Amin Nasser, CEO de Saudi Aramco, advirtió que un mayor enfoque en el clima debilitará la inversión en petróleo y gas hasta el punto de representar una amenaza para la seguridad energética mundial.

Las inversiones globales en la transición a la energía limpia alcanzaron los US$ 1,1 billones en 2022, lo que equivale por primera vez a la cantidad invertida en la producción de combustibles fósiles, según un análisis de BloombergNEF.

La cantidad representa un aumento del 31% desde 2021, pero sigue siendo una fracción de lo que se necesita para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero lo suficiente como para evitar un calentamiento global catastrófico.

Sin embargo, el cambio está generando alarma entre los ejecutivos petroleros de primer nivel, quienes se han apresurado en las últimas semanas a argumentar que se debe invertir más en combustibles fósiles porque serán necesarios en los próximos años.

Amin Nasser, director ejecutivo de Saudi Aramco, dijo que la creciente presión para frenar las nuevas inversiones en petróleo y gas se basaba en "suposiciones erróneas".

“Los defensores de la narrativa popular de la transición energética pintan una imagen de un mundo utópico donde las alternativas están listas para reemplazar el petróleo y el gas casi de la noche a la mañana”, dijo en el Foro del Mercado de Capitales de Arabia Saudita en Riyadh.

“Si las políticas impulsadas por ESG se implementan con un sesgo automático en contra de todos y cada uno de los proyectos de energía convencional, la falta de inversión resultante tendrá serias implicaciones. Por la economía mundial. Por la asequibilidad de la energía. Y por la seguridad energética”, explicó. 

Dijo que el enfoque en los criterios ambientales, sociales y de gobernanza en la inversión estaba aumentando el costo del capital para los proyectos de petróleo y gas, que ahora se perciben como de mayor riesgo.

Sus comentarios se hicieron eco de los hechos el domingo por Haitham Al-Ghais, el secretario general de la OPEP, quien dijo que el sector del petróleo y el gas estaba plagado de "años de falta de inversión crónica" y necesita US$ 500.000 millones anuales para 2045.

Eso está en desacuerdo con lo que la mayoría de los activistas climáticos y algunos de los principales organismos energéticos dicen que es necesario para frenar el calentamiento del planeta.

La Agencia Internacional de Energía ha pedido el cese de nuevas inversiones en combustibles fósiles si el mundo quiere neutralizar las emisiones de carbono para 2050.

Aparte de ESG, las inversiones en petróleo y gas tienden a ser cíclicas; caen cuando los precios caen y se han moderado desde la caída del precio del petróleo de 2014.

La invasión de Rusia a Ucrania provocó un aumento en los precios el año pasado cuando las naciones lucharon por nuevas fuentes de suministro. 

Sin embargo, los ejecutivos de petróleo y gas ahora se encuentran compitiendo por capital con energías renovables como la energía solar de nivel de servicios públicos que, independientemente de los beneficios climáticos, ahora es más barata que la energía convencional en los EE.UU. y está lista para crecer.