Con más de 400 asistentes, la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) celebró el Día de la Minería. Algunos de los oradores, Matias Kulfas, Franco Mignaco y Hector Laplace coincidieron en el potencial metalífero de Argentina para generar empleo formal y atraer inversiones, destacaron la necesidad de reglas claras y trabajo en conjunto para reforzar el rol de la industria en la economía nacional.
LOS DISCURSOS DE MATÍAS KULFAS, FRANCO MIGNACCO (CAEM) Y HÉCTOR LAPLACE (AOMA)
Kulfas: El potencial de crecimiento de la minería
Sr. Presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros Franco Mignacco.
Sr. Secretario General de la Asociación Obrera Minera Argentina, Héctor Laplace.
Autoridades nacionales y provinciales
Empresarios, empresarias, trabajadores y trabajadoras de la industria minera argentina
Reciban un caluroso saludo de nuestro Presidente Alberto Fernández en esta celebración del día de la minería.
La economía argentina se ha recuperado más rápido de lo que se esperaba. De acuerdo a los datos del INDEC, en febrero la actividad productiva fue 6,5% más elevada que la de diciembre de 2019. Hemos recuperado no solo lo perdido por la pandemia, sino también gran parte de lo perdido en la crisis de 2018-2019.
Fruto de esa recuperación económica, estamos viviendo un dinamismo en la creación de puestos de trabajo como hacía mucho tiempo no se veía. Desde mediados del año pasado, la economía argentina ha creado un promedio de 20.000 empleos formales asalariados en el sector privado por mes. Hay que remontarse al año 2011 para encontrar ese ritmo de creación de puestos de trabajo. Gracias a ello, la tasa de desocupación bajó al 7% a fines del año pasado, la menor en cinco años.
Esta reactivación económica y del empleo debe ser sostenida y ampliarse mes a mes y año a año. Para que ello sea posible necesitamos más inversión y más exportaciones, porque bien sabemos que casi todas las crisis económicas que tuvieron lugar en los últimos 80 años se originaron en la falta de divisas. También queremos que esa reactivación sea cada vez más federal, permitiendo que más ciudadanos y ciudadanas puedan crecer, educarse y trabajar allí donde nacieron. También queremos que esa reactivación se consolide sobre la base de salarios crecientes.
La minería argentina ha sido un motor importante de la recuperación económica, con una producción en alza y, sobre todo, nuevos proyectos que se están poniendo en marcha. El sector empezó el año 2022 con 34.000 puestos de trabajo formales directos, la mayor cifra de la historia reciente del sector minero. Contando los empleos indirectos, estamos hablando de más de 80.000 familias que viven de la minería.
Ese dinamismo también tiene impactos claros en el desarrollo federal: 5 de las 10 localidades del país que mayor crecimiento tuvieron en los últimos dos años en materia de creación de empleo formal son localidades mineras. Provincias como Catamarca, San Juan y Santa Cruz, han creado empleo formal muy por encima de la media nacional en los últimos dos años. Es imposible entender eso sin la minería.
La minería argentina en el mundo que se viene
Estamos en un momento bisagra de la historia argentina en general, y de la historia minera de nuestro país en particular. El mundo está en plena transición hacia la sostenibilidad ambiental y la digitalización. Argentina tiene mucho para aportar en esa transición, con energías que ayuden a descarbonizar países intensivos en el uso de carbón, y con minerales fundamentales como insumos para las energías limpias y nutrir el paradigma digital. Un vehículo eléctrico requiere entre 5 y 6 veces más cobre que uno convencional. Los molinos eólicos también requieren más cobre que las centrales térmicas convencionales. Las computadoras, celulares y demás dispositivos electrónicos demandan no solo litio y cobre, sino también minerales como oro y plata, entre muchos otros.
Esa transición hacia la sostenibilidad ambiental y la digitalización nos encuentra con una minería “a media máquina” en nuestro país. En 2021 exportamos 3.200 millones de dólares de minerales, 17 veces menos que Chile, con quien compartimos la misma cordillera.
