El caos en Francia por la huelga en las refinerías y estaciones de gasolina no cesa. Mientras los ciudadanos enfrentan otro día de dificultades para adquirir el combustible, representantes de la organización sindical Confederación General del Trabajo (CGT) votaron a favor de continuar la protesta

El bloqueo de los depósitos de carburantes por parte de los huelguistas se endurece desde que el gobierno impuso servicios mínimos en la refinería ExxonMobil de Normandía. Mientras tanto, el 30% de las gasolineras no tiene combustible. 

El sindicato Confederación General del Trabajo lo considera una afrenta para los trabajadores que están obligados a acudir al trabajo, bajo amenaza de sanciones penales. Advierten que acudirán a los tribunales para que se anulen los servicios mínimos, según informó EuroNews. 

"Vamos a luchar contra esto porque es claramente un desafío al derecho a la huelga. Lo que decimos es que desgraciadamente ya no estamos en un estado de Derecho y de libertades. Sufrimo s un ataque frontal a nuestro derecho a la huelga, pero no lo vamos a permitir", dijo Christophe Aubert, coordinador sindical de la Confederación General del Trabajo en Exxon Mobil. 

La huelga afectó de esta semana a seis de las siete refinerías de Francia, incluidas las dos del grupo ExxonMobil. El gobierno justificó los servicios mínimos por el acuerdo salarial alcanzado el lunes entre dos sindicatos con la dirección de la empresa, con excepción de la CGT.

Sin embargo, no hubo ningún avance social ni servicios mínimos en TotalEnergies, cuyas cuatro refinerías están en huelga. Los bloqueos tienen un impacto directo en los automovilistas franceses, ya que alrededor del 30% de las estaciones de servicio del país o están secas o carecen de uno o más combustibles.

La situación es especialmente crítica en la región de París y en los Altos de Francia. Algunos departamentos han introducido el racionamiento y limitan la cantidad de gasolina a 30 litros por vehículo.

CINCO CENTRALES NUCLEARES SE SUMAN A LAS HUELGAS
El movimiento huelguístico en demanda de fuertes alzas salariales para compensar la inflación se está ampliando en Francia, con un impacto cada vez mayor en las infraestructuras energéticas y de transporte. 

Al parón en varias refinerías, se suma la huelga parcial, más discreta pero preocupante, que están realizando los empleados de mantenimiento de cinco centrales nucleares que opera la empresa Electricité de France (EDF), bajo control total del Estado y fuertemente endeudada, según informó Eusebio Val en La Vanguardia. 

Esta protesta está afectando a un total de nueve reactores en las instalaciones atómicas de Cattenom, Tricastin, Bugey, Cruas y Gravelines.

La huelga en las centrales nucleares es un asunto serio porque Francia arrastraba ya dificultades técnicas de mantenimiento y fisuras que han obligado a parar casi la mitad de los reactores.

El conflicto laboral contribuye al peligro de que se produzcan cortes de electricidad este invierno, una eventualidad que el gobierno tiene en cuenta y de ahí su intensa campaña para que particulares y empresas bajen el consumo.