En el departamento de Los Andes se revirtió la histórica emigración que existía, fundamentalmente, por la falta de oportunidades laborales. El censo 2022, cuyos datos provisionales se conocieron esta semana, reveló que ese distrito salteño fue uno de los que mayor tasa de aumento de población tuvo en la provincia durante los últimos 11 años. Esa tendencia va de la mano del crecimiento de la minería, que tiene como epicentro a la Puna y es la principal actividad productiva de la zona.

La cantidad de habitantes de Los Andes creció un 30,7%, con respecto a lo que se había contabilizado en el censo 2010. En tanto, el promedio de incremento de todo Salta fue de 18,6%. En la actualidad residen 7.912 personas (3.672 mujeres y 3.565 varones) en el departamento cordillerano.

En la relación entre 2010 y el relevamiento poblacional de 2001, los residentes puneños habían aumentado un 7,5% (420 personas más), cinco puntos porcentuales por debajo de la media provincial de ese momento.

La relación de la mayor cantidad de habitantes en la Puna y la minería es lineal. Los datos sobre empleo directo solo en esa actividad (sin contar lo que aportan la hotelería, gastronomía y otros proveedores mineros) dan cuenta de que casi la mitad de los 1.080 trabajadores y trabajadoras formales de San Antonio de los Cobres y Tolar Grande (los dos municipios de Los Andes) se desempeñan en alguna empresa minera. En 2014, según los registros oficiales, había solo 544 empleados registrados en todos los rubros.

DETALLES
De acuerdo con un informe publicado en mayo pasado por el Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI), que provee al Sistema Nacional de Información Abierta a la Comunidad sobre Actividad Minera (SIACAM), en octubre de 2021 había 471 habitantes del departamento Los Andes que trabajaban directamente en la minería (que hace dos años representaba el 16% del total del empleo minero provincial). La cifra equivalía al 52,7% del empleo formal en empresas del distrito puneño.

En Los Andes, a la fecha que hace referencia el estudio del organismo nacional, el 42,2% del empleo minero asalariado formal se explicaba por la mina de oro Lindero (que empezó a producir a fines de 2022) y la explotación de boratos.

Aunque aún no hay cifras precisas relevadas, esos números crecieron en los últimos tiempos, con el avance de los proyectos de extracción de litio, entre los que desde el año pasado hay tres en construcción.

Asimismo, la creación de empleo en Los Andes se robustece por la ley de promoción minera de la provincia, que se puso en vigencia a fines de 2021. Con esa normativa ya es obligatorio que las mineras y empresas proveedoras del sector tengan en su plantilla al menos entre un 40 y 70 por ciento de personal oriundo de Salta, con prioridad de las localidades adyacentes a los emprendimientos mineros.

De los 471 trabajadores registrados en minería en el décimo mes de 2021, 337 viven en San Antonio de los Cobres, 90 en Tolar Grande y 44 en Santa Rosa de los Pastos Grandes. El 90% de los puestos de trabajo eran masculinos y el 10% restante, femeninos.

CASTILLO (REMSA): “PARA ESTE AÑO HABRÁ 20.000 PUESTOS DE TRABAJO”
Las expectativas del presidente de Recursos Energéticos y Mineros de Salta (REMSa), Alberto Castillo, es que durante este año la actividad minera genere en la provincia 20.000 puestos de trabajo directos e indirectos durante 2023. Así lo manifestó en una entrevista que brindó a Radio Salta el miércoles pasado.

El titular de la empresa estatal sostuvo que el año pasado hubo 15.000 empleos en Salta que estuvieron relacionados con la minería. Si bien el registro oficial de trabajos directos en las empresas mineras rondó los 4.000 puestos y entre los proveedores de la primera cadena del rubro se sumaron otros 5.000, la estimación del funcionario también abarca a los demás sectores que abastecen a la actividad, como pueden ser talleres mecánicos o almacenes.

“Se están dando los resultados y objetivos planteados el año pasado con la creación de más de 15 mil puestos de trabajo directos e indirectos”, sostuvo Castillo.

Anticipó que las condiciones para el desarrollo se están dando en la Puna salteña para que el sector minero se asiente con perspectivas de futuro.

“Por ello están avanzando los planes de pavimentar totalmente la ruta nacional 51, establecer un nodo logístico en Olacapato, con la construcción de una estación de servicio, sector hotelero y gastronómico, además de una playa de transferencia de camiones”, detalló.

REMSa tiene dos fuentes de ingresos básicas: la concesión de áreas mineras y por los servicios de transporte de gas natural a la industria. Y, en el corto plazo, cuando inicie la producción de los proyectos de litio de la Puna salteña se agregarán los recursos que obtendrá la empresa estatal de un porcentaje por la venta de ese mineral.

En el proyecto de Presupuesto provincial para 2023 se incluyó el aporte de $3.711 millones que prevé realizar REMSa. La mayor parte de ese monto estará destinado a 11 obras públicas para desarrollar la minería y la provisión de gas y electricidad en diferentes localidades.

Entre las obras presupuestadas se incluyen el tendido de fibra óptica en la línea del gasoducto de la Puna para llevar internet a varios poblados y controlar el suministro de combustible por telemedición; un gasoducto que proveerá a La Viña y Guachipas; obras para crear un nodo logístico en la Puna, por $150 millones; la pavimentación y arreglo de la ruta provincial 27 por $500 millones, y la construcción de una ruta de circunvalación en Campo Quijano, entre otras.