Tenemos un potencial gigantesco, todavía subaprovechado. Imaginemos, por un momento, las implicancias para nuestro país si en lugar de exportar 3.200 millones de dólares de minerales lo hiciéramos por 15.000 o 20.000 millones.
Decía recién que las divisas son fundamentales para que la economía pueda seguir creciendo, creando puestos de trabajo y reduciendo la pobreza y la desigualdad. El crecimiento es fundamental para el progreso social, pero también demanda más importaciones. Por eso nuestra capacidad de crecer está determinada por la disponibilidad de divisas.
Por cada 1.000 millones de dólares adicionales de exportación, la economía se nutre de divisas adicionales que nos permiten crecer y generar 27.000 nuevos puestos de trabajo formales en todos los sectores de la economía y sacar de la pobreza a 180.000 personas. Hagamos la cuenta de todo lo que se podría generar si exportáramos 15.000 o 20.000 millones adicionales. Sin dudas, el desarrollo de la minería es parte de la solución a los problemas de nuestro país.
Hasta aquí hicimos referencia al potencial impacto macroeconómico del desarrollo minero. Pensemos también en los impactos locales. La minería es una actividad de altísima formalidad laboral y de elevados salarios. Tomando el conjunto de la actividad, sus salarios duplican al promedio de la economía. En la minería metalífera y en el litio, donde más dinamismo inversor se registra en la acualidad, los salarios son entre 2,5 y 3,2 veces mayores a la media de la economía, y se encuentran entre los más altos de todas las actividades productivas. En 2021, el salario promedio en la minería metalífera fue superior a los $300.000. Y 95 de cada 100 puestos de trabajo en la minería metalífera son formales, la cifra más alta de la economía junto con los hidrocarburos.
Las controversias
Pese a estos claros indicadores, la minería es una actividad que genera controversias en el debate público, y que incluso en ocasiones han derivado en lamentables situaciones de violencia.
Consideramos fundamental reflexionar de manera colectiva sobre la causas de esas controversias y encontrar en conjunto, sector público, sector privado, organizaciones sindicales y de la sociedad civil las respuestas que nos permitan construir las condiciones de confianza en la actividad minera.
Desde el sector público corresponde una autocrítica histórica por no haber generado las herramientas de información sobre minería. A modo de ejemplo, se suela afirmar públicamente que la minería deja apenas el 3% en Argentina y que el 97% restante de sus recursos son apropiados por empresas transnacionales. Eso es sencillamente falso: la minería deja el 80% de lo que produce en nuestro territorio, bajo la forma de impuestos provinciales y nacionales, pagos de salarios, cargas sociales y contratación de proveedores locales. ¿Pero por qué hasta ahora nadie mencionaba estos indicadores contundentes? Básicamente porque no se había generado información pública fidedigna al respecto.
Del mismo modo, hay una idea difundida de que la minería es una actividad de enclave, con nulos encadenamientos productivos con otros sectores. Esa idea también es falsa: las empresas mineras destinan cerca del 50% de su facturación a contratar proveedores locales para llevar adelante su producción.
Hemos dado pasos decididos para modificar estas carencias de información pública sobre minería, que han llevado a diagnósticos equivocados sobre el sector. Hemos puesto a disposición de la sociedad un conjunto de estudios permiten dar respuesta a preguntas clave para poder afrontar con seriedad el debate público. Por ello pusimos en marcha el SIACAM, un sistema de información sobre minería que es realmente innovador para un sector productivo argentino.
Pero hay parte de las controversias sobre minería que van más allá de la disponibilidad de información pública, y que tienen que ver con la confianza entre ciudadanía y Estado. La transparencia en la infomación, la coherencia de la dirigencia política y el compromiso activo, incondicional y decidido del sector empresario con el cuidado del ambiente y el desarrollo de las comunidades son aspectos fundamentales para rervertir la desconfianza que aún existe en sectores de nuestar sociedad respecto a la actividad minera.
