La Contraloría General de la República (CGR) concluyó que la Dirección General de Aguas (DGA) no realizó las medida suficientes para contener la crisis hídrica y evitar el agotamiento de agua
LUCIANA PAZ
El 72% de la superficie de Chile sufre de sequía en algún grado. 156 de las 345 comunas del país presentan riesgo de desertificación, que podría afectar al 38% de la población. La Dirección General de Aguas (DGA), dependiente del Ministerio de Obras Públicas es la encargada de diseñar políticas para revertir estas cifras, según un documento de la Contraloría General de la República (CGR), eso no sucedió.
En concreto, el análisis concluyó que la DGA contravino el artículo 299 letra a del Código de Aguas donde se establece que debe “planificar el desarrollo del recurso en las fuentes naturales con el fin de formular recomendaciones para su aprovechamiento y arbitrar las medidas necesarias para prevenir y evitar el agotamiento de los acuíferos en concordancia con los planes estratégicos de cuencas”.
Chile se encuentra en el decimotercer año de una sequía histórica, con niveles muy bajos de precipitaciones y altas temperaturas que derriten el manto de nieve en los Andes, que antes era una importante reserva de agua.
Un mes atrás, el río Mapocho se secó. Una corriente que nace en el cerro El Plomo, una montaña de una altitud de 5.424 metros sobre el nivel del mar, y que está ubicada muy cerca de Santiago. El caudal transita por buena parte de la región Metropolitana atravesando 16 de sus comunas.
En el pasado, el río Mapocho fue utilizado por los primeros habitantes incas para la construcción de una red de canales de regadío, y los conquistadores españoles la usaron para fundar la ciudad de Santiago el 12 de febrero de 1541.
La CGR también estableció que la DGA tampoco cuenta con instructivos o procedimientos que definan mecanismos o acciones para cumplir esas funciones.
En una respuesta a un preinforme, la DGA se defendió aludiendo a que tales objetivos los cumple a través de la elaboración de estudios o planes.
En su argumentación, la agencia aseguró que esos documentos tienen recomendaciones o indicaciones para la gestión del agua, por ejemplo planes estratégicos de gestión hídrica.
El informe concluye que la Dirección General de Aguas, no ha adoptado las medidas que permitan dar cabal y oportuno cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 299, letra a), del Código de Aguas, vigente hasta el 6 de abril de 2022, que establece como función de esa dirección, planificar el desarrollo del recurso en las fuentes naturales, con el fin de formular recomendaciones para su aprovechamiento y arbitrar las medidas necesarias para prevenir y evitar el agotamiento de los acuíferos en concordancia con los planes estratégicos de cuencas.
En ese contexto, tampoco dispone de instructivos o procedimientos, debidamente sancionados y difundidos internamente, que definan los mecanismos y acciones mediante los cuales debe realizar tales funciones.
Si bien la dirección mencionó en su respuesta al preinforme de observaciones, que las referidas funciones son ejercidas a través de la elaboración de estudios o planes, los cuales contienen indicaciones y recomendaciones para la gestión del recurso, como son los Planes Estratégicos de Gestión Hídrica, se corroboró que esa entidad no ha ejecutado en forma eficaz y oportuna los aludidos planes para las 101 cuencas del país, toda vez que contaba, al 19 de febrero de 2021, de 2 planes publicados ; 3 planes en proceso de publicación; 9 en ejecución; 13 en proceso de licitación; y 18 en elaboración de bases de licitación, para un total de 45 planes que abarcarían 58 cuencas .
La CGR también verificó que la DGA no ha implementado un programa de monitoreo en áreas “declaradas de restricción”.
Se trata de algo que aparece en su propio “manual de normas y procedimientos para la administración de recursos hídricos”.
“Dicho manual establece que el otorgamiento de derechos provisionales está basado en el conocimiento progresivo del comportamiento del acuífero ante este tipo de explotación y que en consecuencia de lo anterior se requiere la implementación de un programa de monitoreo el cual contemple que ‘en los pozos ubicados en el sector del acuífero se deberá instalar instrumental que permita monitorear el caudal de explotación. Los pozos deberán tener medidores instantáneos y totalizadores de flujo’ y ‘establecer para el acuífero una red de monitoreo de niveles y de calidad de las aguas", detalló la CGR en su informe final.
