ALEXIS ÁLVAREZ

La urgencia que tienen las sociedades de hoy de ciudades cada vez más limpias y libres de contaminación medioambiental les ha impulsado a buscar alternativas energéticas con menos emisiones de carbono y que no afecten la capa de ozono. Por esto, los organismos internacionales han hecho que tome fuerza la promoción del hidrógeno verde (H2V).

No es el desarrollado a partir de combustibles fósiles, sino el que se obtiene por electrólisis mediante fuentes renovables, descomponiendo las moléculas (H2O) del agua en oxígeno (O2) e hidrógeno (H2) y aprovechando las propiedades que brinda este último que, según expertos, tiene una alta densidad energética por unidad de masa, es decir, tres veces más que la gasolina y 120 veces más que las baterías de litio.

Desarrollar electricidad mediante hidrógeno verde a través de fuentes sostenibles (fotovoltaica, eólica, hidroeléctrica, entre otras) permitiría descarbonizar el planeta y tener mejor salud, ha planteado la Sociedad Alemana de Cooperación Internacional (GIZ), que actualmente apoya estos proyectos en varios países.

El Banco Mundial (BM) respalda a 15 países con asistencia técnica y las primeras operaciones de financiamiento para impulsar a gran escala el hidrógeno verde.

Para el 2050, la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena) estima que el hidrógeno verde representará el 12% de la producción a nivel mundial. Si bien este tipo de electricidad tiene grandes beneficios ecológicos y potencia energética, su producción, almacenamiento y transportación todavía son un reto para las sociedades por el alto costo y dispositivos tecnológicos que conlleva.

PAÍSES
Actualmente, en su mayoría, los países del primer mundo están desarrollando el hidrógeno verde. Según Irena, China es el productor y consumidor principal de hidrógeno gris (a base de carbón). No obstante, tiene más de 30 proyectos verdes. La estatal Beijing Jingneng invertirá US$3,000 millones para generar cinco gigavatios (GW) a partir de energía eólica y solar.

Australia está impulsando cinco megaproyectos como el Asian Renewable Energy Hub, con una capacidad de 14GW y una inversión de US$36,000 millones, acción que sumaría 27.1 GW, con otros cuatro proyectos de 13.1 GW. Mientras, la Unión Europea (UE) busca convertirse en líder de la industria de hidrógeno limpio, al proyectar para 2030 alrededor de 40 GW de hidrógeno sin emisiones.

En el norte de Países Bajos se construye un proyecto de 10GW por la petrolera Shell. Mientras que en Alemania se impulsa el AquaVentus de 10GW, mediante fuente eólica y Rostock el cual aportará 1 GW. En total son 11GW en agenda para el 2030.

El medio oriente, específicamente en Arabia Saudita, el gobierno realizará un inversión de US$5,000 millones en el proyecto Helios Green fuels, el cual aportará 4GW para el 2025.

Otras naciones como Estados Unidos, que representa el 13% de consumo de hidrógeno gris a nivel mundial, Corea del Sur, Japón, India, Marruecos, Brasil, Colombia y Namibia, tienen planes de diversificar su matriz energética con este tipo de energía antes de 2030.

PANORAMA EN LA REGIÓN
En América Latina y el Caribe, el pionero ha sido Chile. Suma dos proyectos enfocados a la minería y estará aportando a su sistema energético cerca de 17GW. HyEX, una de las iniciativas, será basado en energía solar y el proyecto Combustible Altamente Innovador (HIF, siglas en inglés) lo hará con fuente eólica.

De acuerdo con GIZ, la región tiene las condiciones para ampliar e impulsar el ecosistema energético mediante hidrógeno verde, pues permitiría incursionar a las naciones en una alternativa amigable con el medio ambiente.

Apunta que los próximos pasos que se podrían ejecutar en ALC son las certificaciones, infraestructuras, legislaturas y almacenamiento, que son necesarios para llevar a cabo este tipo de proyectos sostenibles. Además, indica que la región posee abundante recursos ER (solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica), la cual la convertirá en la líder mundial con precios competitivos.