RENÉ GALICIA
En pleno siglo XXI, no toda la ciudadanía mexicana cuenta con acceso de calidad a la energía eléctrica. En otras palabras, hay personas en pobreza energética.
De acuerdo con el informe de México Evalúa sobre el tema, la pobreza energética representa un problema aún mayor; no tiene solamente que ver con un tema de acceso a la infraestructura eléctrica, está relacionado con el desarrollo de las personas y, por lo tanto, del país.
Hoy en día, la energía eléctrica es necesaria para realizar casi cualquier actividad. ¿Por qué no todas las personas en México tienen acceso a este recurso? De acuerdo con el el informe de México Evalúa, una de las razones es que ni siquiera está contemplado como un derecho en las leyes del país.
¿Qué quiere decir pobreza energética?
La carencia de redes eléctricas da cuenta de que una persona vive en pobreza energética. Pero también es necesario señalar la calidad de los energéticos, su impacto medioambiental y también las repercusiones que pueden tener sobre la salud de las personas, dice el informe
No solo se trata de tener corriente eléctrica en casa, hay personas en el país que dependen de la quema de madera, paja y estiércol para calentarse o para comer. Por lo tanto, la pobreza energética se refiere también a las condiciones de vivienda. Entre más rudimentaria sea la fuente de energía, hay más pobreza.
Y es que todo lo anterior está profundamente relacionado con el desarrollo de otros derechos y la dignidad de las personas. ¿Por qué? El acceso a servicios energéticos de calidad es necesario para satisfacer necesidades básicas.
Para entender por qué el derecho a la energía es básico basta revisar algunas acciones que requieren de su subministro: calentar el agua sin dificultad, calentar los alimentos, tener luz para ver en la noche y tener corriente para conectar todo lo necesario para realizar todos estos ejemplos. Representa, entonces, un insumo básico para la salud, la dignidad de la vivienda y del libre desarrollo.
La magnitud del problema en México
Bajo los parámetros descritos por el equipo experto de México Evalúa, en el país viven personas en pobreza energética. Tan solo hay que voltear hacia los datos oficiales.
De acuerdo con las cifras de 2020 del INEGI, alrededor de 820,000 personas no tienen acceso a ninguna fuente eléctrica en sus hogares. Este número puede ser mayor ya que, también, poco más de 180,000 ciudadanos y ciudadanas reportaron vivir en lugares no acondicionados para ser una vivienda.
Si toda esa población se suma, serían alrededor de un millón de personas potencialmente sin luz eléctrica. Según nuestros cálculos, si fuera así, aunque casi toda la población tiene acceso a alguna forma de corriente eléctrica en sus viviendas: el 0.8% de los y las mexicanas no lo tiene.
A pesar de que es la mayoría de la población que tiene condiciones mínimas de acceso a la energía, el informe de México Evalúa resalta que es imperdonable que haya personas sin siquiera cobertura eléctrica puesto que todos los gobiernos de México han presumido la capacidad energética que tiene el país.
Existe, entonces, un problema de inversión general en los recursos energéticos. Como señalamos en esta nota, el gobierno ni siquiera tiene los insumos para hacerlo de manera eficiente. Los sitios de generación eléctrica que opera la Comisión Federal de Electricidad (CFE), por ejemplo, tienen en promedio 33 años y alrededor del 42% de lo que producen lo hacen a altos costos por falta de mantenimiento.
Más aún, es un problema de voluntad política. En 2020, el gobierno anunció un nuevo plan de inversión en hidrocarburos por parte de la CFE y Petróleos Mexicanos (Pemex). Sin embargo, desde entonces ya se anunciaban las trabas a la inversión privada y, además, el plan solo se enfocaba en generar electricidad a partir de la quema de combustibles fósiles y no consideraba su calidad ni su impacto ecológico.
Mientras el gobierno se enfoca en eso, sigue habiendo varios hogares que se ven en la necesidad de usar otras fuentes de energía. Es decir, los recursos no son suficientes y no tienen la calidad necesaria para cubrir todas las actividades cotidianas.
El INEGI señala que en 4.8 millones de hogares todavía se usa leña o carbón para calentar agua y alimentos. Esto equivale a alrededor de 13.5 millones de personas que viven en condiciones precarias aunque tengan acceso a la electricidad.
¿Quiénes son las personas que salen más afectadas? Quienes tradicionalmente pasan la mayor parte de su tiempo en casa. Es decir, quienes más sufren de vivir en condiciones de pobreza energética son las mujeres, infantes y personas de la tercera edad.
Es este grupo poblacional que está en riesgo de inhalar los gases tóxicos producidos por la quema del estiércol, madera, carbón y paja para subsistir.
¿Cómo erradicar la pobreza energética?
De acuerdo con el informe, el actual gobierno ha expresado su preocupación por la pobreza energética en el Programa Sectorial de Energía (Prosener). Sin embargo, estos se enfocan solo en la electrificación, no en la calidad de los recursos.
Además, la pobreza energética no está referida ni una sola vez en las leyes de México. Ha habido proyectos de reforma para incluir el derecho a la energía eléctrica en la Constitución, pero estos intentos no se han concretado.
Las expertas de México Evalúa señalan que la Secretaría de Energía (Sener) debería ser la responsable de hacerse responsable de combatir el problema ya que es el organismo público encargado de coordinar la política energética del país.
La pobreza energética, como se sugiere en el informe, debe aparecer en la Constitución para que las personas adquieran derechos en esta materia. La Sener, junto con la ayuda de organizaciones de la sociedad civil y otras empresas privadas, podría hacer que esto sucediera.
Es necesario promover esta conversación en las personas tomadoras de decisiones para remediar la falta de acceso a servicios energéticos de calidad. Casi todas las actividades actuales dependen de la energía. Si las personas no cuentan con esto, no habrá una libertad plena.energía eléctrica