La economía chilena registró una caída en julio del 1,1 % en comparación con el mes anterior y anotó un crecimiento del 1 % interanual, según informó el Banco Central. Este es el peor registro interanual desde febrero de 2021, cuando Chile vivía el momento más duro de la pandemia, y confirma la desaceleración que apunta a una recesión económica.
Julio fue el desempeño más bajo en los últimos 17 meses. Esta desaceleración había sido proyectada por el gobierno y el mecado. Desde junio que ya existía una baja en el crecimiento que venía de los primeros cinco meses del año.
"El aumento del Imacec (Indicador Mensual de Actividad Económica) se explicó principalmente por las actividades de servicios. En contraste, el comercio y la minería cayeron, compensando parcialmente el resultado anterior", señaló el órgano emisor a través de un comunicado.
La caída de este índice, que reúne al 91 % de los bienes y servicios del producto interior bruto (PIB), es comparativamente mayor respecto a la que se registró en el mes de junio, que fue del 0,2 %, explicándose su cifra desestacionalizada por el desempeño de la minería y los servicios.
"El Imacec no minero presentó un crecimiento de 2,1 % en 12 meses, mientras que en términos desestacionalizados, cayó 0,8 % respecto al mes anterior", indicó el ente.
La producción de bienes disminuyó un 1,8 %, debido al desempeño de la minería y la industria; mientras que el resto de bienes presentó un crecimiento de 3,0 %.
El informe del Banco Central detalla que la actividad comercial disminuyó un 11,1%, resultado explicado por todos sus componentes: "Destacaron las menores ventas minoristas en establecimientos especializados de vestuario, calzado y equipamiento doméstico y en grandes tiendas, y las mayoristas de maquinaria y equipo, y enseres domésticos", apuntó el organismo.
Por otra parte, los servicios crecieron un 6,3 %, debido, principalmente, al desempeño de los servicios personales, en particular de salud. También destacó el aporte del Transporte y los Servicios Empresariales.
La pandemia, que deja ya más de 4,4 millones de infectados y más de 60.400 decesos, comienza a replegarse después de registrar en enero y febrero un masivo repunte de contagios debido a la rápida expansión de la variante ómicron.
El país, sin embrago, no llegó a poner nuevas restricciones de movilidad e implementó uno de los procesos de vacunación más exitosos del mundo, que alcanza 93,1% de la población objetivo con dos dosis y a más de 15 millones de los casi 19 millones de habitantes con una dosis de refuerzo.