MICHAEL MAZENGARB
La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) advirtió de que los esfuerzos por mezclar hidrógeno en las redes de gas podrían ser costosos y poco prácticos, y elevar los costes energéticos de los hogares a cambio de una reducción mínima de las emisiones.
La Agencia advierte que la mezcla de hidrógeno en las redes de gas de distribución es una forma complicada de reducir las emisiones domésticas y probablemente costaría más de 500 dólares por tonelada de emisiones reducidas.
Los resultados sugieren que el uso de hidrógeno en productos residenciales como estufas y calentadores de agua tendría un coste prohibitivo, y que la electrificación podría ser una vía más barata para reducir las emisiones.
DEPENDERÍA DEL PRECIO EN EL MERCADO
Aunque el coste exacto de la reducción dependería tanto del coste de producción del hidrógeno como del precio de mercado del gas natural, incluso una reducción drástica del coste del hidrógeno haría que el coste efectivo de la reducción superara los 200 dólares por tonelada.
IRENA afirma que "la mezcla produce beneficios limitados de CO2 y un gran aumento del coste de la energía".
"Esto se traduce en un coste muy elevado para mitigar las emisiones de GEI del gas natural. Teniendo en cuenta el coste actual de producción del hidrógeno renovable, el coste puede ser superior a 500 dólares/tCO2 para la mayoría de los precios del gas", agrega el informe.
Los resultados sugieren que el hidrógeno quizá nunca pueda desempeñar un papel importante en la descarbonización del consumo energético residencial, dadas las limitaciones técnicas de la cantidad de hidrógeno que puede mezclarse en el suministro de gas de red y los costes comparativamente más elevados.
Varios proveedores de gas australianos están probando actualmente pequeños volúmenes de mezcla de hidrógeno para demostrar que la infraestructura de gas existente puede adaptarse para el suministro de energía con cero emisiones.
Sin embargo, los críticos de estas pruebas afirman que la mezcla de hidrógeno tiene un potencial mínimo para reducir las emisiones, y que se están llevando a cabo en gran medida como una forma de retrasar la eliminación total del uso de gas fósil.
Además, utilizar hidrógeno en los hogares sería unas cuatro veces más peligroso que el gas natural, según una evaluación de seguridad realizada por el gobierno del Reino Unido.