Vale dijo que "se prevé que la demanda de níquel aumente rápidamente esta década con la transición energética"
La minera Vale estimó que la demanda mundial de níquel aumentará un 44% hasta 2030 en comparación con las previsiones de este año, debido al impulso de los coches eléctricos, que requieren el metal para sus baterías.
La empresa dijo que "se prevé que la demanda de níquel aumente rápidamente esta década con la transición energética" y que la unidad de metales básicos de Vale está "en una posición única" para satisfacer esa demanda de los vehículos eléctricos y las energías renovables, según informó Reuters.
Se espera que la demanda mundial de cobre -utilizado en baterías de vehículos y sistemas de energía renovable- aumente alrededor de un 20% para 2030 hasta 37 millones de toneladas, según las estimaciones de Vale.
La empresa también estimó los volúmenes de producción propia. A medio plazo, Vale debería producir entre 230.000 y 245.000 toneladas de níquel al año, frente a una proyección para 2022 de a 190.000 toneladas.
En cobre, la previsión a plazo medio es de 390.000-420.000 toneladas anuales, frente a las 285.000 toneladas previstas para 2022.
En el cobre, Vale también proyecta un mercado con "déficit estructural" a medio y largo plazo.
"El aumento de la demanda, unido a la falta de oferta, atraerá un interés significativo en todo el sector", dijo Vale, que está posicionando su negocio de Metales Básicos para ser el "socio" de un futuro sostenible.
FUNDICIÓN MUNDIAL DE NÍQUEL REPUNTA EN AGOSTO
La actividad mundial de fundición se recuperó en agosto, tras caer en julio al nivel más bajo registrado en los cinco años y medio de historia de los datos.
El índice de dispersión mundial del níquel subió a 50,1 en agosto desde el mínimo histórico de 37,8 en julio.
La recuperación se debió principalmente a un fuerte aumento de la producción de arrabio de níquel en Indonesia, mientras que la actividad cayó en China. El arrabio de níquel es un sustituto del níquel refinado con menor contenido de níquel.
Los altos precios de la energía en Europa hicieron que las plantas de níquel de la región funcionaran "de forma intermitente", según el comunicado.