Se advirtió que la DGA no ha establecido una red de estaciones para el control de calidad, cantidad y niveles de las aguas tanto superficiales como subterráneas, que abarque la totalidad de las cuencas mayores, identificadas en el Banco Nacional de Aguas -BNA-, que le permita tener conocimiento cabal del recurso existente en el país, lo que afecta directamente la gestión de los recursos hídricos que se encuentran bajo el marco que define el Código de Aguas, relativa a la caracterización de la disponibilidad y calidad del agua, así como para la generación de la información y estadísticas relevantes para la caracterización del recurso.
Lo descrito, contraviene lo previsto en el Código de Aguas, artículos 129 bis 3, el cual indica que la DGA deberá establecer una red de estaciones de control de calidad, cantidad y niveles de las aguas tanto superficiales como subterráneas en cada cuenca u hoya hidrográfica, debiendo dicha información ser pública y proporcionarse a quien la solicite; y 299 letra b), el cual establece que dicha entidad tiene la función de investigar, medir el recurso y monitorear su calidad y cantidad, en atención a la conservación y protección de las aguas.
Al respecto, la DGA deberá planificar las acciones que le permitan establecer una red de estaciones para el control de calidad, cantidad y niveles de las aguas tanto superficiales como subterráneas, que abarque la totalidad de las cuencas mayores, según el BNA, que le permita tener conocimiento cabal del recurso existente en el país, para la gestión de los recursos hídricos que se encuentran bajo el marco que define el Código de Aguas, relativas a la caracterización de la disponibilidad y calidad del agua, así como para la generación de la información y estadísticas relevantes para la caracterización del recurso, informando de las acciones correctivas requeridas a través del Sistema de Seguimiento y Apoyo CGR, en el plazo de 60 días hábiles, contado desde la recepción de este documento.
"Se evidenció que 49 de 101 áreas de restricción de acuíferos y 29 de 78 zonas de prohibición de acuíferos no poseen ninguna estación del tipo “Niveles de Pozos”, que son parte de la red de estaciones o pozos que miden niveles de napas freáticas de la Red Hidrométrica Nacional -RHN-", define el informe.
La DGA deberá planificar las acciones que le permitan subsanar la falta de estaciones de medición de la cantidad de las aguas superficiales y subterráneas, en aquellas zonas declaradas de restricción, prohibición y de agotamiento.
La acción correctiva requerida deberá ser acreditada en el Sistema de Seguimiento y Apoyo CGR, en el plazo de 60 días hábiles, contado desde la recepción de este informe.
En este panorama, las proyecciones de los científicos de la Universidad de Chile dicen que el país tendrá un 30% menos de agua en los próximos treinta años, por lo que lo que actualmente es una sequía puede convertirse en la nueva normalidad.
Un poco de alivio (y preocupación) trajo un inusial sistema frontal en Santiago hizo llegar la nieve a sectores urbanos cercanos a los Andes (este), como los barrios de Lo Barnechea o Puente Alto, y aguanieve a los cercanos sectores de La Pintana, La Florida y Las Condes.
El sistema frontal, que lleva afectando al centro y algunas zonas del norte de Chile de manera intermitente desde hace casi una semana es un fenómeno "puntual e inusual" para un país que atraviesa una megasequía desde hace una década, según expertos.
Patricio González, agroclimatólogo de la Universidad de Talca, detalló a EFE que las precipitaciones siguen por debajo de las registradas a finales del siglo XX, cuando se alcanzaban hasta los 100 milímetros de agua al día, frente a los 30 o 40 mm de este sistema frontal.
"Estas son lluvias de corto plazo. Chile está pasando por una estructura de cambio climático y de sequía que es irreversible y que nos va a acompañar los próximos 30 años", dijo.