Hemos puesto recientemente en marcha la Mesa de Minería Abierta a la Comunidad, la MEMAC, por medio de la cual iniciamos un camino de diálogo constructivo sobre la minería. Hemos convocado a los distintos sectores (trabajadores, empresas, organizaciones ambientalistas, asambleas, academia, organizaciones de la sociedad civil y gobiernos provinciales y locales) a dialogar y escucharnos acerca de la minería argentina, qué temores genera, qué aspectos son mejorables, dónde están las potencialidades, dónde los riesgos. Queremos construir colectivamente una minería que sea futuro, que cuide cada vez más el ambiente, que genere progreso y certidumbre y no dudas o miedos. Las puertas de nuestro Ministerio estarán siempre abiertas para quien quiera dialogar, siempre en un marco de respeto mutuo y de rechazo a la violencia.
Los desafíos
La minería tiene mucho por aportar al país, al desarrollo local y a la transición a las energías limpias. Tenemos muchos desafíos por delante. Además de la necesaria construcción de confianza sobre el sector, debemos trabajar en cuestiones en donde sabemos que la minería argentina todavía tiene mucho por mejorar. Por ejemplo, la cuestión de género: apenas el 9% del empleo minero es femenino. Es una de las cifras más bajas de la economía. Desde el Estado hemos instrumentado iniciativas que ayudan a que haya más mujeres en las minas, porque la minería es una fuente de salarios altos, de empleo digno y formal, y de ascenso social. Sé que varias empresas están con políticas activas para incorporar mujeres. Aplaudimos ese tipo de iniciativas, y queremos que más empresas las implementen y que se sostengan en el tiempo. Cuenten con nuestro Ministerio para ello.
Otra cuestión a mejorar tiene que ver con el desarrollo de proveedores. Sabemos que la minería lejos está de ser una actividad de enclave, y que gasta alrededor de 2.500 millones de dólares al año a otras empresas argentinas para abastecerse de toda una variedad de bienes y servicios, tales como insumos industriales, servicios de construcción, catering, transporte, comercio, servicios geológicos y un largo etcétera. Tenemos espacio para incrementar la participación de proveedores locales, sustituir importaciones y desarrollar nuevos proveedores. Que la minería tenga cada vez más efectos multiplicadores no solo es necesario para generar más empleo y ahorrar más divisas, sino que también contribuirá de manera contundente a que mejore la percepción pública sobre la actividad. Cuenten con nuestro Ministerio, a través del Programa de Desarrollo de Proveedores e iniciativas de la Secretaría Pyme y la Secretaría de Minería para disponer de las herramientas necesarias para que cada vez tengamos más pymes proveedoras de calidad de la minería. Tenemos decenas de experiencias exitosas en el desarrollo de proveedores industriales PYME para la minería a los que apoyamos con créditos a tasas subsidiadas y aportes no reembolsables. Y vamos por más.
Un tercer desafío tiene que ver sin dudas con la cuestión ambiental. Contrario a lo que a veces se cree, la minería argentina hoy tiene estándares ambientales muy por encima de la media de las actividades productivas. Soy una persona que ha recorrido cientos de establecimientos productivos de distintos sectores y puedo dar fe de ello. Pero eso no es una invitación a relajarse, sino todo lo contrario: queremos que inviertan cada vez más en nuevas tecnologías para mejorar la huella ambiental de sus procesos. Nosotros desde el Estado vamos a ser cada vez más exigentes con ello, porque el “vale todo” en la producción, que era algo normal hace 30 o 40 años, no va más.
Respecto al uso de agua, los datos muestran que la minería no es particularmente intensiva en el uso. Por ejemplo, en una provincia minera como San Juan, donde la minería explica alrededor del 10% del Producto Bruto Geográfico, el uso de agua no llega al 1% del total. Lo mismo ocurre en países como Chile, Australia o Perú, todos más mineros que el nuestro. La razón es que se reutiliza en circuitos cerrados. Más allá de eso, debemos apuntar a ser cada vez más eficientes en materia hídrica, y a desarrollar programas de compensación hídrica que permitan avanzar en obras de infraestructura para asegurar un mejor acceso al agua a la población y a otros sectores productivos.
