Cuando se acercaba la fecha estimada para una votación en la Comisión Evaluadora Regional de Medio Ambiente, de previsible resultado negativo,  la empresa ACLARA retiró el proyecto de Biolantánidos en Penco, en la región del Bío Bío.

La iniciativa debía votarse ya bajo el gobierno de Gabriel Boric, y las autoridades comunales y regionales pidieron que se escuchara la voz de la comunidad que, en una consulta, había votado en  contra en un 99%.

La pregunta es si de aquí en adelante, los proyectos mineros correrán la misma suerte o si Boric encontrará alguna intersección positiva entre el rechazo social y las posibilidades de explotación minera. 

La votación oficial del proyecto se debía llevar a cabo entre fines de marzo y abril de este año, en una comisión integrada por el delegado presidencial, integrantes del Servicio de Evaluación Ambiental y los distintos secretarios regionales, asociados al sector económico y ambiental.

El proyecto fue retirado del Sistema de Evaluación Ambiental (SEIA) por la empresa ACLARA

El proyecto - retirado del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA)- consistía en la construcción y operación de una faena minera con una capacidad para procesar hasta 240 toneladas-hora de mineral, para producir 1.700 toneladas anuales de concentrado de Tierras Raras.

La firma apuntó que volverá a ingresar la iniciativa pero todos los medios regionales coinciden en pensar que eso no sucederá. El comunicado de ACLARA indica que la firma se tomará un tiempo para potenciar el proyecto y poder abordar los nuevos desafíos surgidos durante las últimas etapas del proceso de evaluación ambiental.

Lo cierto es que la iniciativa no contaba con el menor apoyo en la comunidad y la falta de la licencia social indispensable iba a provocar una votación contraria en la Comisión Evaluadora no solo para evitar la conflictividad social sino por la postura del flamante gobierno nacional, más proclive a las causas ecológicas que a la minería. 

En la consulta ciudadana realizada hace pocas semanas, participaron 7.548 sufragistas, una cifra que superó en más de 2 mil las proyecciones.

Desde la Municipalidad de Penco, el alcalde de la comuna, Víctor Hugo Figueroa, afirmó que gran parte de las personas que acudieron a las urnas, han asistido a votaciones de gran envergadura.

La empresa había intentado defenderse con argumentos que muestran que las tierras raras de arcillas son vitales en el proceso de descarbonización del planeta y, según indica el portal biobiochile.cl anunció su intención de convertir a Penco en un actor clave en la lucha contra el cambio climático.

Rodrigo Ceballos, gerente general de la firma, destacó que se rescatará tierras raras de una manera singular, sin la necesidad de utilizar explosivos, ni chancado ni molienda, y que el agua utilizada será recirculada en un 95%.

Respecto a la consulta, ACLARA había denunciado manipulación de la información que las autoridades locales hicieron llegar a los ciudadanos. “Valoramos todas las instancias de participación ciudadana, pero lamentamos profundamente que se confunda a la comunidad a través de procedimientos que no están contemplados en el proceso de evaluación ambiental, que no son vinculantes y que tienen un trasfondo político, no técnico”, manifestó.

La empresa argumentab que las tierras raras de arcillas son vitales en el proceso de descarbonización del planeta

El gobernador regional del Bío Bío, Rodrigo Díaz, calificó la retirada del proyecto como “una buena noticia”. Además, aseguró que muchas comunidades se encontraban preocupadas de que fuera el actual gobierno quien definiera el futuro del proyecto.

CONTRADICCIONES Y CAMBIO POLÍTICO
La historia del tema se remonta al 2017, cuando Aclara comenzó los trabajos para extraer “tierras raras” en el kilómetro cinco de la ruta que une a Penco con Concepción, en un predio de 270 hectáreas según informó ADN. Desde allí se pretendía el procesamiento de 240 toneladas hora de maicillo granítico y 1.700 toneladas anuales de óxido de material, lo que, de acuerdo al Diario Concepción, significaría una vida útil de la mina por 15 años.

Durante la visita de una delegación china público-privada a la planta piloto del proyecto minero, el ahora gobernador y ex intendente del Biobío, Rodrigo Díaz Worner, indicó que la iniciativa se enmarcaba en la Estrategia Regional de Desarrollo, por lo que prestarían toda la cooperación posible para dicha iniciativa pese al rotundo rechazo de la población, según informa el portal Resumen.cl.

El medio local indica que durante parte de su actual gestión como gobernador del Biobío, Rodrigo Díaz Worner ha quitado respaldo a la iniciativa minera liderada por Aclara – ex Biolantánidos- que pretende instalarse en Penco para explotar tierras raras, apuntando a que iría contra la estrategia regional de desarrollo del país. “Sin embargo, el actual gobernador entra en contradicción al observar su gestión como intendente de la región entre 2014-2018 durante la administración de la presidenta Michelle Bachelet y mientras era militante de la Democracia Cristiana”, se afirma.

“Un registro del 20 de mayo de 2016, mientras se realizaba una visita a la Planta Piloto del proyecto minero junto a una delegación china público-privada da cuenta de aquello”, dice el portal. “En ese momento, el ahora gobernador señaló que dicho proyecto «ha sido parte de una iniciativa que tiene el gobierno que se llama Programa Fénix de cooperación para la nueva minería», el cual  recibió asesorías pese a la oposición que las comunidades levantaron -y mantienen- a la iniciativa minera”.

Díaz incluso se refirió a la perspectiva política del proyecto entendiéndolo como «una iniciativa seria, está dentro del marco de la Estrategia Regional de Desarrollo, y que nosotros pensamos prestar toda la cooperación posible», cuando anteriormente a través del Programa Fénix ya habían «brindado asesoría a la empresa Biolantánidos para realizar esta prospección». El político en aquel momento, también habló de «la posible alianza de inversión por parte de empresas estatales y mixtas chinas para la extracción de Lantánidos en la Región del Biobío y buscar posibilidades de transferencia tecnológica que les permita mejorar sustancialmente sus estándares en la materia».