El invierno (y el frío) ya están en Europa y el continente sigue sumido en una crisis energética. ¿Su nueva víctima? Los importadores del Reino Unido, quienes sufren de escasez de fertilizantes y han puesto en pausa su compra ante los elevados precios de las materias primas y el miedo a que los agricultores se abstengan de comprar un producto necesario.

Una pausa que, además, amenaza con poner en peligro el aprovisionamiento de cara a los meses de primavera, sobre todo ante los elevados precios en el mercado del gas, que este martes suben un 7,5% hasta situar el megavatio hora por encima de los 160 euros.

"Como importador, tienes que equilibrar el riesgo de comprar el fertilizante a un precio acorde al aumento global con el riesgo de que, al momento de venderlo, los agricultores no quieran comprarlo", explica Jo Gilbertson, jefe de fertilizantes de la Confederación de Industrias Agrícolas de UK, a la agencia Bloomberg.

Desde la confederación temen sufrir grandes pérdidas también por el hecho de que los precios de los fertilizantes puedan dar un vuelco y bajar repentinamente; así como por los problemas ya existentes en el sector: cuellos de botella logísticos y aumento de los costes del transporte, según informó EFE.

Ya a mediados de septiembre, CF Industries Holding cerró dos de sus plantas al norte de Reino Unido debido a los altos precios del gas. Entonces, esta misma agencia informaba también de que varios productores de la región habían retrasado su aprovisionamiento de fertilizantes ante el alza de los costes de las materias primas.

Con los precios del gas alcanzando nuevos récords a medida que se agudiza la crisis energética europea, los fabricantes de fertilizantes podrían verse obligados a reducir su volumen de producción. Situación que podría desembocar en un déficit de fertilizantes en 2022, cuyo volumen de producción media es de 18 millones de toneladas.

Los precios de la luz tampoco se escapan al ‘crunch’ energético y en UK se han visto afectados por otros factores como los problemas de generación éolica. A comienzos de la semana, en Reino Unido se pagaba el megavatio hora a unos 484 euros al cambio, frente al nuevo récord que alcanzó España con los 360 euros/MWh.