El auge de la demanda de metales de transición energética, como el cobre y el níquel, requerirá una gran cantidad de personas cualificadas, desde ingenieros hasta científicos de datos, ya que la inminente escasez de talento en la industria minera amenaza el ritmo de la transición energética, según la mayor minera del mundo, BHP.
"A medida que automatizamos y electrificamos nuestras operaciones, trasladamos el trabajo a centros operativos remotos, cambiamos los propios equipos que cuidan nuestros mantenedores, tenemos que formar nuevas habilidades", dijo Laura Tyler, directora técnica de BHP, en un discurso en un evento de la industria en Melbourne, Australia.
"Cada vez necesitamos más habilidades digitales en todos los aspectos de lo que hacemos", añadió Tyler, según informó Oil Price. El análisis del escenario de 1,5 grados realizado por BHP en París muestra que la producción de cobre tendría que duplicarse en los próximos 30 años, en relación con los últimos 30 años, mientras que la producción de níquel tiene que saltar casi cuatro veces.
"Para atraer este futuro hacia nosotros, todos debemos trabajar para asegurar el talento y las habilidades que necesitamos", dijo Tyler de BHP.
"El reto siempre será cómo recuperamos los recursos que se necesitan. Cómo lo hacemos mejor y de forma más sostenible. Y cómo conseguimos que las personas adecuadas se unan a nuestra industria y a nuestros equipos", agregó, según referencias de Bloomberg,
Un análisis de PwC del año pasado sugería que la industria necesitaría un 21% más de ingenieros de minas y geotécnicos, y un 29% más de metalúrgicos en 2040 que en 2020.
La transición energética tendrá que empezar a reclutar, formar, retener o atraer el talento necesario para garantizar que la transición energética cuente con su próxima generación de trabajadores de recursos en medio de la creciente demanda.
La escasez de competencias es evidente no sólo en el inicio de la cadena de suministro de energía limpia, como en la minería de metales. Un estudio reciente de SolarPower Europe, por ejemplo, demostró que hay una escasez crítica de competencias para las instalaciones de energía solar.
Si la UE quiere cumplir sus objetivos de seguridad energética, el continente deberá emplear a más de un millón de trabajadores del sector solar en 2030, el doble que en 2021, según SolarPower Europe.