La minería es una actividad intensiva en el consumo de energía, tanto de combustibles para movilizar los equipos de transporte como en electricidad para ciertos procesamientos. De acuerdo a datos de la OCDE, la minería está entre los 10 sectores más intensivos en consumo de energía. Es fundamental avanzar aquí en dos direcciones: eficiencia energética y descarbonización. Tenemos un gran potencial para que empresas nacionales puedan proveer equipos de generación de energías renovables a yacimientos mineros, que queremos empiecen cada vez más a usar energías más limpias y, en ese proceso, también desarrollar proveedores locales. Hemos constituido recientemente un cluster de proveedores de equipos de energías renovables, integrado por empresas como IMPSA, EPSE, Parque Eólico Arauco y varias más junto a representantes de las provincias de San Juan, Mendoza, Rio Negro, Neuquén, La Rioja y Catamarca. Será una herramienta central para colaborar en este objetivo.
Palabras de cierre
La economía argentina y particularmente nuestra minería están en un punto de inflexión. Estamos recibiendo un interés inversor como no lo habíamos visto en mucho tiempo. Tenemos un enorme potencial para que la minería sea una de las palancas del desarrollo del siglo XXI, para que genere puestos de trabajo bien pagos, arraigo local, desarrollo federal y que además permita apalancar nuestro entramado industrial, científico y tecnológico. Es por ello que la minería constituye un eslabón central de nuestro Plan Argentina Productiva 2030. En ese plan, que se divide en 10 grandes misiones productivas, la minería tiene una misión específica.
Queremos desarrollar el potencial minero del país. Pero no queremos hacerlo a cualquier costo ni de cualquier manera.
Quiero ser bien claro: rechazamos y rechazaremos cualquier proyecto de inversión que no tengan a la cuestión ambiental como prioritaria, que no tenga compromiso con el desarrollo de las comunidades o que carezca de interés por el desarrollo de proveedores locales. Descuidando los aspectos ambientales y de desarrollo local solo cosecharán rechazo, tanto de este gobierno como de la ciudadanía.
En los peores momentos de la pandemia, nuestro Presidente nos recordó que “nadie se salva solo”. Esto vale también para abordar los desafíos que enfrenta el sector minero. La minería tiene que ser una actividad de puertas abiertas, en la que toda la información relevante se encuentre accesible, y vamos a necesitar del compromiso de todas y todos para hacerlo posible.
La cooperación y coordinación de esfuerzos es central para optimizar el desarrollo minero. Por eso celebramos y acompañamos iniciativas como la Mesa del Litio, integrada por las provincias de Catamarca, Salta y Jujuy, que está generando iniciativas centrales para el desarrollo de este insumo tan importante. Estamos decididos a trabajar en la industrialización del litio y hemos enviado al Congreso un proyecto de Ley de Electromovilidad, para que Argentina pueda constituirse en una base sudamericana para la producción de vehículos eléctricos.
Queremos una minería pujante, que crezca año tras año. Queremos una Argentina que además de industrial y agropecuaria sea también minera. Pero para construir esa Argentina necesitamos tener una mirada compartida sobre la actividad. Tenemos mucho por hacer en conjunto para lograrla. Desde el gobierno nacional, venimos trabajando todos los días en esa dirección. Y lo vamos a seguir haciendo, con diálogo con cada uno de los actores sociales, con respeto, con información, con empatía, con compromiso.
La minería será una parte sustancial de las soluciones a los problemas del desarrollo argentino. Trabajemos juntos para que ese potencial se transforme en una realidad. Cuenten con nosotros para hacerlo.
¡Feliz día de la minería!
