“Estamos muy ansiosos de que en breve comiencen con la perforación del primer pozo”. Ese es el sentimiento que se percibe en el norte de Santa Cruz. Las palabras corresponden a Matías Kalmus, presidente del Instituto de Energía de Santa Cruz (IESC), y se refiere al momento en que los perforadores de la Compañía General de Combustibles (CGC) comiencen a funcionar en la Cuenca del Golfo San Jorge.

La petrolera controlada por el grupo Eurnekian adquirió los activos de Sinopec en junio del año pasado después que la compañía china mantuviera varios años de desinversión en la región. Esto significó que CGC se hiciera cargo de más de 4.600 kilómetros cuadrados, la mayor parte están ubicados en la Cuenca del Golfo de San Jorge y el resto en la Cuenca Cuyana. También incluyó participación en Termap, la operadora de las terminales portuarias de Caleta Olivia en Santa Cruz y Caleta Córdova en Chubut.

La compañía es parte de Santa Cruz desde hace 30 años y su interés por incursionar en áreas en declino, despertó el entusiasmo de la industria hidrocarburífera.

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