El diálogo social es clave para combatir la informalidad, según la OIT. Por otro lado, a nivel regional falta cerrar una brecha de 4,5 millones de puestos
DAGNIA GONZÁLEZ
La informalidad laboral en el Perú persiste con un 75% desde que se inició la pandemia hasta el tercer trimestre de 2021, estimó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Al respecto, el director de OIT para América Latina y el Caribe, Vinicius Pinheiro, señaló que en el caso del Perú “el punto de partida para combatir la informalidad es el diálogo social” y asegura que hay consenso entre los diferentes actores que están involucrados en el debate.
Sin embargo, alegó que existen diferentes visiones, “para el gobierno la solución viene por implementar más impuestos, para los empleadores más facilidades y para los trabajadores más derechos. Todos tienen razón, pero la forma de llegar a una fórmula que solucione el problema es elaborar políticas estructurales y algunos ajustes en materia laboral”, subrayó.
Por último, Pinheiro se mostró positivo con respecto al apoyo que la OIT pueda brindar a Perú para acompañarlo por el camino de la formalización.
En ese sentido, el ratio de informalidad laboral en nuestro país se ha estancado, considerando que a inicios del año pasado el entonces ministro de Economía, Waldo Mendoza, estimó que la informalidad se incrementó de 70 a 75%, e incluso esta podría llegar al 80% de la población trabajadora.
CONTEXTO REGIONAL
Según la OIT, una de cada dos personas ocupadas en América Latina se desenvuelve en la informalidad, ya que la recuperación parcial en la región vino de la mano con el crecimiento del empleo informal, el cual oscila entre 60 y 80%.
La región atravesaría entonces un proceso de recuperación “mediocre”, ya que faltan aún 4,5 millones de empleos para alcanzar cifras prepandemia. De esta cifra, 4 millones corresponden a plazas de trabajo para mujeres, lo que revela que las brechas de género se acentúan.
“El impacto más intenso entre las mujeres en la región se asocia a la mayor presencia femenina en sectores económicos fuertemente afectados por la crisis como hotelería y restaurantes, y en otras actividades de servicios y del sector de hogares. Por otro lado, a la mayor incidencia de la informalidad entre las mujeres”, reza el informe.
En ese sentido, OIT detalla que la tasa promedio de desocupación femenina llega a 12,4% —la misma que 2020—, lo que deja claro que no ha habido una mejoría, por lo que urgen políticas con perspectiva de género para acelerar la creación de empleo formal (ver infografía) y bajar la tasa al 9,7% que se tenía al noveno mes del 2019.
CAÍDA DE INGRESOS LABORALES POR HOGARES
A nivel regional, la OIT observó una fuerte contracción de los ingresos laborales por hogares en toda la región, agravándose este contexto por la aceleración inflacionaria y traduciéndose ello en un mayor riesgo de la pérdida de capacidad adquisitiva.
En ese sentido, Perú alcanzó el pico más alto de pérdidas de ingresos durante el segundo trimestre del 2020 (mayor al 35%), aunque con el transcurrir de los meses superó levemente el 15% desde el cuarto trimestre de dicho año, y ya para el segundo trimestre del 2021 está en 9%, con lo que se logra un mejor estatus que países como Argentina, Brasil, Costa Rica y México.
DESGRANANDO LAS CIFRAS DEL EMPLEO
+ Las actividades que dieron más puestos de trabajo durante 2021, a nivel regional, son construcción (16,7%), comercio (9,1%) y transporte (6,7%), cifras que contrastan con el 2020, en el que estas actividades se vieron contraídas por el COVID-19.
+ Aunque, la recuperación en hoteles y restaurantes, registrada en 5,4%, no compensa la pérdida de empleo de 17,6% observada en el primer año de pandemia.
+ Latinoamérica tuvo la mayor contracción en horas de trabajo en 2020 (-16,2%), duplicando el nivel global (-8,8%).
+ En 2021, la caída pasó de 8% a 6% al tercer trimestre.
+ 28 millones de personas buscan trabajo actualmente.
+ 9,6% es el promedio de desocupación regional.