que cayó hasta los 425.000 yuanes (57.891 euros) el pasado 21 de febrero.
Mientras que el sector brasileño del litio apenas está despertando a la demanda mundial, la nación tiene experiencia en la fabricación de automóviles y ya es un caso de estudio mundial en movilidad con bajas emisiones de carbono, alimentando los coches con etanol, biocombustibles y gas natural.
Con la entrada en escena de Sigma Lithium (TSX-V; NASDAQ: SGML), que abrirá su mina de litio de Grota do Cirilo en abril, Brasil contará con una de las pocas empresas del mundo que ha demostrado su capacidad para producir litio de forma sostenible para el medio ambiente.
"Tenemos que prepararnos para lo que viene y ser capaces de adaptarnos, empezando quizá por las células, trabajando hacia la industrialización y llegando a las baterías", dijo la subsecretaria de Minería argentina, Fernanda Ávila, en una entrevista en el PDAC.
El interés compartido por maximizar los beneficios de la creciente demanda de baterías y el aumento de los precios ha reavivado las conversaciones regionales para la cooperación.
Incluso México, que tradicionalmente se ha asociado con EE.UU. y Canadá, ha hecho gestiones para sumarse a sus vecinos del sur.
Los estudios indican que México posee alrededor de 1,7 millones de toneladas de reservas de litio. Aunque cerca de una docena de empresas extranjeras tienen concesiones mineras activas con el objetivo de desarrollar posibles yacimientos, el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que todas ellas serán "revisadas" a la luz de la reciente nacionalización del recurso.
JPMorgan dijo el año pasado que esperaba que Argentina pasara de suministrar el 6% del litio mundial en 2021 al 16% en 2030. Si la predicción resulta correcta, Argentina superaría a Chile como segundo productor mundial de litio en 2027, sólo por detrás de Australia.
Argentina lleva acogiendo inversiones extranjeras desde la década de 1990, mientras que Chile y Bolivia se han mostrado reticentes a permitir que empresas extranjeras exploten sus reservas.
En los dos últimos años, el país ha atraído a grandes mineras, entre ellas la segunda del mundo, Río Tinto, y la siderúrgica surcoreana Posco.
Las inversiones en el sector del litio alcanzaron unos 1.500 millones de dólares el año pasado, según datos de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros. El organismo prevé que las inversiones alcancen más de 5.000 millones de dólares en los próximos años, ya que el país alberga actualmente más de 20 proyectos en distintas fases de desarrollo.
El fabricante chino de automóviles Chery Inc. reveló el mes pasado sus planes de construir una planta de vehículos eléctricos y baterías de 400 millones de dólares en Argentina.
El también fabricante de baterías Gotion High-tech Co. está estudiando cooperar con el gobierno de Jujuy, una de las tres provincias productoras de litio de Argentina, mientras sopesa la construcción de una refinería de carbonato de litio en la región.