ANAHÍ ABELEDO

Canadá y otros países del G7 han formado una nueva alianza para obligar a las empresas mineras a adoptar estándares más ambientalmente sostenibles y socialmente responsables, a medida que el mundo occidental aumenta sus cadenas de suministro de minerales críticos. El acuerdo involucra a países que están tratando de reducir el dominio de China en el campo mineral crítico. En cuanto a las medidas internas, Canadá promete reducir la burocracia minera. 

El ministro de Recursos Naturales, Jonathan Wilkinson, anunció ayer el acuerdo en las conversaciones sobre biodiversidad COP15 en Montreal. 

La nueva alianza se inscribe dentro de las medidas que está tomando Occidente para garantizarse el suministro de minerales críticos. En junio, Estados Unidos impulsó la alianza conocida como la OTAN de los metales. En esta oportunidad, Canadá impulsa otro acuerdo para que el nuevo impulso que se le imprime a la exploración de tierras raras en Occidente no colisione con la preservación del medio ambiente y la biodiversidad. 

“No hay transición energética sin minerales críticos”, dijo Wilkinson a los periodistas. “Los minerales críticos son los componentes básicos de la economía verde y digital”, publicaba ayer la prensa canadiense.

La conferencia de Naciones Unidas sobre biodiversidad comenzó el miércoles 7 de diciembre en Montreal con el desafío de establecer en dos semanas un acuerdo histórico, la "última oportunidad" para salvar especies y ecosistemas de una destrucción irreversible.

Delegados de más de 190 países se reune,n hasta el 19 de diciembre, para adoptar una nueva hoja de ruta para la próxima década que salvaguarde la naturaleza y sus recursos indispensables para la humanidad.

El objetivo del encuentro es lograr un compromiso global para "Proteger al menos el 30% de los océanos de aquí a 2030: una prioridad para garantizar la integridad de los océanos y los numerosos servicios vitales que prestan a la naturaleza y a las personas".

CANADÁ Y UNA ESTRATEGIA PARA LOS MINERALES CRÍTICOS
Los minerales críticos se refieren a alrededor de tres docenas de metales y minerales necesarios para la tecnología más moderna, incluidas las computadoras portátiles y los teléfonos celulares. Pero también son esenciales para las baterías recargables utilizadas en los vehículos eléctricos, así como para el almacenamiento de energía y la producción de energía renovable en paneles solares y turbinas eólicas.

La necesidad de minerales críticos revitaliza la exploración en Occidente

El anuncio se produjo tres días después de que Wilkinson publicara la estrategia minera crítica de Canadá, que tiene como objetivo expandir la producción de Canadá de una manera que sea ambientalmente sostenible, garantice la equidad indígena y mejore la seguridad global.

Canadá y Estados Unidos se encuentran entre las democracias occidentales que han dejado en claro que no se puede permitir que China domine los minerales críticos de una manera que le dé una influencia política similar a la influencia de Rusia sobre las exportaciones de petróleo y gas a Europa. China es el jugador dominante en minerales críticos, particularmente en los usos de refinación y procesamiento y fabricación.

Cuando se le preguntó si la alianza estaba dirigida a China, Wilkinson dijo: "Es un llamado a la acción a todos los países para que en realidad deberían estar haciendo esto de una manera ambientalmente sostenible, que respete los derechos laborales y los derechos de los Pueblos Indígenas", informaba The Globe and Mail.

Todos los países del G7, excepto Italia, se han unido a la alianza, al igual que Australia.

“Entendemos que el cero neto para 2050 implicará más minería, no menos”, dijo Katherine Ruiz-Avila, la alta comisionada adjunta de Australia en Canadá, y agregó que su país se unió a la alianza para ayudar a garantizar que “los minerales críticos se extraigan, procesen y reciclado de manera que haga una contribución positiva a la vida de las comunidades locales, a las personas de las Primeras Naciones y a la calidad de nuestro entorno natural”.

La estrategia canadiense se centra únicamente en la minería nacional, y Wilkinson reconoció que guarda silencio sobre la sostenibilidad de las materias primas que se extraen en otros lugares y se traen a Canadá para su posterior procesamiento o se utilizan en la fabricación de baterías.

La alianza es un intento de extender la estrategia canadiense a nivel mundial, aunque no está claro cuán duros serán Canadá o cualquiera de los demás para garantizar que los minerales críticos importados sigan los mismos estándares ambientales y sociales que los extraídos en el país.

