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Finalmente el potasio mendocino podría llegar a destino, aunque casi una década después y de la mano de otro propietario. El gobernador Rodolfo Suarez y el CEO de PRC llevaron a Brasil el proyecto de sales de potasio en paralelo con el proceso para encontrar un inversor que permita reactivar el yacimiento ubicado en Malargüe.

La idea de ir al vecino país a promocionar el potasio mendocino no es algo antojadizo, sino que se trata del cuarto consumidor de fertilizantes del mundo y que, debido a la invasión rusa en Ucrania vivió momentos de preocupación hasta que el gobierno de Vladimir Putin le aseguró el suministro.

De hecho, el proyecto original de Vale -la gigante de la minería brasileña- que se detuvo durante la administración de Francisco Pérez, tenía como objetivo intentar suplir la totalidad de las importaciones de fertilizantes rusos. 

Claramente ese objetivo no es lo que pretende hoy Mendoza, porque Vale tenía proyectada una producción de 4,5 millones de toneladas de potasio anuales, lejos del panorama factible de PRC. En el escenario posible, la empresa minera estatal de Mendoza proyecta 1,5 millones de toneladas anuales con una inversión aproximada de US$ 800 o US$ 900 millones.

Si bien el número no permite suplir la importación rusa, si le permitiría a Brasil bajar en algo su dependencia desde ese lado del planeta y encontrar un suministro cercano para su desarrollo agrícola.

El gigante económico de este lado del continente importa el 85% de sus fertilizantes y de las 41 millones de toneladas que consumió en 2021, el 25% llegó desde Rusia. En el contexto de la guerra, Brasil busca alternativas para la obtención de los productos que necesita su campo y en ese radar Mendoza puso al yacimiento de Malargüe.

Aunque aún no hay un socio elegido para activar el proyecto, en el gobierno confían en tenerlo definido a principios del próximo año y para ese momento tener bastante trabajo adelantado. De partida ya cuenta con gran parte de la infraestructura, más de 60 pozos perforados que pueden ponerse en operación y permitir ahorro de tiempo para estar en producción. Ahora, también espera tener avances con potenciales interesados en comprar el potasio mendocino.

En mayo de este año, autoridades brasileñas visitaron Arab Potash Company (APC) en Jordania, una planta que produce más de 2,4 millones de toneladas de potasio al año. El objetivo es ampliar la oferta de fertilizantes.

Por eso, aunque no tenga las dimensiones de la idea original de Vale, el proyecto de PRC tiene atractivo para los compradores brasileños y el Gobierno de Mendoza espera instalarlo en el corto plazo.

De lograrlo, Mendoza sumará otro activo para el proceso de elección de un socio inversor, con el cual deberá negociar una participación accionaria. Ya cuenta con la propiedad, la infraestructura y además podría sumar compradores como un factor a favor de su participación en una futura sociedad.