El Insituto Argentindo de Petróleo y Gas (IAPG) explicó las razones para buscar hidrocarburos en mar comparando la matriz energética de Argentina con países como Alemania, Francia y Estados Unidos.
"Los argentinos usamos como fuentes de energía principales el gas natural (54%) y derivados del petróleo (30%)", afirmó IAPG. Los hidrocarburos son el 84% de la energía del país.
En el mundo, los hidrocarburos representan nada menos que la mitad de la energía que consume la humanidad.
Todos los países, y más lo industrializados, tienen una base de más del 60% de combustibles fósiles, empezando por el mundo siguiendo por otros como Estados Unidos, que consume la mitad de la energía del planeta
Francia es un caso especial. Su conocido desarrollo nuclear, único en el mundo, con más de 50 centrales (nosotros tenemos tres) representa el 45% de su matriz. Pero otro 45% son los combustibles fósiles.
"Entonces, ¿qué tiene de especial nuestra matriz? Nosotros somos uno de los muy pocos países que prácticamente no utilizan carbón mineral, que es el combustible que más impacta en la atmósfera. Somos un país de muy bajas emisiones de gases de efecto invernadero. Aun así, nos comprometimos a ser “carbono neutrales” a 2050; es decir, que entre los gases que emitamos y los que capturemos o compensemos, la emisión debe ser 'cero'", destaca el IAPG.
Las llamadas “energías renovables” y la energía nuclear serán fundamentales para cumplir el compromiso. Pero debido al crecimiento incesante de la demanda de energía, los hidrocarburos seguirán siendo fundamentales para el país y el mundo.
Hoy, con un 84% de hidrocarburos en nuestra matriz, tenemos una enorme responsabilidad. Significa que mientras dormís, trabajás, disfrutás tu tiempo libre, hay una industria que jamás descansa: la del petróleo y del gas, que se ocupa de asegurarte disponibilidad de energía.
Día y noche, sin feriados, unos 25.000 pozos repartidos en nuestras 5 cuencas productivas, extraen los hidrocarburos que necesita el país. Esto desde hace más de 100 años y sin que haya una hecatombe ecológica. Incluso en el mar, en donde hay 36 pozos productivos.
Y nI siquiera la pandemia nos detuvo. Aún en los peores días del encierro, jamás faltó nafta, electricidad ni combustible, o energía de cualquier tipo.
Esos hidrocarburos son los que llegan, por ejemplo, como gas natural a tu cocina y tu calefacción. Quizá a tu vehículo, si funciona a GNC. Y ese gas también mueve la industria, que utiliza muchas veces calderas industriales a gas.
Pero, además, alrededor del 70% de la electricidad que utilizás se genera con gas. Así, también cuando cargás tu celular, encendés la luz o el aire acondicionado y, aún, si conducís un auto eléctrico está presente el gas.
"En cuanto al petróleo, es el que mueve el transporte por excelencia. ¿Conducís tu propio auto? ¿Te tomás un colectivo? ¿Tenés la suerte de ir de vacaciones en avión? ¿Recibiste un producto importado que llegó en barco?", interrogó el Instituto en Twitter.
Además, prácticamente no hay ni un solo objeto de los utilizados a diario que no se haya hecho con derivados del petróleo, o implique petróleo o gas en sus procesos industriales. Y hablamos de plásticos, pero también de ropas, pinturas, colchones, maquillajes… ¡es infinito!
Hay otro punto fundamental: extraer hidrocarburos, transportarlos, refinarlos y distribuirlos es una de las actividades más dinamizadoras de la economía.
La industria de los hidrocarburos genera empleos de calidad y “tracciona” la generación de otros empleos indirectos como ninguna. Mirá este gráfico del Ministerio de Desarrollo Productivo ¡Estamos primeros!
