Luego de que el bajo precio del carbón afectara la industria en Colombia, e incluso, llevara al cierre de minas en la región Caribe hace unos años, el presidente Iván Duque aseguró que, prácticamente, ya está vendida toda la producción de carbón térmico de Colombia de 2022, y casi todo lo que se tiene proyectado producir en 2023.

De acuerdo con la Agencia Nacional de Minería (ANM), en 2021 Colombia registró una producción de 59,6 millones de toneladas, un aumento del 20,8 % frente a 2020. Para este año, la perspectiva del gremio es que la producción crezca hasta los 66 o 67 millones de toneladas.

“Nosotros prácticamente no estamos generando energía con carbón térmico y se está exportando más del 50 % de la producción que se tiene en hidrocarburos. Además, la matriz energética la estamos haciendo más limpia y más consistente, al mismo tiempo que avanzamos en movilidad limpia en Colombia”, aseguró el presidente Duque.

Gracias al buen momento que atraviesa el precio del carbón actualmente, el presidente Iván Duque aseguró que las ventas externas de este mineral permitirán traer más recursos para el país y, además, con el 20 % de las regalías que genera su producción, se podrá afianzar la transición energética en los territorios.

Por su parte, el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, aseguró que Colombia está abierta a seguir fortaleciendo el mercado asiático y del oriente de Europa para el carbón colombiano.

Además, manifestó que se han tenido reuniones con Irlanda que volvió, otra vez, a comprar carbón nacional, después de que hace cinco años las suspendió porque decidió abastecerse de Rusia.

También se están dando conversaciones con República Dominicana, Polonia y China. “Hay mucho interés. Este es un mercado privado y nosotros ayudamos a priorizar esos mercados”, agregó el ministro Diego Mesa.

EL GRAN PASO HACIA LAS ENERGÍAS RENOVABLES
Gracias a la adopción de incentivos, a las subastas de Cargo por Confiabilidad y de energías renovables, Colombia cerrará 2022 con cerca de 2.800 megavatios de energía limpia, lo que significa un crecimiento de 100 veces frente a los 28 megavatios que se tenían en agosto de 2018.

“Los 1.500 megavatios que para muchos eran imposibles, fueron superados con creces, pero además dejamos un horizonte de más de 4.500 megavatios nuevos que se estarán instalando en el país desde diciembre de este año hasta el 2024″, aseguró el presidente Iván Duque.

Así mismo, destacó que antes de agosto de este año entrará en operación la térmica a gas Tesorito (200 MW) y la ampliación de Termocandelaria (500 MW). Además, la primera fase de Hidroituango (600 MW) estará lista antes de finalizar 2022.

“Esto reafirma que Colombia es visto como el país más atractivo para la inversión en energéticos en América Latina, entre otras cosas, porque no hemos dejado que se politice e ideologice la regulación del sector, y eso tiene que mantenerse así para el futuro”, agregó el presidente Iván Duque.

Adicionalmente, aseguró que “las propuestas populistas y demagógicas de tratar de fijar tarifas de energía, distorsionando las reglas que se han consolidado en el mercado, puede terminar borrando con el codo lo que se ha hecho con la mano”.

INVERSIONES DE 13 BILLONES DE PESOS PARA LA GENERACIÓN DE ENERGÍA
La presidenta ejecutiva de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen), Natalia Gutiérrez, aseguró que a 2025 las empresas del sector tienen previstas inversiones por 13 billones de pesos para llevar a cabo diferentes proyectos de generación.

A estas inversiones se les sumarán las correspondientes a programas sociales y ambientales asociados a este tipo de proyectos.

“El sector eléctrico colombiano ha sido trascendental para el desarrollo sostenible del país, siendo ahora uno de los ejes fundamentales para la reactivación de la economía colombiana, al ser el responsable de una parte importante de la generación de empleo, bienestar y progreso en todas las regiones de Colombia”, manifestó Natalia Gutiérrez.

Así mismo, destacó que Colombia es el único país de la región que en los últimos 30 años no ha sufrido apagones y los devastadores efectos económicos y sociales que estos traen.

“Hemos trabajado continuamente para garantizar el abastecimiento de energía en todo el territorio colombiano, a pesar de las dificultades ocasionadas por la pandemia”, dijo.