Con la flexibilidad del comercio exterior de litio, Brasil podría convertirse en una potencia en la producción del mineral, en un momento de alta demanda del producto por la llegada de las baterías, según evaluó el co-CEO de la canadiense Sigma Lithium, Ana Cabral-Gardner.
El ejecutivo explicó que la renuncia a la autorización por parte de la Comisión Nacional de Energía Nuclear, vinculada al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, deberá atraer a varias empresas extranjeras a la minería en el país, desbloqueando inversiones en los próximos tres años.
“Debido a esta regulación anacrónica, que clasificó al litio como de interés nuclear, se cayó en un bucle regulatorio que no hizo que el producto fuera competitivo”, dijo Cabral-Gardner.
Según la ejecutiva, Brasil estará en una "posición inmejorable para alimentar a América del Norte y Europa", llamada la cadena del Atlántico, mientras el mundo busca la electrificación de los automóviles. Recientemente, el presidente de Tesla, Elon Musk, visitó el país, pero el tema del litio, estratégico para su empresa, no se ha planteado oficialmente.
El decreto que flexibiliza las exportaciones de litio en Brasil, publicado por el gobierno federal, tiene el potencial de realizar más de 15.000 millones de reales (US$ 2.770 millones) en inversiones en producción de mineral para 2030.
El director de Geología y Recursos Minerales del Servicio Geológico de Brasil (SGB), Marcio Remédio, explica que el decreto corrige una distorsión que data de la década de 1970, cuando nació la energía nuclear en Brasil.
“El litio se usa en un volumen muy pequeño en los reactores. Como en ese momento era un mineral más escaso, se lo consideraba un mineral estratégico. Por eso se hizo esta regulación para controlar el comercio exterior”, dijo Remédio.
El cambio de legislación no afecta el negocio de Sigma Mineração, filial brasileña de la canadiense. La minera, que debería comenzar a producir litio a finales de año, ya contaba con stock suficiente para cumplir con la regla anterior. La empresa cuenta actualmente con 28 áreas de concesión en el país.
“Dentro de estas 28, teníamos 9 áreas que estaban produciendo en el pasado, antes de 2010. De estas 9, tres ya fueron validadas según los estándares de Estados Unidos y Canadá. Estas tres áreas, solas, ya tienen 85,7 millones de toneladas de las reservas de litio", dijo Cabral-Gardner.
La flexibilidad que trae el decreto será importante para las futuras empresas mineras. El Ministerio de Minas y Energía dice que la rápida y reciente evolución del mercado del litio motivó el cambio.
Según el Ministerio, el anuncio de varias inversiones en todo el mundo en la cadena de producción de vehículos eléctricos indica la oportunidad de fortalecer el posicionamiento de Brasil y atraer inversiones que estima podrían alcanzar los 15.000 millones de reales (US$ 2.770 millones) para 2030.
PARTICIPACIÓN BRASILEÑA
Marcio Remédio, director de la SGB, dice que hoy Brasil representa solo alrededor del 1,5% de la producción mundial de litio.
"Podemos llegar, en el largo plazo, por lo menos a 10 años, al 5%. ¿Por qué al 5%? Porque la producción mundial también crecerá", dijo Remédio.
Hoy, solo dos empresas producen litio en Brasil: Companhia Brasileira de Lítio (CBL) y AMG Brasil. Pero hay varias empresas con proyectos mineros en curso.
Según la Agencia Nacional de Minería (ANM), los permisos de investigación publicados para todos los minerales aumentaron de 5.285 en 2020 a 10.098 en 2021. No hay datos específicos sobre el litio.
Tomás de Paula Pessoa, abogado minero y exdirector de la ANM, dice, sin embargo, que Brasil no tenía una demanda tan intensa de proyectos de minería de litio.
Afirma que el mayor interés está directamente ligado a la transición energética, principalmente por la electrificación de las flotas en todo el mundo.
“La evolución de los vehículos eléctricos y su mayor oferta en el mercado mundial aumentó la necesidad de estos minerales para la producción de baterías. Ahora, Brasil podrá exportar para las fábricas de baterías de todo el mundo”, dijo Pessoa.