SIMON JESSOP Y TOMMY WILKES
Los bancos europeos están proporcionando miles de millones de dólares de financiación para ampliar la producción de petróleo y gas, a pesar de las orientaciones de la Agencia Internacional de la Energía en contra de nuevas instalaciones para frenar el calentamiento global.
El año pasado, 25 de los principales bancos de la región proporcionaron colectivamente US$ 55.000 millones a empresas energéticas que planeaban ampliar la producción de petróleo y gas, según indicó la organización de inversión responsable ShareAction.
Aunque la cifra supuso una caída de los US$ 106.000 millones prestados en 2020 y los US$ 83.000 millones de 2019, estuvo por encima de las cantidades de 49.000 y US$ 50.000 millones de 2018 y 2017, respectivamente.
Un informe de la AIE de mayo dijo que no debería haber inversiones en nuevos yacimientos de petróleo y gas para tener un 50% de posibilidades de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados por encima de la media preindustrial.
La financiación se produce a pesar de que 24 de los propios bancos se han comprometido a descarbonizar sus carteras de préstamos, según el informe, que añade que HSBC, Barclays y BNP Paribas se encuentran entre los mayores proveedores de financiación en 2021.
ShareAction instó a los inversores a exigir a los bancos la aplicación de medidas para restringir la financiación de la expansión del petróleo y el gas y que respaldaran las resoluciones de los accionistas relacionadas con el clima en la próxima temporada de juntas generales anuales.
"El año pasado los accionistas fueron decisivos a la hora de presionar a los bancos para que adoptaran o reforzaran las restricciones a la financiación del carbón", dijo Kelly Shields, responsable de normas bancarias de ShareAction.
"Este año tienen que repetir ese éxito con la expansión del petróleo y el gas", añadió Shields.
Un portavoz de HSBC dijo que estaba trabajando con sus clientes sobre la transición energética y que el 22 de febrero publicaría objetivos basados en datos científicos para alinear la financiación del petróleo y el gas con los objetivos y plazos del Acuerdo de París.
Desde Barclays dijeron que también pretendía alinear su financiación con el acuerdo global sobre el clima alcanzado en 2015, y que había establecido un objetivo de reducción absoluta del 15% de las emisiones financiadas de sus clientes del sector energético para 2025.
Además, BNP Paribas dijo que era uno de los principales financiadores de las empresas energéticas europeas, que se habían comprometido en gran medida a aumentar los activos de energía renovable, que desempeñarían un papel principal en la transición.
El recorte de la oferta en un momento de aumento de la demanda también puede tener consecuencias sociales negativas, según dicho portavoz, que añadió que también es importante distinguir la expansión del petróleo de la del gas, que tiene un papel útil como combustible puente para los países que se alejan del carbón, más contaminante.