La empresa presentó la semana pasada al IBAMA un formulario de caracterización de la actividad (FCA), en el que solicita la aprobación para llevar a cabo una evaluación del impacto ambiental que respalde el desarrollo del proyecto y, posteriormente, la inversión y la construcción.

Los estudios, que se espera que comiencen este año, se llevarán a cabo para los proyectos eólicos de Shell que se prevé construir en aguas de los estados de Piauí, Ceará, Rio Grande do Norte, Espírito Santo, Rio de Janeiro y Rio Grande do Sul.

"Con más de 20 años de experiencia en energía eólica en todo el mundo y más de 50 años de tradición en proyectos offshore, Shell pretende combinar su experiencia en estos dos frentes con el objetivo de proporcionar más energía y energía limpia al país", dijo Gabriela Oliveira, Gerente de Shell Renewable Generation Brasil.

La empresa dijo que solicitó las licencias como un primer paso para garantizar el mejor estudio de las áreas y el desarrollo sostenible y responsable de las inversiones necesarias para la concesión de licencias, mientras se espera la definición del resto de las normas que guiarán el desarrollo de proyectos eólicos marinos en Brasil.

Como se informó en enero, el Gobierno de Brasil emitió a principios de este año un decreto que permitirá la realización de los estudios necesarios en alta mar y la identificación de las zonas adecuadas para el desarrollo de proyectos eólicos marinos.

El Ministerio de Minas y Energía de Brasil se encargará de realizar los estudios, seleccionar las zonas eólicas marinas y organizar las subastas posteriores.

Shell ha estado evaluando las posibles oportunidades de energía eólica marina en el país desde el año pasado, según la declaración de la compañía a offshoreWIND.biz de septiembre de 2021, cuando la empresa de petróleo y gas lanzó Shell Energy Brasil, diciendo que el negocio produciría y comercializaría electricidad limpia a partir de plantas de energía solar y eólica.

Ya hay varias otras empresas que están en el punto de mira de las aguas brasileñas, incluidas las homólogas brasileña y noruega de Shell, Petrobras y Equinor.

En el verano de 2020, Equinor presentó al IBAMA solicitudes de evaluación de impacto ambiental para proyectos en las costas de Río de Janeiro y Espírito Santo, dos de los estados en los que Shell también planea desarrollar la energía eólica marina.

El mismo año, el Gobierno del estado brasileño de Ceará, otro estado en el que Shell tiene planes de energía eólica marina, firmó un Memorando de Entendimiento con la empresa china MingYang Smart Energy con el objetivo de desarrollar un "complejo eólico marino" en el estado.

En la lista de seis estados de Shell también se encuentra el estado de Rio Grande do Norte, que firmó un acuerdo con Enterprize Energy en 2021 para identificar y desarrollar oportunidades de proyectos de energía eólica marina, hidrógeno verde y amoníaco verde en la costa norte del país.