Muchas gracias
Mignacco: Necesidad de reglas claras
Día de la Industria Minera Palabras de Franco Mignacco, presidente Cámara Argentina de Empresarios Mineros Buenas tardes. Les agradezco a todas las personas que nos acompañan hoy. Agradezco especialmente a las autoridades presentes.
qAl sr. ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; Sra. Fernanda Ávila, secretaria de Minería de la Nación; Sr. Héctor Laplace, Secretario General de AOMA; Sr. Rubén Dusso, Vicegobernador de Catamarca; Sr. Reid Douglas Sirrs, embajador de Canadá; Sr. Embajador de Estados Unidos, Marc Stanley; Sr. Jang Myung-soo, Embajador de Corea; Sr. Brett Hackett, Embajador de Australia; a los Diputados y Senadores presentes. Y a todas las autoridades y organizaciones que son parte de esta celebración.
Lo primero que quiero mencionar es la inmensa alegría de que podamos estar de nuevo juntos. Nos hacía falta este reencuentro, este abrazo que finalmente llega. Una vez más, estamos celebrando a nuestra industria y a todo lo que ella representa. Y lo hacemos con orgullo, porque conocemos los grandes esfuerzos hechos durante la pandemia para mantener la minería en pie y apoyando a nuestro país. Y en esto, debemos reconocer especialmente a los trabajadores y trabajadoras, que son los verdaderos artífices de nuestra industria, desde los yacimientos de todo el país. Repasando brevemente el 2021, el sector logró una recuperación que le permitió llegar a 3.300 millones de dólares en exportaciones, volviendo a niveles similares a los de 2019.
Y esto fue fundamental para el país, ya que fuimos uno de los 3 únicos sectores que en el momento de mayor necesidad generaron entrada de divisas (junto con el agro y la informática). A esto se suman los aportes realizados al Estado, que alcanzaron los 100.000 millones de pesos. Y desde ya, lo más importante es haber sostenido los puestos laborales, dado que unas 85.000 personas están empleadas gracias a la industria minera, contando con trabajo de calidad y buenos salarios. Y si tomamos en cuenta el avance de nuevos proyectos, va a ser necesario implementar un programa federal de capacitación minera, que permita cubrir los puestos laborales que se abren, ya que comienza a haber cuellos de botella en cuanto a personal calificado y mandos medios.
También hemos cuidado de nuestras cadenas de proveedores, que son mayormente pymes, nacionales, provinciales y locales, y que multiplican el efecto económico positivo de la minería en las comunidades. Y potenciamos principalmente economías alejadas de los centros productivos tradicionales, por lo que somos la industria más federal. Para mensurar el potencial del sector, podemos vernos en el espejo de Chile, con quien compartimos la misma cordillera. Este país exporta actualmente 20 veces más minerales que la Argentina (exportó 62.000 millones de dólares en 2021).
Esto es lo que pierde Argentina cuando deja pasar sus oportunidades en minería. Y, la pregunta que surge es…. ¿realmente podemos lograr este desarrollo? 2 Y la respuesta es un Sí rotundo. Y es más, tenemos un contexto internacional que nos acompaña, a partir de los compromisos mundiales con la disminución de las emisiones de carbono, lo que impulsa la electromovilidad y la transición energética. Esto favorece a la Argentina, ya que dos de sus principales protagonistas serán el litio y el cobre. En relación al cobre, este año se ha dado un importante paso, que es la aprobación del Informe de Impacto Ambiental del proyecto Josemaría, en San Juan.
Este era un hito muy esperado y nos acerca a que Argentina vuelva a ser productora de cobre. Y además de Josemaría, estamos pendientes de proyectos como Agua Rica, Taca Taca, El Pachón y Los Azules, entre otros. Y en cuanto al litio, venimos justo de un trabajo muy interesante en la Mesa del Litio de la semana pasada. Nuestro país es el 2º en el mundo en cuanto a reservas y el 4º productor mundial. Y podría ser el 3º en el mediano plazo, si tenemos en cuenta el avance en las ampliaciones de Olaroz y Mina Fénix, a lo que se suma la próxima entrada en producción de Caucharí Olaroz que se espera para este año, más los avances en los proyectos Sal de Oro, Sal de Vida, Centenario Ratones, 3Q y Mariana, entre los más avanzados.
