JORGE GONZÁLEZ
La plata es un mineral fundamental para generar cambios en la composición de la matriz energética, necesarios para mitigar los efectos del cambio climático y reducir las emisiones de carbono a nivel global.
Se estima que su demanda en la industria automotriz crecerá debido a su uso en la producción de autos eléctricos, donde se demandará entre 1,6 y 2,2 veces más de este metal. Para este rubro, la consultora CRU espera que la demanda se incremente de 61 Moz en 2021 a 70 Moz en 2030.
CRU también estima que hacia 2030 la infraestructura necesaria para abastecer de energía al parque de vehículos eléctricos demandará otras 10,2 Moz a nivel mundial.
TOP PRODUCTORAS
El mercado muestra una baja concentración empresarial: las primeras 10 firmas absorben el 34,64% de la producción. Una de las posibles causas puede ser lo recién mencionado, al ser la plata principalmente un subproducto de las explotaciones mineras, puede implicar estrategias empresariales heterogéneas, vinculadas a la explotación de cada mineral.
Una característica particular de la producción de plata es que se halla usualmente como un mineral asociado o subproducto de la explotación de otros minerales. Principalmente, la producción proviene del plomo/zinc (31,65%), que fue un 5% mayor que la producción primaria. La extracción de plata como mineral primario correspondió al 26,7% de la producción durante el año 2020. A su vez, la producción de plata asociada al cobre representó el 25,28% del total, y al oro el 15,72%
La empresa mexicana Fresnillo aparece como la principal productora de plata de 2020 con el 6,4% global, seguida de KGHM (Polonia, 5,5%), Glencore (Suiza, 4,2%), Newmont (Estados Unidos, 3,5%) y Codelco (Chile, 3,1%).
Se destaca el desempeño positivo de Newmont, cuya producción aumentó un 75% respecto del año previo, y de Codelco, con un aumento del 58%. Por otra parte, las empresas con mayores bajas fueron Pan American Silver (que en 2020 representó el 2,21% del total global producido y presentó una caída interanual del 33%), Buenaventura (1,58% del total global producido y 38% de caída interanual) y Hochschild Mining plc (1,25% del total global producido y 42% de pérdida interanual)
OFERTA Y DEMANDA
Otro punto clave es el uso de la plata en la generación de energía fotovoltaica, donde cumple un rol clave en la construcción de las celdas, debido a que es el metal con mejor conductividad eléctrica.
Aunque los avances tecnológicos permiten una reducción de su uso por celda, la demanda global de este metal para la energía fotovoltaica se estabilizará en torno a los 70 y 80 Moz anuales en los próximos años.
La energía nuclear, fundamental para la transición energética, también requerirá de más plata para producir, en combinación con otros metales, barras de control para reactores nucleares.
En este sentido, la demanda industrial habría alcanzado el mayor nivel de los últimos diez años, gracias a que la plata constituye un insumo de relevancia en la infraestructura para la generación de diversas energías renovables.
Por el lado de la oferta, la producción global sufrió el mayor declive de la década en 2020, como resultado de la pandemia de COVID-19. La producción agregada total alcanzó un total de 976,2 Moz, una caída del 4% en relación al año previo.
Las previsiones de oferta mundial realizadas por el Silver Institute estiman que 2021 finalizará con un total de 1.056,2 Moz, lo que representa un crecimiento del 8% frente al año anterior y un nivel físico récord en los últimos cuatro años.
Argentina se ubica en el décimo lugar entre los productores globales de plata. Durante 2020, se exportaron US$ 596 millones en mineral de plata, 4% por debajo de 2019, explicada por dificultades de operaciones que mostraron varios proyectos (Chichillas, Cerro Moro y San José).
En 2021, las exportaciones se recuperaron y totalizaron US$ 835,5 millones, un 40% más que en el mismo período de 2020.
Por el contexto internacional tendiente a la transición energética, con sus perspectivas de demanda de mediano plazo, la producción de plata en Argentina tiene potencial para apalancar el sector minero a un sendero de desarrollo sostenible.
En el futuro cercano, la demanda de plata se encontrará liderada por la adopción de nuevas tecnologías vinculadas a las políticas verdes contra el cambio climático y la reducción de emisión de dióxido de carbono. Según la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) en el Escenario de Desarrollo Sostenible2 la proporción de electricidad generada globalmente a partir de las energías renovables aumentará del 29% en 2020 al 49% en 2030.
Concretamente, el uso de la plata como insumo en paneles solares, barras de control para reactores nucleares y el mayor contenido de circuitos presente en los vehículos eléctricos generan un potencial mercado para este metal. De acuerdo con las proyecciones de Silver Institute, la demanda de plata debería mostrar un sólido crecimiento a partir de 2022. La captación industrial, por ejemplo, se beneficiará inicialmente de la reapertura de la economía.
En particular, el uso de la plata en el sector automotriz debería crecer aceleradamente a medida que la producción de los vehículos se recupere y exista un aumento de los vehículos eléctricos, para los cuales el uso de la plata es entre 1,6 y 2,2 veces superior al de los vehículos convencionales (Silver Institute, 2021). La Consultora especializada CRU espera que la demanda del metal para este rubro se incremente de las 61 Moz proyectadas en 2021 a 70 Moz en 2030 (Silver Institute, 2018).
Si bien el uso de plata para cada conexión eléctrica es generalmente pequeño (entre 0,8 y 1,6 onzas según estimaciones de Silver Institute), la suma de todos los componentes en la nueva generación de vehículos se vuelve significativa.
