El director de Minería, Roberto Zenobi, y la directora de Protección Ambiental, Miriam Skalany, fueron a la Legislatura a defender la iniciativa minera
FLORENCIA MARTÍNEZ DEL RÍO
Funcionarios del gobierno asistieron a la Legislatura a defender el proyecto minero Cerro Amarillo. El director de Minería, Roberto Zenobi, y la directora de Protección Ambiental, Miriam Skalany, presentaron sus argumentos para que el Senado apruebe la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), que está en discusión.
El debate para activar la exploración del yacimiento en Malargüe formó parte del tratamiento de la iniciativa que se encuentra en la comisión de Hidrocarburos, Minería y Energía, presidida por Rolando Baldasso (PRO); y de Ambiente, Cambio Climático, Riesgo de Desastre, Asuntos Territoriales y Vivienda, comandado por Ernesto Mancinelli (Libres del Sur).
Skalany hizo un recorrido del proyecto que llegó a la Legislatura en 2014, pero que fracasó en ese entonces ante la ausencia del Inventario de Glaciares que finalizó el Ianiglia en 2018, y que ahora impulsa el gobernador Rodolfo Suarez. La oposición, en tanto, cuestionó la vigencia de la DIA y la ubicación del proyecto, que según ambientalistas, está en un área periglacial, donde está prohibida la minería.
“En este caso, la Declaración de Impacto Ambiental no está vigente, requiere de la aprobación de dos poderes, ya tiene la del Ejecutivo. Hasta que no sea ratificada por la Legislatura no está operativa, no puede entrar nadie al yacimiento. Una vez que esté ratificada empiezan a correr los tiempos legales y jurídicos que involucre”, sostuvo la directora de Protección Ambiental.
“A las perforaciones se las trató de poner lo más lejos posible de los glaciares. No vamos a afectar en nada y está el compromiso de la empresa de no hacerlo. Lo ideal es perforar en verano, hacer tres pasos este año y los otros seis la temporada que viene. Costó mucho que los inversores vengan a Mendoza. No nos podemos negar a esta posibilidad”, dijo Zenobi.
El proyecto consiste en la perforación de 9 pozos exploratorios de no más de 400 metros de profundidad, con el objeto de determinar el potencial geológico del yacimiento, donde habría sulfuro de cobre, con presencia de otros elementos.
“Están totalmente fuera del área glacial y periglacial. La cota de los glaciares en esa zona está a más de 3.200 metros, y ninguna de las perforaciones está por encima de los 3.000 metros, y además, se guarda una distancia precautoria, no solo en altura, sino también en ancho de la posición de los glaciares. No van a ser afectados por ninguna de las actividades“, explicó Skalany respecto a la ubicación de los pozos.
“Los trabajos de exploración no son más complejos que un pozo de perforación de agua. Los equipos son de dimensiones similares y el impacto que causa sobre el ambiente, también. El consumo de agua durante toda la etapa de perforación no superará los 15.000 litros, es decir, lo que se utiliza para llenar una pileta de lona”, describió.
Durante el debate, Martín Kerchner, jefe del bloque de Cambia Mendoza, afirmó: “No es necesario sobreactuar porque está todo claro científicamente. La DIA entra en vigencia cuando lo apruebe la Legislatura. En 2014 faltaba información que ahora está clara”.
Esto no cayó bien en la oposición. La senadora Mercedes Derrache pidió que no se hable con “soberbia” y que se escuchen otras posturas.
“El tema hay que estudiarlo profundamente, tenemos que ser cuidadosos para determinar que esto está en perfectas condiciones. Queremos escuchar voces de otros técnicos que no están del todo de acuerdo”, manifestó la legisladora.
El peronismo pidió que asistan especialistas de la UNCuyo, la UTN, la Fiscalía de Estado y la Suprema Corte de Justicia. También solicitó la presencia de Mario Salomón, experto en derecho de agua. La semana que viene se definirá si acuden al Senado o presentan un escrito.
Baldasso, por su parte, sostuvo: “No tenemos que ir al Coirco, estamos hablando de exploración, es distinto el método que se usa en la explotación. No nos pongamos más papistas que el papa”.
Esto en referencia al pedido que se hizo desde La Pampa para incluir en el debate al Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco). Según ambientalistas de esa provincia, “el yacimiento se encuentra emplazado en una zona de glaciares cuyas aguas van a alimentar el curso del río Grande, perteneciente a la cuenca del río Colorado”.
“Este es un proyecto de exploración simplemente. No hay ninguna afectación del recurso hídrico del río Colorado”, completó Skalany.