Elon Musk ahora luce preocupado por la situación económica global. Los riesgos de inflación impactarían severamente a ambas empresas
Parece que la crisis global en cadenas de suministros, materias primas y energéticos derivados por el combo de la pandemia mundial y la guerra entre Rusia y Ucrania está impactando a Elon Musk y a sus empresas.
Este campeón es un sujeto que a veces cuesta un poco de trabajo tomarse en serio. Sobre todo por la dinámica que ha adoptado como figura pública a través de sus redes sociales oficiales. Hace no mucho vimos un interesante análisis de su cuenta de Twitter en donde alguien estudió 10 años de publicaciones para diagramar el orden y frecuencia de sus obsesiones.
En todo ese tiempo hemos visto dos ejes rectores: SpaceX y Tesla Motors. Aunque siempre han estado presentes actos estrafalarios y obsesiones transitorias.
Pero ahora parece que las cosas se han puesto serias para Musk.
A través de su cuenta oficial de Twitter, Elon advirtió este domingo 13 de febrero de 2022 que su compañía automotriz dedicada a la fabricación de automóviles eléctricos y su empresa de cohetes privada SpaceX enfrentan presiones inflacionarias significativas en materias primas y logística.
Esa publicación inicial fue la que detonó el interés de su comunidad de seguidores en donde las preguntas directas a la cuenta de Twitter no se hicieron esperar.
Musk también compartió en un tuit dentro ese mismo hilo un artículo del Financial Times en donde se habla sobre las perspectivas de la tasa de inflación.
Elon junto con la publicación del artículo afirma que sus empresas “no están solas” en esta situación. La nota del diario analiza cómo el conflicto ruso ha llevado los precios de las materias primas al nivel más alto en la historia desde 2008.
A grandes rasgos en lo que afecta a Musk: la invasión a Ucrania por parte del gobierno de Rusia, presidido por Vladimir Putin, está aumentando los precios de los metales utilizados en los automóviles fabricados por Tesla Motors.
Desde el aluminio presente en la carrocería del coche hasta el paladio en la convección catalítica y otros componente presentes en cualquier vehículo. Todo está impactando por la inflación y necesariamente reduce los márgenes de ganancia.
Tal escenario podría derivar en un predecible incremento de los precios para poder mantener a flote la operación del negocio. Lo que inevitablemente impactaría a los consumidores.
Si bien los metales aún no han sido objeto de sanciones por parte de los gobierno occidentales, algunos transportistas y proveedores de autopartes han cortado lazos con los productos rusos.
Los que se suma a la ya conocida escasez de chips, junto con el incremento global de los precios de la energía empleada en cualquier planta para la producción, más los gastos de transporte. Una receta perfecta de caos.