Con números mixtos que no consiguen marcar tendencia, los mercados bursátiles intentan ponerle un piso a la persistente corriente de ventas que llevó a los indicadores a sus valores más bajos desde 2020.
Los índices de las bolsas de Nueva York negociaron mayoritariamente a la baja después de haberse desplomado hasta 4% la sesión anterior. Expectativas por la posibilidad de una suba de 75 puntos básicos en las tasas de la Fed
Wall Street cerró en su mayoría a la baja el martes, un día después de caer en un mercado bajista por la preocupación de que la alta inflación empuje a los bancos centrales a frenar demasiado la economía.
El S&P 500 bajó un 0,4% tras otra jornada de negociación inestable. Los inversores se preparan para ver la magnitud de la subida de los tipos de interés que realizará la Reserva Federal el miércoles.
Las ganancias de varias grandes empresas tecnológicas, como Oracle, ayudaron a que el índice compuesto del Nasdaq subiera un 0,2%. El índice industrial Dow Jones cayó un 0,5%. Los rendimientos del Tesoro volvieron a subir, alcanzando sus niveles más altos en más de una década.
Una venta masiva de acciones se produjo el lunes en Nueva York, en vísperas de la reunión de dos días que mantendrá la Reserva Federal (Fed) para definir una nueva suba en la tasa de interés de referencia y que de acuerdo con algunas versiones podría llegar a 75 puntos básicos, en un intento por frenar la suba de la inflación, la más alta de los últimos 40 años.
El promedio industrial Dow Jones bajó el lunes un 2,8%, el índice ampliado S&P 500 cayó 3,9% y el indicador tecnológico Nasdaq descendió 4,7%, de acuerdo con datos proporcionados por el New York Stock Exchange (NYSE). Algunos analistas de Wall Street consideran que aún no es un mercado bajista oficial hasta que el índice S&P 500 cierre debajo de los 3.500 puntos, un límite que se encuentra muy próximo a perforar.
Los principales promedios alcanzaron sus mínimos de la jornada en los últimos 30 minutos después de que un informe del diario financiero Wall Street Journal sugiriera que la Fed consideraría aumentar las tasas en 75 puntos básicos o 0,75 puntos porcentuales, más del aumento de medio punto que había adelantado el presidente del organismo, Jerome Powell, entre otros directores.
El informe dio impulso a una ola de ventas vertiginosa que llevó a que algunos papeles mostraron una dramática caída.El Nasdaq tocó un nuevo mínimo de 52 semanas y su nivel más bajo desde noviembre de 2020. Tesla anunció una operación de recompra de acciones por unos 15.000 millones de dólares.
Es posible que los inversores que estén listos para que surja una oportunidad de compra en estos mercados volátiles deban seguir esperando.
“Las acciones estadounidenses han sufrido sus mayores pérdidas hasta la fecha desde al menos la década de 1960. Eso encendió las llamadas para ‘comprar la caída’”, escribió en una nota a clientesWei Li, estratega jefe global de inversiones del BlackRock Investment Institute. “Pasamos, por ahora”, comentó.
Las acciones estadounidenses cerraron oficialmente el lunes en un mercado bajista, pues el S&P 500 completó un reciente ciclo negativo con caída de 22% por debajo de su máximo histórico de enero. Sin embargo, incluso después de esta reducción, es probable que las acciones tengan más inestabilidad por delante, y eso ha hecho que el argumento para mantenerse al margen sea convincente por el momento.
El escepticismo en el informe de BlackRock arroja dudas sobre la viabilidad a corto plazo de una fórmula que los inversores han cumplido con éxito durante más de una década, a saber, que comprar una caída en los precios de las acciones generará un rendimiento confiable.
Tan recientemente como el año pasado, una estrategia de “comprar la caída” (buy the dip) ha recompensado ampliamente a los inversores: el S&P 500 saltó un 114% desde su mínimo del 23 de marzo de 2020 durante la pandemia hasta su máximo del 3 de enero a principios de este año. El índice de primera clase también evitó registrar correcciones del 10% durante ese período antes de caer finalmente para alcanzar ese umbral en febrero.
