Con numerosos los ejemplos de cómo la actividad minera está apoyando directamente a la comunidad de los sitios donde están localizados los yacimientos o los lugares donde se están realizando trabajos de exploración, que es el paso previo a la construcción de una mina. Lógicamente que los departamentos más beneficiados son los cordilleranos, Iglesia y Calingasta y Jáchal, donde están emplazadas las principales mineras de la provincia.
En Jáchal, la empresa minera que tiene a su cargo el yacimiento de oro Gualcamayo ha tenido, desde su instalación, una importante presencia en la comunidad proporcionando todo tipo de ayuda para emprendimientos agropecuarios y también vinculados a la industria y el comercio.
En los últimos meses la firma se ha preocupado en gran medida por el tema de la crisis hídrica poniendo a disposición de los productores todos los conocimientos de sus técnicos para intentar desarrollar algún sistema para la optimización del recurso o mejor aprovechamiento del agua que se dispone.
La idea es brindar a la comunidad una herramienta de utilidad que le ayude a los productores agrícolas a superar este mal momento que están viviendo a consecuencia de los escasos caudales que se están registrando.
En Iglesia la minera que explota Veladero con su mina de oro y plata también ha hecho un importante aporte a la economía del lugar apoyando a productores locales en el cultivo de variados productos entre ellos zapallo, papa y zanahoria.
Este apoyo se da en el marco del Programa Multilateral Cadena de Valor Minero que ha significado un gran impulso para la agricultora iglesiana, ya que además del estricto apoyo a las plantaciones, ha incluido el financiamiento para la adquisición de herramientas e implementos agrícolas como por ejemplo tractores.
En Calingasta, donde la empresa que tiene a su cargo el proyecto de cobre de El Pachón -todavía sin entrar en la etapa de explotación- ha estado ayudando a productores agrícolas y en especial al área de educación, con aportes de mobiliarios y otras ayudas para que los chicos cuenten con los establecimientos educativos en muy buen estado y, lo que es muy importante, equipados con la última tecnología.
Todos estos aportes van por fuera del concepto de regalías que las mineras tienen que abonar obligadamente destinándose parte de estos fondos a los municipios que hasta ahora no han dado muestras de una eficiente administración de esos fondos.
Las mineras, con su plan de aportes directos a las comunidades están dando muestras del potencial que tiene este accionar para producir las transformaciones que el sector oficial no está concretando.