Los bonos emitidos por una central termoeléctrica de carbón en Chile podrían convertirse en la primera víctima del plan del presidente electo Gabriel Boric para acelerar la transición a una red eléctrica más sostenible.

Después de entregar algunas de las mejores tasas de retorno en América Latina a principios de este año, Guacolda señala que, por un total de $ 500 millones, han caído al 40% del valor nominal, alcanzando las profundidades del territorio de alto riesgo.

Contrasta con la visión que comenzó a construirse hace unos meses, cuando quedó claro que la peor sequía de Chile en décadas reduciría la producción hidroeléctrica y aumentaría la demanda de fuentes de electricidad más sucias, según informó Bloomberg.

Ahora, los bonos están bajo presión a medida que las ganancias se desploman y las calificaciones crediticias bajan, además de esperar mientras Boric elabora la agenda de descarbonización. Los tenedores de bonos quieren que los nuevos propietarios de la empresa tracen una estrategia para el futuro. 

Los inversores esperan una reestructuración antes del vencimiento de la deuda, dada la escasez de efectivo y las perspectivas inciertas de ganancias.

“Guacolda no brindó ninguna orientación sobre el monto que dejó la empresa ni sobre la estrategia de reestructuración de bonos”, dijo José Ramon Rio, analista de Fitch Ratings en Santiago.

Fitch rebajó la calificación de la empresa de B a CCC + el 16 de diciembre, citando una falta de claridad en los planes de los nuevos propietarios y la incertidumbre en torno a las regulaciones ambientales. Ambos factores "generan serias preocupaciones sobre la capacidad y la voluntad del emisor de pagar su deuda", escribió la agencia de calificación crediticia.

AES Gener vendió su participación en Guacolda en febrero a un accionista minoritario, WegE, quien luego vendió el activo en junio a la firma de inversiones de Santiago Capital Advisors. 

Capital Advisors está tratando de desarrollar una estructura financiera ideal para Guacolda y ha estado trabajando en planes de mediano y largo plazo para la empresa, según un vocero del fondo.

Un portavoz de Boric no respondió a los mensajes del informe solicitando comentarios.

El carbón está pasando de moda en todo el mundo después de que los líderes mundiales se comprometieran con el medio ambiente, pero el planeta aún depende de él. 

Los cuellos de botella en las cadenas de suministro amenazan con aumentar los costos de la energía renovable, y es probable que el mundo haya generado más electricidad a partir del carbón en 2021 que nunca.