El acuerdo tampoco especifica qué papel jugarán los miembros de la alianza para garantizar que sus propias empresas sigan los estándares cuando operen en suelo extranjero. Las empresas mineras de Canadá tienen una buena reputación por sus prácticas de minería sostenible en el país, pero a nivel internacional es una historia diferente. Se han presentado varias demandas, por daños ambientales, impactos en la salud y violaciones de los derechos humanos, contra empresas canadienses que operan en otros países.

Cuando se le preguntó cómo cambiaría la alianza las prácticas de las empresas mineras canadienses, Wilkinson defendió a la industria.

“Las empresas mineras de Canadá, tanto a nivel nacional como internacional, tienen algunos de los estándares más altos del mundo. Eso no quiere decir que no necesitemos hacer más; necesitamos hacer más en el contexto de garantizar que estamos deteniendo la disminución de la biodiversidad que existe aquí y en todo el mundo”, dijo.

Los miembros de la alianza tampoco tienen claro si limitarán las exportaciones a China de materias primas extraídas en sus territorios. Canadá ya comenzó a aplicar una nueva política para limitar el papel que juegan las empresas estatales en países no democráticos en los minerales críticos canadienses, lo que obligó a tres empresas chinas a vender sus participaciones en algunos pequeños desarrollos mineros canadienses.

Wilkinson dijo, sin embargo, que la alianza influirá en dónde Canadá obtiene sus minerales críticos.

“Esencialmente, todos nos estamos comprometiendo con ciertos estándares que se relacionan con la forma en que producimos los minerales, pero también con dónde los compramos”, dijo. “Si usted es un país que tiene recursos minerales críticos y desea venderlos al Reino Unido, a Japón o a Canadá, debe respetar esos principios”.

Las conversaciones sobre la naturaleza de la COP15 son un esfuerzo de la mayoría de los países del mundo para acordar políticas que detengan y reparen la destrucción que las actividades humanas, incluida la minería, han provocado en los ecosistemas globales y las especies silvestres. Algunos defensores del medio ambiente no están contentos de que el gobierno canadiense anuncie una estrategia que expande la minería.

Caroline Brouillette, directora de política nacional de Climate Action Network Canada, dijo que la estrategia está desconectada de las conversaciones que tienen lugar en la COP15 y refuerza “nuestra dependencia de los modelos comerciales destructivos que agotan los recursos y dañan a las comunidades”.

Aimee Boulanger, directora ejecutiva de la Iniciativa para la Garantía de la Minería Responsable, dijo que los gobiernos tienen un papel esencial que desempeñar para garantizar que la extracción de minerales utilizados en la transición lejos de los combustibles fósiles se realice de manera responsable.

“Necesitamos asegurarnos de que las soluciones a los problemas que estamos tratando de resolver no causen un daño mayor”, dijo en una entrevista.

Pero Boulanger dijo que incluso en los países que son miembros de la alianza, las leyes locales actualmente no son lo suficientemente fuertes para evitar daños significativos por la minería industrial.

OTTAWA PROMETE REDUCIR LA BUROCRACIA MINERA
Ottawa se comprometió a reducir los trámites burocráticos en el sector minero en un intento de hacer avanzar más rápido los grandes proyectos de recursos, luego de enfrentar intensas críticas de que Canadá corre el riesgo de quedarse atrás en la lucha global para asegurar minerales críticos.

En la tan esperada estrategia de minerales críticos del gobierno federal, presentada en Ottawa reconoció que poner en producción una mina canadiense para los minerales puede llevar hasta 25 años. Eso es mucho más lento que otras jurisdicciones mineras internacionales con las que compite Canadá, como Australia, en la que los proyectos se desarrollan en una fracción de ese tiempo.

“Reconocemos que, aunque las regulaciones responsables son vitales, los procesos regulatorios y de permisos complejos pueden obstaculizar la competitividad económica del sector y aumentar el riesgo de inversión”, dijo el gobierno federal en su comunicado.

Ottawa dice que intentará armonizar, coordinar y agilizar el proceso de revisión ambiental y de permisos para evitar la duplicación que a menudo ocurre cuando el gobierno federal y las provincias están involucrados.

Al mismo tiempo, Ottawa dice que se mantiene firme en su convicción de respetar los derechos de los pueblos indígenas. Según la Constitución de Canadá, los pueblos indígenas deben ser ampliamente consultados sobre los proyectos de recursos. Y los grupos indígenas a veces lideran estudios de impacto ambiental clave en proyectos de recursos, lo que les da una gran influencia.

"Un buen ejemplo de lo lento que se mueven las cosas en Canadá es la región del Anillo de Fuego en el extremo norte de Ontario. Los minerales críticos se descubrieron allí en 2006, pero al ritmo actual de desarrollo, la minería, si alguna vez sucede, probablemente no comenzará hasta algún momento en la década de 2030", señala The Globe.