La empresa busca diversificar sus actividades por los altos controles de tarifas que tiene la industria energética. Qué otro negocio mira
BELÉN FERNÁNDEZ
Central Puerto, uno de los principales grupos de generación eléctrica del país, busca diversificar su negocio. Compró, por US$ 70 millones, los activos forestales que el grupo chileno Masisa tenía en la Argentina. Se trata de la mayor transacción en el sector forestal de los últimos 30 años en el país, aseguró la compradora, a través de un comunicado.
Hacía, por lo menos, tres años que Masisa buscaba desprenderse de sus activos en el país. "Contaba con dos patas importantes: una, que es la industrial, con su aserradero, que se la vendió a una empresa austriaca hace más de un año; y los bosques forestales, que adquirimos ahora, tras casi un año de negociación", contó Adrián Salvatore, director de Asuntos Corporativos y Relaciones Institucionales de Central Puerto y flamante presidente de Loma Alta Forestal, sociedad que canalizó la transacción.
Si bien Central Puerto tiene más de 100 años en la industria energética, en la última década y media estuvo controlada por Sadesa, grupo de capitales nacionales entre cuyos inversores destacan el ex Merrill Lynch Guillermo Reca, la familia Miguens-Bemberg y Eduardo Escasany, ex presidente del Grupo Galicia.
Hasta hace semanas, también participó Nicolás Caputo, cuyo hermano José Luis, fallecido en 2007, había sido uno de los integrantes del pool inicial de accionistas. Nicky salió de este negocio a inicios de este mes.
La salida de uno de los accionistas (Nicolás Caputo) le permitió a la compañía diversificarse y fijarnos en otras industrias generadoras de divisas.
De esta manera, Central Puerto se convierte en la principal empresa argentina en el sector forestal, mercado en el que mayormente operan compañías de capitales extranjeros.
La adquisición de los activos forestales de Masisa Argentina implica la incorporación de más de 72.000 hectáreas de campos con potencialidad forestal, distribuidos entre las provincias de Entre Ríos y Corrientes. Aproximadamente unas 43.000 hectáreas se encuentran plantadas con eucalipto y pino.
"Este año, en septiembre, modificamos el estatuto. El core bussines fue invertir siempre en energía. Ahora, queremos diversificarnos en industrias que generen altos niveles de divisas. El sistema energético está regulado por el Estado, no permite un recupero alto", explicó Salvatore.
En la industria forestal, la Argentina tiene una de las tasas de crecimiento más altas no solo de la región, sino del mundo: los árboles crecen aproximadamente 10 veces más rápido que en el Hemisferio norte. Por eso, entienden en Central Puerto, proporciona uno de los negocios con mayores ventajas competitivas y mayor potencial de crecimiento como generador de divisas de la Argentina.
También puede significar una fuente de oportunidades de negocio futuras ligadas a bonos de carbono y generación de energía con biomasa.
"Masisa, exportaba madera, placas de MDF y material para la producción de celulosa, pero que últimamente se enfocaron en la provisión local. Nosotros queremos retomar el mercado externo, recobrar la posibilidad de exportar", concluyó. Carlos Miguens, uno de los inversores de Central Puerto, también pisa fuerte en el negocio minero, con Patagonia Gold.
Central Puerto tiene 13 plantas de generación eléctrica de diversas tecnologías y más de 800 empleados. En la actualidad, cuenta con una capacidad instalada de generación de 4709 megawatts (Mw), a los que se suman 100 Mw de proyectos que se encuentran en construcción.