La AFIP ya embarga billeteras virtuales y pone al límite la tolerancia de los contribuyentes que sufren la presión fiscal y ven aumentar el gasto público.
La AFIP puede celebrar que la Justicia habilitó el primer embargo sobre billeteras virtuales de un contribuyente moroso. Sin dudas es una innovación de la gestión de Mercedes Marcó del Pont como titular del organismo público, pero su inventiva para encontrar nuevas formas de recaudar es riesgosa: la gente hace rato cree que los impuestos en Argentina son caros y, además, no creen que ese dinero sea gastado por el Estado en forma correcta.
Por ejemplo: en mejorar la seguridad o en brindar mejores servicios públicos. Esa desconfianza y fastidio le pone un techo a las pretensiones de Marcó del Pont y sus burócratas, donde también entran sus primos de Arba y Agip. Hay un problema de fondo en un Estado basado en la recaudación sin techo cuando de pronto resulta que tiene techo.
El Juzgado Federal de la Seguridad Social número 10 -tras un pedido de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP)- resolvió habilitar el embargo de una billetera virtual para el cobro de deudas acumuladas por un contribuyente moroso.
Cabe recordar que esta vía se habilitó cuando la AFIP no puede embargar cuentas bancarias, bienes muebles, inmuebles y créditos, entre otros, para lograr el cobro de una deuda.
El organismo busca así avanzar en el cobro de unos $24.000 millones en impuestos adeudados por estos contribuyentes.
Se trata de una de las herramientas para mejorar la recaudación fiscal en momentos en que se busca cerrar el acuerdo con el FMI por la deuda.
Por último, cabe recordar que la AFIP retomó en febrero las ejecuciones fiscales de contribuyentes morosos.
Una encuesta realizada por la Fundación Libertad y Progreso sobre más de 1000 personas de todo el país mostró que 7 de 10 argentinos estiman que los impuestos seguirán hacia arriba.
Eugenio Marí, Economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso alertó que "estas expectativas de los argentinos no se da en el vacío. En las últimas dos décadas la presión tributaria aumentó en casi 15 puntos del producto. La cantidad de impuestos y tasas superó los 170. Y solo en el último año se aumentaron o crearon 17 impuestos".
"El 71% de los encuestados de entre 16 y 29 años piensan que los impuestos van a aumentar, contra un 64% de los mayores de 50 años. Esto implica que Argentina expulsa emprendimientos, innovación y empleo de calidad", sostuvo Iván Cachanosky, economista colaborador de la Fundación Libertad y Progreso
La nación, las provincias y los municipios confiscan el 49% de los ingresos de los trabajadores en blanco, de acuerdo con el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), y se alza con el 106% de las utilidades empresarias, según un informe del Banco Mundial.
La carga fiscal promedio sumada de los 163 tributos directos e indirectos existentes que soportan los agentes económicos que pagan todo lo que marca la ley y en el momento correspondiente (no existe mora) alcanza el equivalente al 49% de los ingresos, precisó el investigador del instituto, Andrés Mir, en una ent revista con CNN Radio Rosario.
Según el especialista, "tenemos dos tipos de problemas: los tributos distorsivos (impuesto al cheque, IIBB, etc.) y al consumo, que son muchos más regresivos porque impactan con fuerza en los sectores desprotegidos". Y siguió: "es necesario recostarse más en impuestos a las ganancias, que son menos regresivos".
"El gran problema es que nos acordamos de que el sistema está mal en las épocas de crisis. Se intentó avanzar en algo con la reforma tributaria, pero es imposible hacerla con los niveles de gasto publico que tiene la Argentina; habría que marcar una senda para racionalizar el gasto publico y que los impuestos acompañen", completó el investigador.