LAS MEDIDAS DEL BCE
El consejo de gobierno del Banco Central Europeo, encargado de fijar los tipos de interés, celebrará una reunión no programada el miércoles para debatir las recientes ventas en los mercados de deuda pública, lo que pone de relieve la preocupación entre bastidores por el desbordamiento de los costes de endeudamiento de algunos países de la zona del euro, publicó Reuters.
Los rendimientos de los bonos soberanos han subido fuertemente desde que el BCE prometió una serie de subidas de tipos el pasado jueves, con el diferencial entre los rendimientos de Alemania y los de los países más endeudados del sur de la Unión Europea, en particular Italia, disparándose hasta su máximo en más de dos años.
"El consejo de gobierno celebrará una reunión 'ad hoc' el miércoles para debatir las condiciones actuales del mercado", dijo un portavoz del BCE.
La reunión estaría prevista para las 0900 GMT, pero aún no está claro si se publicará un comunicado tras la misma, según fuentes con conocimiento directo.
Las invitaciones a la reunión se enviaron el martes y algunos responsables de la política monetaria, que se esperaba que asistieran a una conferencia en Milán el miércoles, cancelaron sus intervenciones.
La última vez que el BCE celebró una reunión de emergencia en momentos de tensión en los mercados puso en marcha el programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés), un plan de compra de bonos por valor de 1,7 billones de euros (1,78 billones de dólares) que resultó ser su principal herramienta durante la pandemia de COVID-19.
Las opciones que tiene el BCE para combatir el llamado riesgo de fragmentación -cuando algunos países se enfrentan a costes de endeudamiento notablemente más elevados que otros en el mismo bloque monetario- incluyen la canalización de reinversiones de los vencimientos a los mercados que experimentan tensiones, o la creación de un instrumento totalmente nuevo. Algunos analistas han advertido, sin embargo, que es poco probable que las reinversiones por sí solas sean suficientes.
La reunión tiene lugar el mismo día en que se espera que la Reserva Federal de Estados Unidos suba los tipos de interés, posiblemente hasta 75 puntos básicos, un giro en las expectativas que ha alimentado unas fuertes ventas en los mercados mundiales.
La noticia de la reunión del BCE disparaba el euro alrededor de medio punto porcentual hasta 1,0487 frente al dólar, los rendimientos italianos a diez años caían 22 puntos básicos y los futuros del mercado bursátil italiano subían con fuerza.
Previamente, los rendimientos alemanes a diez años, una referencia para la unión monetaria de 19 países, alcanzaron el miércoles el 1,77%, su nivel más alto desde principios de 2014, mientras que sus equivalentes italianos subieron 240 puntos básicos, el mayor diferencial desde principios de 2020.
La jefa de operaciones de mercado del BCE, Isabel Schnabel, dijo el martes que el BCE estaba vigilando "de cerca" la situación y que estaba preparado para desplegar tanto las herramientas existentes como las nuevas si encontraba que la revalorización del mercado era "desordenada".
"No toleraremos cambios en las condiciones de financiación que vayan más allá de los factores fundamentales y que amenacen la transmisión de la política monetaria", dijo Schnabel, añadiendo que no había límites a su compromiso de evitar la fragmentación.
Sostuvo que, como primera línea de defensa, el BCE podría desplegar el efectivo de los bonos que vencen en los mercados en tensión y, si fuera necesario, el banco podría idear un nuevo instrumento.
Sin embargo, Schnabel se mostró en contra de anunciar un instrumento de forma preventiva, ya que tendría que adaptarse a una situación concreta, con condiciones, límites y salvaguardas establecidas caso por caso.
"Ahora estamos hablando. Sólo hablamos, pero es un comienzo", dijo Frederik Ducrozet, economista de Pictet Wealth Management.
"Deberíamos obtener una declaración que refleje la voluntad de actuar y entonces quizá también se encargue a las comisiones que trabajen en las opciones, esto es lo que faltaba la semana pasada", añadió Ducrozet.