El precio del Brent se mantiene en la estela de los US$ 92 el barril con la idea de que los riesgos siguen más que presentes, en especial con la desaceleración económica en ciernes, lo peor para la evolución de su coste
NATALIA OBREGÓN
Los futuros del petróleo se mueven estos días en el caldo de incertidumbre en que todos seguimos inmersos, macro y microeconómicamente hablando. Pero la palabra desaceleración sigue pesando y mucho en el devenir de los inversores a pesar de la cierta alegría, que no euforia, que están viviendo estos días de recuperación los mercados financieros globales.
Y esa es la razón por la que el petróleo no termina de acomodarse por encima de los US$ 92 en el caso del Brent, el barril del Mar del Norte, que coquetea con esa cota, pero sin elevarse con certeza hacia el camino de los 100, que se vislumbraba una vez que a principios de mes la OPEP+ decidió el recorte de producción de dos millones de barriles diarios para sustentar y animar su precio en el mercado.
Ahora mismo lo que más centra su cotización es sin duda la posible evolución de cara a una demanda a la baja, que se vaya acentuando incluso en 2023, muy pendientes de los movimientos de la Fed, con sus dos reuniones de este año y la posible agresividad de las subidas, a pesar de que el mercado descuenta 75 puntos básicos en noviembre e incluso más laxitud en el encuentro de mediados de diciembre.
En su gráfica de cotización vemos que el petróleo Brent gana apenas un 0,37% en la última semana, con avances mensuales del 5,7%, mientras que en el trimestre cede un 9,2%. Pero mantiene los avances anuales del 19,2% para la materia prima.
Desde Barclays han recortado sus expectativas de crecimiento para el precio del petróleo Brent tanto para lo que queda del año como para el próximo ejercicio.
Consideran que, con toda probabilidad, el mercado de esta materia prima experimente lo que llaman “turbulencias” debido sobre todo a la incertidumbre que se ha creado por la situación macroeconómica, incluida la guerra rusa en Ucrania.
Pero, a pesar de ello, consideran que sus nuevas estimaciones son constructivas en este ambiente de incertidumbre. Así el banco británico ha reducido US$ 3 hasta los US$ 100 por barril su expectativa para el presente ejercicio en cuanto al Brent. Además, lo ha recortado en mayor medida, en concreto en US$ 5 por barril, con miras a 2023, con un precio de US$ 98.
Aunque descuentan sus analistas un inquebrantable, dicen, apoyo por el lado de la oferta respaldado por una OPEP+ proactiva y una producción de Estados Unidos de bajo rendimiento, estiman que es probable que la falta de respuesta de los precios se reduzca ahora y al año que viene, mientras esperan que la producción americana sea mucho más resiliente.
Concretamente la expectativa de precios que se maneja desde Estados Unidos, desde su Administración de Información de la Energía, podría alcanzar los US$ 102,09 el barril para el caso del Brent en el presente ejercicio y en 2023, también esperan un recorrido a la baja hasta los US$ 94,58, aunque por encima de los actuales precios de mercado. En ambos casos el coste del barril se mueve por debajo de sus estimaciones realizadas hace tan solo un mes.
En cuanto a los indicadores técnicos que elabora Estrategias de Inversión comprobamos que el petróleo se mueve de rebote con una puntuación mejorada de 3 puntos sobre los 10 totales a los que puede aspirar el valor en el mercado.
Con tendencia bajista a largo plazo, pero alcista a medio, momento total, lento y rápido negativo, con volumen a largo plazo creciente y decreciente a medio, mientras que, la volatilidad o rango de amplitud del petróleo se muestra creciente a medio y largo plazo.