Los cambios tecnológicos también impulsarán el desarrollo en otros minerales, tales como el oro y la plata. En oro contamos con 2 de las 25 mayores minas de oro del mundo: Veladero en San Juan y Cerro Negro en Santa Cruz, que siguen invirtiendo en el país; al igual que Cerro Vanguardia, Gualcamayo, Farallón Negro y Don Nicolás. También podemos destacar a Lindero, que el jueves pasado hizo su inauguración oficial, y gracias a este proyecto, el oro fue en 2021 el segundo complejo exportador de la provincia de Salta, lo que demuestra el enorme aporte que incluso una sola mina puede lograr.
En cuanto a la plata, donde se destacan por ejemplo Chinchillas, Cerro Moro, San José y Manantial Espejo. También hay expectativas por 5 proyectos que se encuentran en etapa de exploración avanzada o factibilidad. Y no quisiera dejar de mencionar a la minería de 2ª y 3ª categoría. Las canteras han sido duramente golpeadas por la baja demanda durante la pandemia, y con gran esfuerzo están logrando salir adelante. Por otra parte, hay algunos segmentos en particular que tienen perspectivas interesantes, tales como el de arenas silíceas, que se utilizan para la producción de hidrocarburos no tradicionales, por lo que son aliados del desarrollo de Vaca Muerta.
Contamos con los recursos minerales y estamos ante un contexto favorable: esto significa que lograr el crecimiento de la industria depende en gran medida de las decisiones que tomemos como país. Y aquí entra en juego la necesidad de que Argentina sea competitiva en el escenario internacional. Lo menciono porque a veces cuando surgen iniciativas de seguir sumando presión impositiva, se pierde de vista el efecto que produce en la llegada de inversiones y cómo impacta en la vida útil de los proyectos. Esto es algo que venimos hablando con las autoridades, a quienes les agradecemos la buena predisposición para el análisis y el trabajo en conjunto.
Hablar claro sobre los temas que nos impactan es señal de madurez. Y también es una forma de defender no solo a nuestra industria, sino también nuestros intereses como 3 argentinos. Debemos cuidar la competitividad para no perder posicionamiento frente a otros países de la región con los que competimos por las inversiones.
En la industria minera, por sus grandes volúmenes de inversión con largo plazo de recupero, es necesario garantizar un contexto de reglas claras. Esto significa principalmente respeto por la Ley de Inversiones Mineras y garantía de la estabilidad fiscal. Seguimos planteando que hay que revisar las retenciones, tendiendo a llegar a su eliminación, para equipararnos con el resto de los países mineros con los que competimos, que no tienen este tipo de cargas.
Adicionalmente también es esencial el acceso al Mercado Único y Libre de Cambios. Y revisar los regímenes de devolución del IVA y garantizar las importaciones de los insumos necesarios para la producción y para la construcción de los proyectos. En Argentina contamos actualmente con 13 yacimientos mineros metalíferos en producción, más de 30 proyectos con recursos identificados y más de 250 prospectos. La puesta en marcha de los proyectos mineros más avanzados impulsará el desarrollo socioeconómico federal. Y permitiría más que triplicar las exportaciones anuales actuales, llegando a alrededor de U$S10.000 millones, si se sostienen las condiciones de contexto. Somos conscientes de que tenemos desafíos por delante.
Uno de los principales es lograr la licencia social, aspecto que ha ocasionado lamentables retrocesos. Es además un tema que se complejiza cuando las inquietudes legítimas de ciertos sectores se mezclan con las intenciones violentas y politizadas de otros. Y llegado este punto, debemos ponerle un freno, pero no podemos hacerlo solos. Aquí es fundamental el trabajo conjunto con el Estado y con representantes de sociedad civil.
