Cushing, Oklahoma, es un centro de almacenamiento que se usa para la entrega de los contratos de futuros de petróleo crudo dulce ligero de referencia en el NYMEX
VICENTE NIEVES
Los precios del petróleo vuelven a dispararse tras el alivio de la semana pasada. El rechazo creciente al petróleo ruso y la ausencia de alternativas en el muy corto plazo para sustituirlo están generando cierto pánico en los mercados.
El foco vuelve a ponerse en los problemas de la oferta para suplir la demanda inmediata de crudo (mercado spot o físico), lo que está exacerbando la estructura de backwardation del mercado (se paga una prima por el petróleo físico frente a los futuros).
Mientras tantos, los inventarios de petróleo crudo siguen cayendo y en Cushing (Oklahoma) han tocado niveles que no se veían desde que la industria del fracking y el shale oil irrumpieran en EE.UU.
El mercado se enfrenta a un difícil equilibrio y el bajo nivel de las reservas no ayuda para nada. Al final, las reservas o inventarios de crudo son una suerte de red que sirve para compensar los excesos de la demanda durante cierto tiempo.
Cuando el mundo consume más petróleo del que se está produciendo, los inventarios caen para compensar ese desequilibrio, pero los inventarios no son finitos. Con los inventarios en mínimos de varios años, la red de protección ha perdido resistencia, por lo que la prima a la que cotiza el crudo es superior.
LAS INSTALACIONES DE CUSHING
Los inventarios de petróleo en Cushing son los más bajos desde que el fracking hizo su gran irrupción en EE.UU. allá por 2013 y 2014, según Bank of America Merrill Lynch (BofAML).
El spread entre el petróleo ya extraído o spot y el crudo a futuro está alcanzando máximos de las últimas décadas (11,70 dólares de diferencia entre el futuro a un mes y el futuro a 3 meses). Esto es peligroso, según BofA, puesto que genera un desincentivo a mantener el petróleo en inventarios.
Los comerciantes están vendiendo todo su petróleo porque le van a sacar un mayor rendimiento ahora que si lo almacenan y venden futuros.
Los inventarios en Cushing están en mínimos para esta época del año
Los inventarios en las instalaciones de Cushing han caído a 24 millones de barriles (tiene capacidad para 90 millones de barriles), el nivel más bajo para esta época del año en casi una década. "Ahora mismo, es probable que los niveles de almacenamiento estén cerca de los niveles mínimos operativos.
Dados los niveles actuales de backwardation en el mercado, creemos que una buena parte de estos inventarios se están utilizando para operaciones combinadas y como respaldo para los flujos de oleoductos. Por lo tanto, es posible que estos barriles no se puedan usar para la entrega física de los futuros que venzan sobre el crudo West Texas Intermediate (WTI)", sostienen los analistas de BofA.
Cushing, Oklahoma, es un centro de almacenamiento que se usa para la entrega de los contratos de futuros de petróleo crudo dulce ligero de referencia en el NYMEX. El mecanismo de entrega física de Cushing utiliza una red de casi dos docenas de oleoductos y 15 terminales de almacenamiento, varias de ellas con importantes colectores de oleoductos.
Desde CME Group explican que las instalaciones de Cushing son relevantes para el mercado, sobre todo, porque sirven de termómetro para medir la temperatura al mercado de petróleo (analizando las tendencias de almacenamiento).
Este centro tiene una capacidad máxima de 90 millones de barriles que se usan habitualmente como mecanismo de entrega física de los futuros de petróleo West Texas, lo que obliga a que haya una cantidad suficiente de petróleo para compensar los vencimientos en el mercado de futuros todos los meses.
En abril de 2020, con la pandemia del covid, el problema fue que no había suficiente espacio para almacenar petróleo en Cushing (sobraba petróleo), por lo que el crudo se comenzó a vender a precios negativos (los comerciantes se quitaban el petróleo de las manos porque no había espacio físico para almacenarlo).
EL RIESGO DE SHORT SQUEEZE
"Ahora, la situación del mercado se ha invertido. Con los inventarios en niveles muy bajos, es probable que se reduzca la capacidad de realizar entregas contra el contrato de WTI. Como resultado del crecimiento escaso crecimiento de la producción de crudo en EE.UU. durante el primer semestre de 2022 y los incentivos limitados para enviar barriles a Cushing, es probable que los inventarios se mantengan en niveles bajos. Dado que el mercado está desesperadamente corto en barriles, vemos un mayor riesgo de que se produzca lo que se conoce como un short squeeze a medida que el WTI se acerca a un nuevo vencimiento cada mes. Además, vemos el riesgo de que el WTI se fortalezca en relación con otros grados norteamericanos (otros tipos de petróleo)", advierten desde BofA.
El petróleo WTI está en riesgo de sufrir lo que se conoce en la jerga financiera como un short squeeze ("estrangulamiento de cortos"), que se produce cuando el activo no solo no baja como se esperaba sino que experimenta un fuerte repunte, lo que provoca que quienes apostaron a posiciones cortas traten de abandonarlas y de atajar sus pérdidas vía compras, traduciéndose en un aumento de la demanda que eleva todavía más los precios. El petróleo podría sufrir fuertes subidas de precios y volatilidad a medida que los futuros se acerquen a su fecha de vencimiento.
El petróleo cotiza esta jornada prácticamente plano tras haber reiniciado un rally alcista que se tomó un descanso la semana pasada. La razón del último empujón al alza del petróleo "es la noticia de que la UE parece estar considerando prohibir las importaciones de petróleo de Rusia. Esta semana se llevará a cabo una reunión de alto nivel con el presidente estadounidense Biden, en la que es probable que se discutan nuevas sanciones contra Rusia. EE.UU. ya anunció una prohibición de importaciones de petróleo crudo y productos derivados del petróleo hace dos semanas. En vista de las acciones de las fuerzas armadas rusas en Ucrania, que tienen a los civiles en el punto de mira, existe una presión creciente sobre Europa para que siga el ejemplo de EE.UU.", aseguran desde Commerzbank.
LA GRAN DEPENDENCIA DE RUSIA
Sin embargo, la UE depende mucho más del petróleo ruso, que cubre casi el 30% de sus necesidades de importación de crudo. En el caso del diésel, el petróleo ruso incluso representa hasta el 80% de sus importaciones netas, según los datos de Commerzbank. Esto significa que tendrían que obtenerse grandes cantidades de esta materia prima en otros lugares, lo que restringiría aún más el mercado.
Todo lo anterior está también aumentando la presión sobre la OPEP+ para que produzca más 'oro negro', ya que el cártel cuenta con países como Arabia Saudita o Emiratos Árabes Unidos que tienen capacidad para incrementar el bombeo de petróleo de forma casi inmediata.
Según dos fuentes bien informadas, la producción en febrero cayó más de 1 millón de barriles por día por debajo del nivel acordado.
"Es probable que la desviación a la baja aumente significativamente en los próximos meses dada la disminución esperada en la producción de petróleo de Rusia. Además, los rebeldes hutíes han atacado instalaciones petroleras en Arabia Saudí el fin de semana. Aunque no se produjeron daños graves, esto deja claro que los cortes de suministro también son una clara posibilidad en ese país, lo que sería prácticamente imposible de compensar en el entorno actual", advierten desde Commerzbank.