Es decir que es una industria que no solamente abastece la energía que necesitamos los argentinos para vivir y crecer, sino que es una actividad económica fundamental en sí misma. Para provincias como Neuquén, Mendoza, Chubut, Santa Cruz, Salta, Tierra del Fuego, Río Negro la actividad hidrocarburífera forma parte del corazón de su economía.
Otras “no petroleras”, como Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos se favorecen como proveedoras de productos industriales e insumos para la industria de los hidrocarburos
Si encontramos hidrocarburos en el Mar Argentino, un viejo sueño que se persigue desde hace casi un siglo y una tarea que nos ha encomendado el Estado Nacional, podríamos sumar energía para abastecer nuestra matriz.
Pero, también, y muy importante, dependiendo del volumen del hallazgo, una actividad tan importante como la agricultura, muy dinamizadora de la economía, generadora de empleo y de demanda de bienes y servicios.
La experiencia internacional (verificable) muestra que todos los países que lo han conseguido, se han visto beneficiados. Incluso en nuestro país, con los 36 pozos offshore operativos de la Cuenca Austral, que provee el 17% de nuestro gas.
"¿Hay riesgos? Sí… Como toda actividad humana. Por eso, una porción importante de la tecnología y las inversiones se destinan a llevarlos al mínimo. Así, se extraen hidrocarburos de todos los mares del mundo desde hace décadas sin ningún apocalipsis ecológico".
"Quienes anuncian la hecatombe (inverificable), lo hacen en base a slogans y “estudios” pseudocientíficos, con el fin de asustar a la población. Hablan de consecuencias catastróficas, sin mencionar procedimientos, protocolos, tecnología, destinada a minimizar los riesgos", concluye.
LA NOTICIA EN LA NACIÓN: IAPG VS. “discursos que confunden”
Es una de las pocas políticas económicas en las cuales hay continuidad en los gobiernos de Mauricio Macri y Alberto Fernández, pero es percibida de manera muy negativa por parte de un grupo de la sociedad.
La producción de petróleo y gas costa afuera (offshore) es vista por los políticos como una nueva fuente de ingresos, que puede generar dólares para el país y crear fuentes de trabajo de calidad. Sin embargo, una parte de la sociedad ve peligrosa la prospección sísmica y considera que afectará a los animales acuáticos.
Las petroleras miran con preocupación esta situación y, a través del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), realizaron un informe para desmentir “discursos que confunden” y mostrar el impacto económico de las operaciones offshore en otros países.
En la Argentina, la actividad gasífera costa afuera no es nueva. Desde la década de 1970, el país cuenta con plataformas de exploración y producción offshore en la cuenca Austral, frente a Tierra del Fuego y Santa Cruz. Las únicas empresas que al momento extraen el hidrocarburo en el mar son la francesa Total Austral y la chilena ENAP, que producen el 18% del total de gas disponible en el país.
En 2019, el gobierno anterior adjudicó 18 bloques para explorar la existencia de gas y petróleo en el mar argentino a 13 empresas, de las cuales tres son de capitales nacionales (YPF, Tecpetrol y Pluspetrol) y las 10 restantes son extranjeras: Equinor, Total Austral, BP Exploration, Shell, Qatar Petroleum, ExxonMobil, Wintershall, Tullow Oil, Mitsui y Eni. Al momento de la adjudicación prometieron una inversión inicial de US$ 724 millones para analizar los 200.000 km2 (equivalente a la superficie de Río Negro) con profundidades de 100 a 4100 metros.
“¿Por qué se hace?”, se pregunta el IAPG en el informe. “Prácticamente, no existen estudios sobre la plataforma continental y es necesario evaluar la potencial existencia de hidrocarburos. Es necesario asegurar el desarrollo económico del país para los próximos años y fomentar una actividad de alta cadena de valor, capaz de traccionar la industria nacional, y los bienes y servicios”, explica.
