Años soñando con un barril de petróleo cerca de los US$ 100 y cuando por fin llega el momento no hay arena para todos. Un enemigo inesperado se está interponiendo en el camino de esta industria.

Después de malvivir meses y congelar todas las inversiones por los bajos precios del petróleo, la industria del fracking en EE.UU. ha visto sus sueños cumplidos: un barril de petróleo a un precio que supera con creces el nivel que hace rentable sus operaciones.

Con los precios del petróleo crudo en su nivel más alto en años, los frackers americanos están tratando de aumentar su producción a marchas forzadas, pero sus esfuerzos se han visto frenados por la escasez de arena para completar todas las operaciones del fracking (fracturación hidráulica).

Se espera que la producción de petróleo alcance pronto nuevos récords en la Cuenca Pérmica, que se encuentra entre Texas y Nuevo México, el corazón de la actividad del fracking y el shale oil en EE.UU.

Sin embargo, los suministros de arena son tan escasos que están ralentizando el ritmo de trabajo de algunos perforadores de petróleo (realizan grandes taladros o perforaciones en el suelo para extraer el shale oil o petróleo de esquisto), mientras que los costes más altos de la arena también están erosionando los resultados de estas empresas, según revelan desde la agencia Reuters.

En el proceso de fracturación hidráulica se necesitan varios ingredientes que fluyen con el agua, entre los que se incluye la arena para mantener abiertas las grietas en la roca y los productos químicos utilizados para facilitar la extracción.

MUCHA DEMANDA DE ARENA
La demanda de arena está siendo muy alta. Todos los frackers están buscando enclaves para hacer nuevos pozos y sacar provecho de la subida de los precios del petróleo. El petróleo se encuentra cerca de máximos de los últimos siete años tras haber alcanzado los US$ 97 dólares por barril en el pico (por ahora) de este nuevo ciclo.

Estos precios han animado a las empresas de fracking que ahora buscan encontrar arena a marchas forzadas todas a la vez, generando un cuello de botella más de tantos que sufren hoy día las economías.

"No podemos obtener suficiente arena. Estamos perforando menos (del proceso de fracking) de las capas que podríamos alcanzar porque nos quedamos sin arena todos todos los días", asegura Michael Oestmann, director ejecutivo de Private Equity-Backed. Tall City Exploration, que opera en la Cuenca Pérmica del oeste de Texas, la región de esquisto más grande de EE.UU.. "En última instancia, retrasará a todos si no se resuelve pronto".

Tras meses con exceso de oferta, los mercados de arena se han dado la vuelta y ahora hay una escasez patente. La consultora Rystad estima que los precios al contado oscilan entre 50 y 70 dólares por tonelada, un gran salto respecto a los primeros meses de la pandemia y muy por encima de los niveles del año pasado, que estaban entre los 20 a 25 dólares por tonelada.

El investigador de Rystad, Artem Abramov, califica los precios actuales de la arena de fracking como "inauditos en la historia moderna de la industria". La escasez de suministros probablemente hará que los precios de la arena suban aún más, asegura Abramov. 

FRACKING Y SHALE OIL
Se espera que la producción de shale oil de EEUU aumente en 109.000 barriles por día en marzo, hasta los 8,7 millones de bpd, según la Administración de Información de Energía de EEUU.

Se espera que la Cuenca del Pérmico aumente la producción a 5,2 millones de bpd en marzo, lo que sería un nuevo récord, además ahora hay 301 plataformas petroleras operando en esa cuenca, la mayor cantidad desde abril de 2020.

Los frackers estadounidenses han sumado tres equipos más de perforación en la primera semana de febrero, aumentando el total a 264 desde los aproximadamente 167 del año pasado, según la consultora Primary Vision.

El mercado de la arena está tan ajustado, comenta Oestmann, porque ha habido menos gente trabajando en las minas y hay escasez de camioneros. Este empresario asegura que su compañía está buscando traer arena por ferrocarril, un método de abastecimiento que pasó de moda tras la llegada de las minas locales hace unos años.

"Los depósitos de arena con rieles están trabajando a toda maquina", asegura Richard Spears, vicepresidente de la consultora de campos petroleros Spears & Associates. "Cuando la demanda se activa a gran volumen y la mina local está llena, sabes que tienes un desafío". Gran parte de la arena que se transporta proviene de Wisconsin, según Rystad.

La empresa estadounidense independiente de fracking Liberty Oilfield Services, que recientemente adquirió la arenera PropX, asegura que se están enfrentando a importantes cuellos de botella para llevar la arena hasta la Cuenca Pérmica, tanto en lo que respecta a la disponibilidad como al transporte.