Los precios de la electricidad en Europa subieron después de que el mayor productor de la región redujera su meta de producción nuclear por segunda vez en un mes, la más reciente señal de que la crisis energética de este invierno está lejos de terminar.

La gran industria española, unida en torno a la Alianza por la Competitividad, ha cargado  contra las medidas del Gobierno para contener el precio de la electricidad y ha advertido de que si no se pone solución al diferencial de precios, este “pone en riesgo no solo la reindustrialización sino el mantenimiento de la actividad".

Algunas industrias ya han tenido que paralizar temporalmente su actividad a causa del precio de la factura eléctrica. La asociación reclama actuaciones urgentes ante la previsión de que el precio de la electricidad y el gas sigan en máximos y critica algunas que ya ha adoptado el Ejecutivo, como el Fondo Nacional de Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE). “No es este el momento para su puesta en marcha”, señala en un comunicado.

La industria, que ha llegado a ver cómo su factura se triplicaba, se muestra sobre todo crítica con la puesta en marcha del FNSSE, con el que el Gobierno pretendía rebajar un 13% el coste que asumen en electricidad en cinco años, excluyendo las primas a las renovables, que se nutrirían con aportaciones de las comercializadoras energéticas.

El grupo de trabajo avisa que los efectos de ese fondo podrían empeorar en el caso de que se trasladen a la legislación nacional las iniciativas de la Unión Europa en torno a las ayudas de Estado en materia de clima, energía y medio ambiente, ya que imposibilitaría el esquema de compensaciones previsto, publicó El País.

NUCLEAR: METAS NET ZERO HACEN SUBIR PRECIOS
Électricité de France SA (EDF) dijo que su producción nuclear podría caer este año a niveles no vistos desde 1990, y Morgan Stanley dice que existe una “probabilidad significativa” de un recorte de producción para 2023. El déficit ha obligado a Francia a importar electricidad en ocasiones, lo que reduce los suministros en los países vecinos que solían depender del gigante nuclear francés para mantener las luces encendidas.

Los reactores de EDF son la columna vertebral de un sistema de energía europeo cada vez más integrado, pero que se está volviendo menos confiable debido a los largos períodos de mantenimientos planificados y no planificados. Una serie de apagones recientes ha empeorado la crisis energética en Europa justo cuando Rusia envía menos gas natural al continente y las tensiones sobre Ucrania se intensifican.

EDF dijo que se espera que la producción nuclear caiga a 295 y 315 teravatios-hora en 2022, por debajo de un pronóstico anterior de 300 y 330 teravatios-hora. La última vez que la producción nuclear de la empresa cayó por debajo de los 300 teravatios-hora fue hace más de tres décadas. Podrían producirse más recortes en la producción del próximo año cuando EDF informe los resultados a finales de este mes, dijo Morgan Stanley en un informe.

“Cuando la meta está cerca o por debajo de los 300 teravatios-hora, comienza a generar preocupación para el próximo invierno en términos de oferta y demanda”, dijo Emeric de Vigan, director ejecutivo de la firma francesa de análisis de energía COR-e.

La energía alemana para el próximo año, un referente europeo, subió hasta un 4,7% a 147 euros el megavatio-hora, mientras que el contrato de marzo aumentó hasta un 5,5%. El contrato francés para 2023 subió un 7% a 162 euros, el nivel más alto en lo que va de 2022.

El gigante nuclear francés, que alguna vez fue motivo de orgullo nacional, ha estado lidiando con varios cortes de reactores que afectarán sus resultados. La recompra de 15 teravatios-hora de energía a los precios actuales le costará a EDF 2.100 millones de euros (US$2.400 millones), o el 8% de la capitalización de mercado de la compañía, dijo Ahmed Farman, analista de Jefferies Group.

“Creemos que estos anuncios son perjudiciales para la confianza en las acciones y pueden alentar a los inversionistas a esperar más tiempo antes de volver a respaldar a EDF”, dijeron analistas de Morgan Stanley, incluido Arthur Sitbon en un informe.

Francia fue el mayor exportador neto de energía de Europa en el segundo semestre del año pasado, con envíos equivalentes al 10% de su demanda al extranjero, según la consultora industrial Enappsys Ltd. Una menor producción nuclear en 2022 probablemente reducirá las exportaciones de Alemania y el Reino Unido, lo que aumentaría su exposición a los altos precios del gas y el carbón para sus centrales eléctricas.

EL CARBÓN RESPIRA
Mientras que el alza de los precios del gas en Europa y la elevada demanda de electricidad en los fríos meses de invierno han dado un respiro a una central de carbón del noroeste de España, pero el futuro de sus trabajadores no está claro.

El año pasado la empresa eléctrica Endesa interrumpió durante varios meses la actividad de la central de As Pontes, en la provincia gallega de A Coruña, pero volvió a ponerla en marcha en noviembre, cuando la subida de los precios del gas hizo del carbón una opción atractiva.

El resurgir del carbón durante este invierno en España y en otros lugares de Europa ha contribuido a elevar el precio de los permisos de emisiones de carbono, que los productores de energía y otros compran para pagar por cada tonelada de carbono que emiten. El precio se acerca a los 100 euros (114 dólares), frente a los 33 euros de principios de 2021.

Un precio más alto crea más incentivos para que los productores de energía, las empresas industriales y otros agentes contaminantes cambien a fuentes de energía más limpias. España ha expandido rápidamente su parque solar y eólico.

En los últimos siete días, España ha generado entre el 25% y el 45% de su energía a partir de fuentes renovables, según el operador de red español Red Eléctrica. El carbón ha representado entre el 1,4% y el 3,8% del total en ese tiempo.

Desde que la central coruñesa volvió a entrar en funcionamiento en noviembre, sólo se ha utilizado una parte de su capacidad de producción. Está fuera de servicio por reparaciones, pero Endesa espera reanudar su funcionamiento el 14 de febrero.