El IAPG da también tres lugares como ejemplo de transformación de su economía a raíz de la presencia de la actividad offshore: la ciudad de Macae en Brasil, Noruega y Guyana. “Macaé tiene un PBI per cápita 200% por encima de la media nacional. Además de ser una ciudad turística por sus playas, dicha infraestructura se aprovecha gracias a actividades y eventos relacionados con la actividad hidrocarburífera”, dice el informe.
“Hasta fines de los años 60, Noruega fue uno de los países más pobres de Europa. La economía se basaba en la pesca y la agricultura. En 1969 comenzó el desarrollo masivo de los hidrocarburos offshore. Hoy, Noruega es uno de los países más ricos del mundo, con una economía diversificada, pero impulsada desde hace medio siglo por el petróleo. Noruega tiene el tercer mejor PBI del mundo per cápita y es considerado uno de los países más igualitarios del mundo”, afirma el IAPG.
Acerca de Guyana, el informe dice que hubo un importante descubrimiento de hidrocarburos en el mar en 2019 y que, “en 2020, el PBI de ese país fue el de mayor crecimiento a nivel mundial (un 45%)”, en un año donde todas las economías estuvieron afectadas por la pandemia. “Se cree que para 2025 el país podría quintuplicar su PBI”, proyecta.
Sobre los trabajos de sísmica, que fueron autorizados la semana pasada por el Ministerio de Medio Ambiente y desataron las manifestaciones en Mar del Plata, el IAPG explica que “no se utilizan explosivos de ningún tipo, sino que se trata de generar sonido con aire comprimido”. “La potencia del sonido se reduce drásticamente con la distancia de la fuente”, indica.
"DISCURSOS QUE CONFUNDEN"
El informe busca “desmitificar” cuestionamientos que se le realizan a la actividad. En primer lugar, señala como “falso” que “las operaciones offshore destruyen el mar y lo dejan devastado”. “Existen desde hace décadas decenas de miles de pozos operativos en todos los mares del mundo, sin que se registre una hecatombe ecológica, incluso en países reconocidos por su responsabilidad ambiental, como Noruega, Canadá, Nueva Zelanda, Australia y Brasil. La clave está en regular, no en prohibir”, dice el texto, acompañado de una foto de una ballena que nada bajo una plataforma petrolera en Australia.
“Las ballenas y la actividad offshore conviven allí desde hace más de 60 años. Australia tiene la mayor población de ballenas jorobadas del mundo, y dicha población está en crecimiento”, dice el epígrafe de la foto, que da a entender que la presencia del animal significa que la actividad no contamina.
En segundo lugar, considera “falso” también que “las energías renovables son la solución al abastecimiento energético, sin impactar en el medio ambiente”. “Si bien el viento y el sol son fuentes de energía renovable, los aerogeneradores y los paneles fotovoltaicos no lo son, ya que dependen fuertemente de la minería y generan huella de carbono. También es necesario tener en cuenta el costo de la energía de respaldo, de electrificar el transporte y los servicios, y su mina de tierras raras”, indica.
Luego señala como “verdadero” que es “urgente descarbonizar la matriz energética para detener el cambio climático”. “Es un hecho la necesidad de alcanzar la neutralidad de carbono en la matriz y el compromiso de hacerlo a 2050. Pero no todos los países tienen igual responsabilidad ni la misma urgencia. Según los compromisos firmados en la COP XXV de París, cada país debe hacer su propia transición energética. Además, los recursos offshore constituyen un recurso económico para el país, y no solo energético”, indica.
Por otro lado, vuelve a considerar “falso” que estemos “frente a una nueva embestida de las corporaciones multinacionales, que se llevarán las riquezas y dejarán devastación”. “Se trata de una iniciativa del Estado Nacional, que convocó a las empresas interesadas. Algunas son de capitales nacionales (privados y estatales); otras, de capitales extranjeros; y otras, mixtos. Todas ellas trabajan bajo las mismas condiciones y bajo su propio riesgo. El principal beneficiario de la actividad es el Estado Nacional (en definitiva, los argentinos)”, concluyó.