La producción del primer barril de biodiésel, convertir a Bolivia en un centro de fertilizantes, la exploración de gas natural y maximizar el rendimiento de la planta de Amoniaco y Urea, son algunos de los objetivos de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para 2023.
"Los grandes desafíos vienen por el área de exploración, tenemos este 2023 la perforación de varios proyectos de gran envergadura que vayan a buscar 1 trillón de pies cúbicos (TCF) para arriba de gas natural", manifestó el presidente ejecutivo de YPFB, Armin Dorgathen a través de un comunicado de la empresa estatal.
Además señaló que trabajan en la exploración de nuevas cuencas como el "subandino norte" o Madre de Dios para realizar "la mayor cantidad de prospectos en el Subandino Sur", según informó EFE.
De la misma manera, otra de las metas es que en 2023 se pueda producir el primer barril de biodiésel, "un combustible que sustituirá las importaciones y que es mucho más amigable con el medio ambiente".
"Seguir con la planta de Urea y llegar a los máximos niveles de producción. Este año hemos batido un récord con 350 millones de dólares de ingresos por venta de fertilizante", manifestó Dorgathen.
El desafío para el próximo año es que se generen más ingresos que los reportados y que esta planta tenga "una mayor estabilidad a la hora de producir".
Se estima que un barril de biodiésel "tendrá un costo de 60% menos que un barril de petróleo fósil importado con los precios actuales del mercado internacional".
También trabajarán en los temas relacionados con la subvención de hidrocarburos y la importación de diésel y gasolina, indicó el presidente de la empresa estatal.
"Sabemos que los números de la importación de combustibles deben bajar, estamos trabajando con un cambio logístico que ya lo hemos implementado hace un par de meses donde ya tenemos una reducción en la importación de combustibles, de un millón de dólares día, solamente con un cambio logístico", indicó Dorgathen.
Se tiene el objetivo de ahorrar al menos US$ 100 millones durante el primer trimestre del próximo año y también reducir costos de importación de combustible en un 20 a 30%.
El objetivo de YPFB es convertir a Bolivia en un "centro de fertilizantes" hasta 2025, el año del Bicentenario en el país, ya que hay mercado en Brasil, Paraguay y el interno.
POR SEGUNDO AÑO CONSECUTIVO, YPFB IMPORTARÁ CRUDO
Por segundo año consecutivo, el gobierno de Luis Arce, a través del Decreto Supremo 4843, autorizó a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) la importación de petróleo crudo para su refinación en Bolivia, según informó Boris Góngora en La Razón.
El objetivo de esta norma es la disminución de la subvención asociada a la importación directa de insumos y aditivos de diésel oíl, y obtener otros derivados.
Esa norma fue aprobada el 21 de diciembre,
“Se difiere el gravamen arancelario a cero por ciento (0 %) para la importación de las subpartidas arancelarias petróleo crudo y diésel oíl del Arancel Aduanero de Importaciones de Bolivia, desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de 2023”, establece el artículo único de este decreto.
De acuerdo con las consideraciones de este decreto, la petrolera estatal, adquiere petróleo crudo y diésel oíl a precio internacional.
A eso, deben agregarse los costos de transporte, seguros, impuestos, gravamen arancelario y otros.
Esos elementos encarecen el costo total del producto en comparación con el precio del mercado interno.
Asimismo, indica que es función del Gobierno precautelar el normal abastecimiento de hidrocarburos líquidos en el mercado interno, a través de la producción nacional y la importación de estos, por lo que corresponde establecer los mecanismos necesarios para dicho fin.
Por esta razón se instruye a los ministros de Economía y Finanzas Públicas y de Hidrocarburos y Energías estar a cargo de la ejecución y cumplimiento de la norma.
Del crudo se obtienen productos como gasolina, diésel, asfalto, queroseno, gas licuado y aceites.
El 20 de enero de 2022, mediante Decreto Supremo 4661, el presidente Luis Arce decidió optar por la importación de crudo.
Eso con la finalidad de su refinación en Bolivia.
En enero, el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, proyectó una reducción de US$ 150 millones en la importación de combustibles con la compra de petróleo crudo, tras la aprobación del Decreto Supremo 4661.