En este sentido, quisiera reconocer al ministro Kulfas por ser el impulsor de iniciativas de gran relevancia como el Sistema de Información Abierta a la Comunidad sobre la Actividad Minera en Argentina y la Mesa Nacional sobre Minería Abierta a la Comunidad. Estas generan un gran volumen de información y un ámbito para la discusión científica, respetuosa e informada, donde también se puedan escuchar los cuestionamientos y trabajar juntos para progresar. Esto se une a lo que ya venimos efectuando, con la guía de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y a través de iniciativas para la transparencia, como el EITI, donde el 100% de las empresas mineras convocadas reportan sus datos; y nuestro programa insignia, “Hacia una Minería Sustentable”, que este año ya publicará sus primeros informes. Estas son herramientas para el diálogo y la transparencia. Tenemos que seguir comunicando más y mejor.
Desde la Cámara tenemos ese objetivo, incrementar la información que circula sobre minería. Y muchas de las empresas que hoy están aquí también han hecho enormes cambios y avances, para convertirse en compañías de puertas abiertas. Cada una, desde sus comunidades, tiene la responsabilidad de representarnos como sector, y a través de sus acciones, ayudan a consolidar el futuro minero. Otro de los aspectos que también se viene trabajando fuertemente es el de la inclusión. Nuestra industria avanza en forma continua en cuanto a la incorporación de mujeres, pero sabemos que aún queda mucho por hacer.
Desde la Cámara acompañamos estos desafíos, aportando herramientas que ayuden en cuestiones de equidad. 4 Ya para finalizar, no quisiera dejar de mencionar y de reconocer al Comité Ejecutivo y a la Comisión Directiva por enorme trabajo que realizan y por el tiempo y esfuerzo que dedican. Y a los asociados, que con su confianza son quienes hacen que todas las actividades de la Cámara sean posibles.
Aprovecho también para agradecer a las empresas que nos están acompañando como sponsors, permitiendo que disfrutemos de esta jornada. Y quisiera saludar muy especialmente a nuestro sponsor YPF, que cumple 100 años, siendo la compañía de energía más emblemática de nuestro país.
Por último, quisiera reconocer también la labor de Luciano Berenstein, director ejecutivo de la Cámara y de su equipo, por su trabajo para este evento y por estar día a día “al pie del cañón” en la Cámara. A modo de cierre, quiero reiterar que el sector minero está dispuesto a asumir todos los compromisos necesarios, porque este es el momento adecuado para que la minería tenga un rol destacado en la matriz productiva de nuestro país. Somos una industria que produce sustentablemente, con altos estándares de calidad internacional y generando empleo, divisas y desarrollo federal sostenible. Somos la minería. Somos parte de la revolución energética y esperamos ser parte de la recuperación argentina.
Muchas gracias ¡Feliz día de la industria minera!
Laplace: Explorar y exportar para generar divisas
Al referirse a la actividad minera en el país, en el marco del almuerzo sectorial por el Día de la Minería, que organiza anualmente la Cámara Argentina de Empresarios Mineros, desde allí, Héctor Laplace convocó a explotar los recursos naturales para generar divisas, crecer económicamente y generar trabajo. También habló de la recuperación en la producción de los minerales de segunda y tercera categoría. Valoró la presencia y el apoyo al sector del ministro Kulfas y a la vez reclamó más obra pública.
Ante más de quinientos comensales que se dieron cita en Parque Norte el Secretario General de la Asociación Minera Argentina recordó que a “principios de década de los años 90 festejábamos el día de la minería un puñadito de hombres y por ahí alguna mujer”. En la misma línea dijo que “la actividad es uno de los sectores que sobre finales de la década del 90 empezó a crecer y en este siglo XXI va a seguir haciéndolo” pronosticó.
Aseguro que esta industria a su entender quienes asistieron a este almuerzo “habla a las claras de ese crecimiento. Y podríamos ser más, sin dudas, pero por esas cosas de la vida, por ahí hasta malas decisión en algunas provincias, somos lo que somos”. Afirmando que dentro de esta actividad productiva “tenemos que estar convencidos que somos más que hace dos décadas, somos muchos, y contamos con todas las posibilidades de crecer”.
“A nadie escapa el especial momento que vive la República Argentina y el mundo, y de una vez por todas no nos podemos dar los lujos que alguna vez nos dimos. Estamos en un momento particular donde hay minerales que no podemos dejar de aprovechar para extraer, exportar, para dar trabajo y traer dólares al país” señaló en forma enfática. Luego sentenció que “no podemos dejar pasar este momento”.
Reflexionó y se preguntó cuánto “tendrá que ver el litio en el futuro inmediato, pero no nos detengamos solo en ello. El cobre es una alternativa; y por qué no seguir mirando lo que tenemos en Santa Cruz con el oro y la plata, o en nuestras provincias de San Juan, Catamarca, o la reciente inauguración del yacimiento en Salta”.
Insistió ante los presentes a aprovechar “este momento” y potencial de la industria asegurando que “están todas las condiciones dadas para que a la industria minera le vaya bien”, poniendo de relieve que en este festejo contó con la presencia de la Secretaria de Minería, Fernanda Ávila, y del ministro de Producción Matías Kulfas, quienes “ya han demostrado que no importa si el proyecto está en el llano o a 4000 msnm” para ponerlos a producir.
Afirmó que desde “el gobierno nacional nos vienen demostrando que necesita la minería, entonces nosotros tenemos que ser capaces de poner el hombro y todo aquello que esté a nuestro alcance para que la minería siga creciendo”. Agregó que además “tenemos todos una tarea pendiente, todos hemos cometidos errores en el pasado, pero esos lujos no nos podemos dar más”. Volvió a resaltar los errores comunicacionales del sector para relacionarse con la sociedad. Al respecto expresó que “somos quejosos si desde un municipio o una provincia se prohíbe la actividad. Cuántas veces desde el sector del trabajo nos preguntamos ¿hasta dónde no tienen razón?”, para luego responder que él cree “que es ahí donde entre todos nos tenemos que mirar para ver que es lo que podremos haber hecho mal, mejorar y seguir adelante”.
Laplace entiende que “siempre tenemos la gran oportunidad de crecer”. Seguidamente hizo referencia que a veces “cuando hablamos de minería, hablamos solo de minería metalífera o del litio”, pidió que no hay que olvidarse “de los minerales de segunda y tercera categoría, eso también es minería y queremos que con alternativas validas” que poseen una gran incidencia en diversas provincias. Reclamó que el desarrollo debe darse “dentro de la legalidad” citando el avance en las arenas silíceas de Entre Ríos. Luego afirmó que “a nadie escapa aquí se han dado los índices oficiales del crecimiento que ha tenido esta actividad. Cuando hablamos de crecimiento en la producción tenemos que hablar de manera automática de crecimiento en nuestra actividad minera, en la segunda y tercera categoría” cal, piedras, rocas etc.
En lo que se refiere a los datos históricos de producción pre pandemia, el dirigente dijo ante los presentes que “estamos en valores que se asemejan al año 2017”. Solicitó que “también hay que seguir creciendo, y nos falta un poquito - de impulso - desde el Estado, porque la obra privada marcha bien, pero desde la obra pública falta”.
Refiriéndose a toda la industria en su conjunto solicitó que “tenemos que ser pacientes y eso los mineros lo sabemos bien. Tengamos la expectativa concreta de que también tenemos que seguir creciendo con nuestra minería de segunda y tercera categoría”.
Por último, el máximo referentes del sector del trabajo de la minería expuso que “tenemos que crecer. Los trabajadores somos trabajadores mineros y queremos seguir siéndolo. Para eso nos necesitamos entre todos, ustedes, nosotros, el gobierno nacional y las provincias” concluyó.